Patricio Guzmán: “La extrema derecha tiene fuerza pero no porvenir”

Marta GardeCannes (Francia), 21 may (EFE).- El director Patricio Guzmán, que ha articulado en torno a Chile su obra cinematográfica, regresa a su país natal con un documental optimista ante el cambio emprendido y una constatación: “La extrema derecha tiene fuerza pero no porvenir”.

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“Mi país imaginario”, estrenado en las Sesiones Especiales de la 75 edición del Festival de Cannes, que concluye el 28 de mayo, comienza con el estallido social de octubre de 2019 y ahonda en esa protesta que ha derivado en el proceso de redacción de una nueva Constitución.

La subida de 30 pesos en el precio del boleto del metro fue la chispa que "incendió el país" y que originó "una revolución espontánea, sin organización, por internet", a la que el cineasta ve posibilidades de triunfo.

"Quienes se oponen al crecimiento de la historia son los mismos de siempre. La derecha no tiene ningún futuro. Lo que propone en Chile es absurdo, es el pasado, y el pasado ya se ha probado que no sirve, entonces no tiene mucho porvenir político. Tiene fuerza pero no porvenir", dijo a un reducido grupo de prensa internacional, incluida EFE.

Guzmán (Santiago de Chile, 1941) narra su relato a través de algunas de sus protagonistas femeninas: "Son las que tienen más claro lo que hay que hacer. La mujer chilena es muy avanzada en general, históricamente siempre ha sido así. En la mitad del rodaje me di cuenta de que eran más claras y pensé que eran ellas las que iban a contar la película".

Con "Mi país imaginario" vuelve a Cannes tras haber presentado en 2019 "La cordillera de los sueños" y haber ganado entonces el premio al mejor documental.

Esa obra cerró una trilogía integrada también por "Nostalgia de la luz" (2010), también proyectada en el certamen, y "El botón de nácar" (2015), la primera enmarcada en el norteño desierto de Atacama y la segunda en el océano y la naturaleza del sur chileno.

"Este festival es muy importante. Le da mucha publicidad a la película, la hace distribuir mejor", apuntó el director, optimista él sobre el cambio en su país "en la medida en que en Chile la gente está optimista".

El proceso constituyente arrancó en 2020 y la Comisión de Armonización, encargada de las últimas correcciones del borrador de la Constitución llamada a sustituir a la heredada del régimen militar, inició este pasado martes su trabajo, abriendo así la última etapa del proceso antes de su votación el 4 de septiembre.

En Chile, donde en diciembre arrasó en las urnas el izquierdista Gabriel Boric "hay una necesidad de transformar el Estado en todo el sentido de la palabra: territorialmente, económicamente, financieramente", sostuvo Guzmán. "Hay un deseo de transformar el país en algo más decente".

El cineasta constató que "puede haber cambio sin violencia. En Chile lo está habiendo. Hay violencia, pero no es una guerra civil". Las protestas han provocado en su país una treintena de fallecidos y miles de heridos, y su cinta se hace eco de esos daños colaterales y habla con algunos lesionados.

Él reside en París y no tiene intención de volver a instalarse en allí. "Lo conozco de sobra. He vivido mucho tiempo en Chile, en España y en Cuba. Lo importante no es tanto vivir en ese lugar, sino tener un propósito, y mi propósito es seguir haciendo películas sobre Chile, no importa dónde esté".

Su próximo proyecto lo tendrá de nuevo como protagonista. “Solo sé hacer películas de Chile. Tengo una grave limitación. Me gusta mucho. Viajo a Chile cuando quiero hacer una película, vuelvo a París a montarla, que es donde me financian las películas, vuelvo a Chile y así continúo”, concluyó.

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