El jurado ha buscado soluciones salomónicas en una edición muy disputada y ha otorgado el Premio especial del jurado a “After Blue” y menciones especiales a “The Blazing Wold”, “The Execution” y “The Innocents”.
El realizador de “Nitram”, Justin Kurzel, se ha alzado con el Premio a la mejor dirección y el actor protagonista de este filme, Caleb Landry Jones, ha compartido el Premio al mejor actor con Franz Rogowski, intérprete de “Luzifer”.
La película ganadora, “Lamb”, es un largometraje sobre la maternidad y el duelo, ambientada en una granja aislada en las montañas de Islandia.
"Es una historia alegórica explicada de una manera inesperada que nos ha sorprendido a todos", ha argumentado el guionista y miembro del jurado Antonio Trashorras, tras reconocer que la elección "ha sido difícil" porque, "con cinco personas en el jurado, es normal que la favorita de cada uno se tenga que arrinconar para buscar la que nos gusta a todos".
Joaquín Reyes, también miembro del jurado, ha puesto la nota de humor cuando se ha referido al protagonismo que tienen las ovejas que pastorea la pareja protagonista del filme y ha dicho que "su interpretación es estupenda" y "hay ovejas que transmiten más que muchos actores".
El año del hombre lobo
El director del festival, Ángel Sala, se ha sumado a la broma y ha añadido que es de “justicia poética”, que “en el año del hombre lobo (tema central de la presente edición de Festival) haya ganado el cordero”.
"En general -ha añadido la miembro del jurado Luna-, el nivel de la sección a competición ha sido muy bueno y nos ha costado decidir: por eso hemos optado por los premios 'ex aequo'".
El Premio de la critica José Luis Guarner también ha sido “ex aequo” a “Mad God” y a “After Blue”, un filme protagonizado exclusivamente por mujeres porque retrata un mundo en el que los hombres se han extinguido.
"Es una película muy especial de la que se seguirá hablando durante mucho tiempo después del Festival", ha augurado Alaska, también miembro del jurado.
Europa y Latinoamérica
Mas unánime ha sido la decisión del jurado del Méliès de Plata a la mejor película europea del festival, que ha recaído en “Tres”, un largometraje en el que el director español Juanjo Giménez explora nuevas maneras de narrar una buena historia.
El Premio Blood Window a la mejor película latinoamericana del certamen ha sido para “A nuvem rosa”, un filme brasileño en el que los protagonistas se ven obligados a confinarse.
"El miedo al aislamiento, el fanatismo y los problemas medioambientales son temas muy presentes en las películas que hemos visto en Sitges -ha apuntado Reyes-, todos ellos muy relacionados con los tiempos que vivimos".
La directora general de la Fundación Sitges, Mónica Garcia, ha hecho una valoración muy positiva de la edición que finaliza mañana, porque “la venta de entradas ha subido un 76 % respecto al año pasado y ha bajado un 9,6 % respecto a la edición anterior a la pandemia, unas cifras que, teniendo en cuenta que hemos tenido el límite de aforo del 70 % hasta ayer, son extraordinarias”.
“El público ha vuelto a las salas con pasión y hay películas que se han convertido en ‘hits’ que todo el mundo quiere ver, como “Veneciafrenia” y “Last night in Soho”.