Jenkins dará así continuación a la cinta de Jon Favreau que, siguiendo técnicas de animación hiperrealistas y asombrosamente naturalistas que le acercaban a la estética de un documental, reimaginó el clásico de Disney El Rey León (1994) y arrasó en la taquilla al recaudar 1.657 millones de dólares en todo el mundo.
Con las voces de Donald Glover, Beyoncé y Chiwetel Ejiofor en su versión original, ese “remake” de El Rey León se convirtió en la cinta de animación más taquillera de la historia y figura en el séptimo puesto de las películas con más ingresos de todos los tiempos (sin tener en cuenta la inflación).
Jenkins tomará ahora las riendas de esta secuela sin reparto confirmado, sin fecha de estreno fijada y sin grandes detalles de su argumento, aunque Deadline apuntó que la trama explorará la mitología de los personajes de El Rey León y que podría combinar una trama en el pasado y en el presente.
“Mientras ayudaba a mi hermana a criar a dos pequeños durante los años 90, crecí con estos personajes”, dijo Jenkins.
“Tener la oportunidad de trabajar con Disney para expandir este magnífico cuento de amistad, amor y legado mientras impulso mi trabajo relatando las vidas y las almas del pueblo dentro de la diáspora africana es un sueño hecho realidad”, añadió.
Con solo dos películas en su filmografía, Jenkins se ha convertido en uno de los directores más prestigiosos del cine contemporáneo en EE.UU.
Debutó con Moonlight, un drama de aliento poético y extrema sensibilidad que narraba, en tres actos, la búsqueda interior de un joven en un suburbio negro de Miami para aceptar su identidad homosexual y lidiar con un barrio marcado por la pobreza y las drogas.
Jenkins se llevó el Óscar al mejor guion original de Moonlight junto a Tarell Alvin McCraney.
La cinta ganó también la estatuilla al mejor actor de reparto, que fue para Mahershala Ali, y el galardón a la mejor película-
Posteriormente, el realizador afroamericano estrenó If Beale Street Could Talk (2018), adaptación de la novela homónima del escritor James Baldwin.
Marcado de nuevo por el romanticismo y la atención al detalle que caracterizan al cine de Jenkins, este filme se centraba en la historia de amor de una pareja de afroamericanos que se ve abruptamente interrumpida cuando el hombre es encarcelado por una presunta violación.
De cara al futuro, Jenkins tiene previsto, entre otros proyectos, estrenar una adaptación televisiva de la exitosa novela The Underground Railroad de Colson Whitehead y presentar una película biográfica sobre el famoso coreógrafo afroamericano Alvin Ailey.