En el filme, dirigido por Adam McKay, Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio interpretan a dos astrónomos que viajan por Estados Unidos para advertir a la población de que un meteorito se precipita hacia la Tierra.
En una escena de la película, el personaje de Lawrence, después de ver el meteorito y enterarse de su peligro, se fuma un porro para relajarse. Esta interpretación es real, ya que la actriz pensó que sería más creíble y original rodar también bajo los efectos de las drogas, según ha publicado el portal Yahoo! Movies.
El director ha explicado que la actriz le pidió permiso para fumar marihuana en esa escena, en la que aparece junto a Meryl Streep y hace un monólogo de varios minutos, y McKay le respondió que sí.
La actriz ganadora del Óscar por Silver Linings Playbook, aclaró que cuando se drogó en el rodaje “no estaba embarazada en ese momento” para evitar posibles confusiones, puesto que hace apenas dos meses anunció que espera su primer hijo con Cooke Maroney, con el que se casó en 2019.
En otra entrevista, con la revista Vanity Fair, la actriz habló de su sueldo en No miren arriba y aseguró que cobró casi 5 millones de dólares menos que DiCaprio a pesar de ser ella la que aparece primero en los créditos.
No obstante, Lawrence aseguró que el actor atrae más espectadores que ella y que se siente muy feliz con su contrato, aunque también reconoció que en muchas ocasiones es "extremadamente incómodo preguntar acerca de la igualdad salarial".
"Y si cuestionas algo porque parece desigual, te dicen que no es una disparidad de género, pero no son capaces de explicarte qué es exactamente", precisó.
La revista señala que, según un reciente informe de Variety, a Lawrence le pagaron 25 millones de dólares por la película, mientras que DiCaprio recibió 30 millones.