La noticia llega un día después de que Tenet, la nueva cinta de Christopher Nolan, se aplazara hasta el 12 de agosto en lugar del 31 de julio por el mismo motivo, lo que supondrá alargar el parón de actividad del negocio de los cines, que habían comenzado a abrir en ciertas zonas de Estados Unidos con medidas de distanciamiento social.
Ambas películas son las dos primeras superproducciones en el calendario de estrenos tras la cuarentena.
Mulan iba a estrenarse en cines de todo el mundo el 27 de marzo, pero Disney decidió a última hora posponer su estreno hasta el 24 de julio (ahora 21 de agosto).
De hecho, justo al inicio de la pandemia se celebró un evento multitudinario en Hollywood para presentar la película, que a los pocos días tuvo que cancelarse.
Ahora el nuevo récord diario de contagios en Estados Unidos, con casi 40.000 nuevas infecciones en las últimas 24 horas, ha puesto en alerta a las autoridades federales y estatales del país, que han endurecido sus medidas otra vez para evitar más contagios.
Este filme es una nueva versión del clásico de animación con actores y escenarios reales, dirigido por la cineasta Niki Caro.
Esta versión ha contado con uno de los mayores presupuestos de la factoría de Mickey Mouse para las readaptaciones de clásicos, que ha superado los 250 millones de dólares, siguiendo la estrategia que Disney ha aplicado ya con El Rey León, Aladdin y Dumbo.
ATENTOS A “TENET”
Con los cambios de fechas, ahora Tenet vuelve a tener el honor (y el notable riesgo económico) de inaugurar regreso a los cines tras la pandemia.
Protagonizada por John David Washington, Robert Pattinson y Elizabeth Debicki, Tenet es un thriller del que no se sabe gran cosa al margen de que su premisa gira en torno a la manipulación del tiempo.
El reto económico para la industria cinematográfica es doble: Por un lado la ausencia de títulos en la cartelera impide que las salas de cines ya abiertas puedan recuperar al público pero, por otra parte, la restricción de aforo e incertidumbre podría suponer que ambas películas generen pérdidas a los estudios si llegan a los locales.
Para amortizar una superproducción de Hollywood (que superan los 100 millones de dólares de presupuesto e incluso los 200 millones), un estudio no necesita solo que las salas estén abiertas sino que estén funcionando a pleno rendimiento.
Tenet requirió un presupuesto de más de 200 millones de dólares, mientras que la nueva Mulan contó más de 250 millones.