“No tengo ni idea de cuál será mi décima película. Esa es una posibilidad”, respondió, al ser preguntado por la tercera parte de la emblemática saga protagonizada por Uma Thurman.
Tarantino aseguró estar “llegando al final” de su carrera cinematográfica, ante una sala repleta de periodistas y fanáticos del director que se agolparon en masa en el escenario en busca de un codiciado autógrafo al término de la rueda de prensa.
"Tener un hijo (a principios del año pasado) ha sido casi calculado para que fuera al final de mi carrera, cuando todas mis prioridades han cambiado", expresó el cineasta, quien ha avisado en repetidas ocasiones de que pondrá la guinda a su trayectoria con una décima y última película.
Desde “Reservoir Dogs” (1992), Tarantino ha creado escenarios icónicos y ha cambiado la historia en la ficción, como en “Bastardos sin gloria” (Inglourious Basterds), ambientada en la Alemania nazi.
"Estaba atrapado y no sabía cómo salir, así que decidí matar a Hitler, y me pareció bastante buena idea", rió sobre cómo pensó en este desenlace.
“Es mi final”
Y lanzó un mensaje a quienes lo acusan de repetir finales en su películas: "Puedo hacerlo porque es mi final, soy al que se le ocurrió esta mierda. Tú no puedes hacerlo porque me estarías robando. Yo puedo hacerlo cada jodida vez: es mío", soltó entre carcajadas, propias y del público.
“Con la excepción de Había una vez en... Hollywood” (Once upon a time in Hollywood), creo que nunca he creado un mundo del que necesariamente me gustaría formar parte”, declaró, tras hacer un rápido repaso de algunos de sus personajes.
Se “llevaría bien” con Cliff Booth, interpretado por Brad Pitt en dicha película, y discutiría con el personaje de Leonardo DiCaprio, Rick Dalton, “un llorón”. “Me gusta Rick, pero creo que tiene una gran carrera y no se da cuenta, no la aprecia”, argumentó.
"Es divertido esto, porque aunque me gusten mis personajes no necesariamente saldría con ellos", reflexionó.
La película que borraría de la historia
Tras dedicar otro rato a pensar la respuesta, declaró, serio por un momento, que si pudiera borrar una película de la historia del cine sería “El nacimiento de una nación”, de David Wark Griffith, porque “no solo tiene que ver con el racismo, sino que además hizo resurgir el Ku Klux Klan otra vez en el siglo XX en Estados Unidos”.
Sobre su último proyecto, la adaptación literaria de “Once upon a time in Hollywood” (2021), Tarantino narró haber “crecido leyendo adaptaciones literarias de películas”.
“Leía adaptaciones literarias de películas que ni siquiera había visto. Hace unos tres años releí algunas de las que más me gustaron y pensé que era muy genial y que debería hacer lo mismo con alguna de las mías”, explicó.
Escribió los dos primeros capítulos de “Reservoir Dogs”, pero paró y pensó: “¿Qué rayos estoy haciendo? ¡Debería ser de ‘Once upon a time in Hollywood’! Ha sido lo último que he hecho, parece que a la gente le ha gustado y funcionaría bien”, contó, y aprovechó todo el material que había recopilado y no había incluido en la cinta para escribir el libro.