Argentina,1985, la obra dirigida por Santiago Mitre, que relata el juicio contra los máximos responsables de la última dictadura cívico-militar (1976-1983) de Argentina, fue seleccionada este martes para competir por el Óscar junto con “All Quiet on the Western Front” (Alemania), “Close” (Bélgica), “The Quiet Girl” (Irlanda) y “EO” (Polonia).
El film argentino parte como uno de los máximos favoritos para llevarse la estatuilla dorada, luego de obtener el Globo de Oro a mejor película internacional, galardón que sirve como una suerte de anticipo de los Óscar.
Y no es para menos: en los últimos diez años, los ganadores del Óscar y del Globo de Oro a mejor película internacional coincidieron en siete ocasiones, un precedente que eleva las posibilidades de la película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzini.
De esta forma, "Argentina, 1985" podría escribir un capítulo más del largo idilio entre el cine argentino y los Óscar, algo que comenzó a fraguarse hace casi medio siglo y que no tiene visos de extinguirse en el tiempo.
Primera nominación y primer premio
Basada en la novela homónima del uruguayo Mario Benedetti, “La tregua” (1974) fue la primera película argentina y la segunda de Suramérica en ser nominada al Óscar a mejor película extranjera, después de la brasileña “El pagador de promesas” (1962).
“La tregua”, que contaba con cineastas tan destacados como Héctor Alterio, Ana María Picchio o Luis Brandoni en su elenco, no pudo competir ese año con “Amarcord”, la última película de Federico Fellini que fue premiada por la Academia de Hollywood.
Transcurrió una década hasta volver a ver una película argentina entre las cinco nominadas al Óscar. Fue "Camila" (1984), cinta dirigida por María Luisa Bemberg que, sin embargo, no fue capaz de imponerse a la suiza "La diagonal del loco" en la gala final.
Como suele decirse, a la tercera fue la vencida: el cine argentino conoció la gloria internacional un año después, gracias a "La historia oficial" (1985), una obra ambientada, precisamente, en el ocaso de la dictadura.
Con un tono narrativo muy emotivo, esta película de Luis Puenzo seguía a una profesora de clase acomodada, interpretada por Norma Aleandro, que comienza a tomar conciencia de las atrocidades cometidas durante la época del terrorismo de Estado, como la desaparición de bebés.
El camino al segundo Óscar
Tras ese hito histórico, Argentina rozó la estatuilla en dos ocasiones: "Tango. no me dejes nunca" (1998), de Carlos Saura, y "El hijo de la novia" (2001), de Juan José Campanella, perdieron la oportunidad de hacerse con el Óscar en detrimento de "La vida es bella" (Italia) y "En tierra de nadie" (Bosnia y Herzegovina), respectivamente.
Campanella, lejos de sucumbir al desánimo, consiguió un lugar destacado en la historia del cine argentino unos años después con "El secreto de sus ojos" (2009), cinta inspirada en la novela "La pregunta de sus ojos", de Eduardo Sacheri, que consiguió el Óscar a mejor película extranjera.
Consagrada como una de las películas más taquilleras de Argentina, "El secreto de sus ojos" tenía todos los elementos para brillar, con una trama repleta de misterio y una historia de amor inolvidable, impulsada por las interpretaciones de Ricardo Darín y Soledad Villamil.
Ese mismo Darín protagonizó uno de los seis fragmentos de "Relatos salvajes" (2014), la séptima película argentina en ser nominada al Óscar a mejor película extranjera.
En esa cinta, dirigida por Damián Szifron y con los españoles Pedro y Agustín Almodóvar en la producción, Darín se metió en la piel de Simón Fisher, un ingeniero experto en explosivos que, asqueado por una burocracia absurda y varios acontecimientos desdichados, hace estallar su vehículo, transformándose en un ídolo popular: "Bombita", como el propio actor se denomina en redes sociales.
Otros galardones argentinos
El éxito del cine argentino en Hollywood no se limita a la categoría de "Mejor película extranjera".
Sin duda, el caso más destacado es el del músico y compositor Gustavo Santaolalla, quien obtuvo el Óscar a la mejor banda sonora por "Brokeback Mountain" (2005) y "Babel" (2006), premio que había logrado previamente el pianista Luis Bacalov por "El cartero" (1995).
Asimismo, el director artístico Eugenio Zanetti ganó el Óscar al mejor diseño de producción por "Restauración" (1995), el productor franco-argentino Nicolas Schmerkin recogió el Óscar al mejor cortometraje de animación por "Logorama" (2009) y los guionistas Armando Bó y Nicolás Giacobone se llevaron el Óscar al mejor guion original por "Birdman" (2014).
El último de los argentinos en recibir una estatuilla fue Lalo Schifrin, histórico compositor y director de orquesta, que recibió el Óscar honorífico en 2018 por su trayectoria profesional.