El Festival Internacional de Cine de Venecia, el primero celebrado durante la huelga de actores de Hollywood, llega a su fin habiendo superado la prueba de la escasez de estrellas y marcando el camino a los que vienen detrás, como Toronto y San Sebastián, a base de un alto nivel en su selección de títulos.
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Los cinco primeros días se vendieron 35.496 entradas, un 9% más que el año pasado y el número de acreditados fue de 11.328, un 0,5% más que en 2022, según las cifras facilitadas por la organización, que confía en que esta respuesta represente "un acto de respeto y apoyo a los autores y artistas que están participando en la huelga".
Apoyos a las huelgas de actores y guionistas
Muchas de las estrellas que sí vinieron al Lido, bien por no formar parte del sindicato estadounidense SAG-AFTRA o por haber alcanzado acuerdos con éste para poder promocionar producciones independientes, aprovecharon el altavoz para expresar su apoyo a sus compañeros, en huelga desde el pasado 14 de julio los actores y desde el 2 de mayo los guionistas.
Fue el caso de Adam Driver, que vino con “Ferrari” de Michael Mann, Jessica Chastain con “Memory” de Michel Franco, la directora Sophia Coppola, que presentó “Priscilla”, o el presidente del jurado, Damien Chazelle, director de películas como “La la land” o “Babylon”.
Tanto Driver como Chastain dejaron claro que su presencia en la Mostra no suponía traicionar la huelga sino todo lo contrario y esta última fue más allá al desvelar las presiones que los actores sufren para mantenerse callados.
De Lanthimos a Michel Franco, los favoritos
Pero más allá de la huelga, el cine habló por sí mismo y entró en cuestiones candentes, desde la crisis migratoria a la inteligencia artificial, el medioambiente, la memoria histórica, el feminismo, el amor y las segundas oportunidades y hasta la física cuántica.
De inmigración trata una de las favoritas, “Green border”, de Agnieszka Holland, que retrata la pesadilla kafkiana de los demandantes de asilo que llegaron a la frontera de Bielorrusia con Polonia en octubre de 2021 y acabaron siendo un arma arrojadiza entre ambos países: al menos 49 murieron.
El que destaca con mayor puntuación, tanto en las votaciones de la crítica internacional como la italiana que publica diariamente la revista del certamen, es Yorgos Lanthimos, el director de películas como “Langosta” o “Canino”, que vuelve a demostrar su gusto por las historias imaginativas y fuera de lo común en “Poor things”.
Se trata de una adaptación del cuento fantástico de Alasdair Gray sobre una mujer -una Emma Stone que suena fuerte para la Copa Volpi a la mejor actriz- que es devuelta a la vida por un cirujano de métodos poco ortodoxos (Willem Dafoe) y que se embarca en un viaje de liberación sexual e intelectual.
A esas dos favoritas se ha sumado una candidata de última hora, “Memory”, del mexicano Michel Franco, que ha emocionado con su segundo largometraje en inglés después de “Chronic” (2015), un drama romántico que también habla de salud mental y que protagonizan Jessica Chastain y Peter Sarsgaard.
Fincher, Bradley Cooper y Larraín, dividen
También han gustado mucho “La Bête”, libérrima e imaginativa adaptación de Henry James del francés Bertrand Bonello; “The promised land”, un monumental filme de época dirigido por Nikolaj Arcel que podría darle la Copa Volpi al actor Mads Mikkelsen, o “Io Capitan”, otro relato sobre la inmigración, a cargo del italiano Matteo Garrone.
Hamaguchi sedujo con su hipnótico canto a la naturaleza, “Evil does not exist” y el alemán Tim Krögger sorprendió con una historia de espionaje, física cuántica, amor y pesadillas que se desarrolla en los Alpes suizos en 1962, filmada en blanco y negro.
Más han dividido los títulos más esperados, entre ellos “Priscilla”, el retrato de la mujer de Elvis Presley de Sophia Coppola, y las que llegaban de la mano de Netflix, como “The Killer” de David Fincher, “Maestro”, el filme sobre Leonard Bernstein de Bradley Cooper, y “El Conde” de Pablo Larraín, que convierte a Pinochet en un vampiro.
“Ferrari” de Michael Mann defraudó, salvo por la actuación de Penélope Cruz, y tampoco cumplió con las expectativas Ava Duvernay y sus reflexiones sobre el racismo en “Origin”.