“Cuando nos avisaron que estábamos seleccionados saltamos, nos abrazamos, lloramos”, cuenta Covarrubias en un estudio en el Centro Cultural Mapocho, exterminal de trenes de Santiago, donde durante tres años realizó este corto de 15 minutos, animado y sin diálogos que transmite las emociones más intensas de una historia real y siniestra durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En la producción trabajó un equipo de 20 personas que el 8 de febrero celebraron el último de los varios reconocimientos internacionales que ha sumado “Bestia”: la nominación al Óscar en la categoría de mejor cortometraje animado, que la convierte en la decimotercera producción chilena que llega a esa instancia en Hollywood.
Antes ganó el festival Clermont-Ferrand, el más relevante en cortometrajes; el festival Internacional de Cine de Animación de Annecy y el festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Covarrubias, de 44 años, cuenta que en 2016 decidió hacer series de personajes poco conocidos de la historia política de Chile. Revisando libros y solicitando información a historiadores, un nombre se repetía como un gran prospecto para empezar: Ingrid Olderöck, una agente de la policía secreta de Pinochet que torturaba sexualmente a mujeres y adiestraba perros para estos vejámenes.
El historial de Olderöck (1944-2001) -hija de alemanes simpatizantes del nazismo- que se desarrolló en un centro de detención clandestino en Santiago, impactó a Covarrubias, quien decidió hacer este cortometraje con la técnica de animación Stop Motion, que consiste en dar movimiento a objetos o muñecos inanimados con fotografías de 12 o 24 cuadros por segundo.
-¿Quién fue Ingrid Olderöck?
-Es una persona que encarna el mal que reinó en Chile en dictadura. Es un elemento que trabajaba para las esferas de poder de la dictadura. En su condición de ser mujer ella cumplía una labor que era entrenar a mujeres para que torturan mujeres.
Una persona que se dedica a quebrar almas como ella obviamente tienen que haberle quebrado el alma en algún momento. Olderöck tenía muchas desviaciones mentales, era una mujer muy paranoica, llena de traumas que trataba de validarse constantemente.
-¿Cuál es el papel del perro de Olderöck en el cortometraje?
-En el cortometraje uno de los aspectos que nosotros quisimos tocar es la relación íntima con su perro. Ella tenía tres perros, pero nosotros en el cortometraje ‘ficcionamos’ esa parte y quisimos mostrar el perro más importante que era Volodia y poco a poco se va develando que es lo que hace con el perro. En la realidad, lo que ella hacía era adiestrar perros para cometer torturas, principalmente para cometer violaciones a mujeres.
-¿Por qué decidió rodar en formato Stop Motion?
-Esta técnica yo la vengo trabajando desde el 2005, básicamente es lo que sé hacer. Nos gusta porque hay un componente plástico, manual y lo análogo permite generar mundos que serían muy difíciles de crear de forma digital. Utilizamos sets a escala en miniatura fabricados de cartón y personajes de 25 centímetros elaborados con acero articulado, tela y poliuretano.
-¿Por qué cree que Bestia ha logrado conquistar a público en el exterior?
-Bestia destaca por la temática, la estética, por la forma en que está trabajada esta temática política. También el género, un thriller psicológico y político que terminó siendo un cortometraje que se diferenciaba bastante del resto, que no termina con un final feliz; en ese sentido también es distinto al resto, es bastante crudo y potente.
-¿Qué significado tiene para usted una nominación al Óscar?
-Estar nominado en los Premios Óscar es muy importante porque le da más credibilidad a tu película y obviamente se abren puertas a la carrera de director cinematográfico y para el equipo. Pero lo más importante es el tema del que se está hablando y las personas que sufrieron este tipo de vejaciones.
Chile carece de una industria de producción audivisual como en Argentina o México en la región, pero ha logrado en la última década ganar tres premios Óscar: Claudio Miranda, mejor fotografía por la película “Life of Pi” (2013), “Historia del Oso”, mejor cortometraje animado (2014), y “Una Mujer Fantástica”, como mejor película de habla no inglesa.