Con una gala televisada llena de estrellas de Hollywood, el Bevery Hilton de Los Ángeles presenció la edición más diversa de los Globos de Oro, con estrellas asiáticas, negras y latinas a la cabeza de la ceremonia, quienes durante sus discursos expresaron lo duro que había sido hacerse un espacio en la industria hollywoodense.
Todo ello después de que los premios estuvieran a punto de desaparecer, tras dos años en los que se han enfrentado a numerosas críticas y boicots, con acusaciones de corrupción y falta de diversidad racial entre sus integrantes, tema que los organizadores enfrentaron esta noche con humor y constantes burlas.
El cómico afroamericano Jerrod Carmichael, presentador de la gala, fue el primero en recordar que los premios del año pasado no se transmitieron en televisión “porque la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood no tenía ningún miembro de raza negra hasta que George Floyd murió”.
Los premios celebraron a la diversidad, con un Guillermo del Toro exultante al recibir el premio a la mejor película de animación.
“Estoy feliz de estar en persona, algunos ya están borrachos y ¿qué puede ser mejor? Es un año increíble para el cine”, dijo el mexicano, que en 2018 se convirtió en el tercer director latino en conseguir el galardón de mejor director con La forma del agua en estos premios considerados la antesala de los Óscar.
En uno de los discursos más emotivos de la noche (con permiso de Volodímir Zelenski, que intervino a través de un vídeo), el cineasta argentino Santiago Mitre de Argentina, 1985, Globo de Oro a la mejor película extranjera, celebró -acompañado del protagonista de la cinta, Ricardo Darín- la importancia de seguir luchando por la democracia.
"Quiero compartir esto con todas las personas que desde la dictadura han estado luchando por la democracia en Argentina y siguen luchando", dijo sobre la película que sigue el juicio contra los responsables de la dictadura en Argentina durante la década de 1980.
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Pero si hubo un protagonista de la noche fue el cineasta Steven Spielberg y Los Fabelman, el drama autobiográfico inspirado en su niñez y juventud. Logró el galardón a la mejor película dramática y el del mejor director.
"Me he estado escondiendo de esta historia desde que tenía 17 años", reconoció el cineasta sobre la cinta que retrata con nostalgia los primeros años de vida.
Los espíritus de la isla de Martin MacDonagh fue la cinta más premiada de la noche al conseguir el premio a la mejor película de comedia o musical, así como los de mejor actor de comedia o musical para Colin Farrell y mejor guion para el angloirlandés McDonagh, también director.
Todo en todas partes al mismo tiempo tuvo dos premios en una noche en la que Cate Blanchett y su papel en Tár fue reconocida como la mejor actriz dramática y Austin Butler el de mejor actor dramático, por su papel en la cinta biográfica Elvis.
Michelle Yeoh recibió el premio a mejor actriz de comedia o musical por Todo en todas partes al mismo tiempo y en su discurso recordó lo difícil que fue conseguir un papel protagónico durante su carrera al ser una mujer malaya de origen chino. “Los Daniels (los directores) tuvieron el coraje de hablar de una mujer inmigrante asiática”, aplaudió.
El desfile de nacionalidades prosiguió cuando el compositor indio M.M. Keeravani derrotó a las súper estrellas de pop Lady Gaga, Taylor Swift y Rihanna, al ganar el premio a mejor canción original por su trabajo Natuu Natuu de la película RRR.
Televisión
En cuanto a las mejores producciones televisivas del año, las series Abbott Elementary y The White Lotus fueron las más premiadas, con tres y dos galardones respectivamente, incluidos los de mejor serie de comedia o musical y mejor miniserie.
Y House of the Dragon, la precuela de Game of Thrones, ganó el Globo de Oro a la mejor serie dramática en una noche en la que Zendaya recibió el premio a la mejor actriz de serie dramática por la segunda temporada de Euphoria y Kevin Costner el de mejor actor de serie dramática por Yellowstone.
También fueron reconocidas con distintos premios las producciones The Bear, Dahmer Monster: The Jeffrey Dahmer Story, Ozark, The Dropout y Black Bird.
Por su parte, el productor Ryan Murphy recibió el premio Caroll Burnett a la diversidad y confesó que “es difícil ser parte de la comunidad LGBT en Estados Unidos y en cualquier lugar del mundo”.
“Por eso para los niños que nos ven hoy les enseño a MJ Rodriguez, Billy Porter y Jeremy Pope como ejemplos de lo que es posible”, expresó en una noche en la que se homenajeó la carrera del actor Eddie Murphy.