El filme histórico sobre el juicio al militar judío Alfred Dreyfus, recompensado con el Gran Premio del jurado en la Mostra de Venecia, cuenta con 12 nominaciones, incluidas en las categorías principales de mejor película y mejor dirección.
Supera además a Los Miserables -candidata al Óscar a la mejor película extranjera- y a La belle époque, con 11 cada una.
Los premios César no deben “adoptar posiciones morales”, defendió el presidente de la Academia, Alain Terzian, al anunciar el miércoles las nominaciones.
“Salvo que yo esté equivocado, 1,5 millones de franceses fueron a ver (la) película” de Polanski, agregó, destacando el éxito en taquilla de El oficial y el espía.
“La Academia es libre de elegir a quien quiera y en su manera de funcionar” añadió el ministro de Cultura, Franck Riester.
La secretaria de Estado para la Igualda de hombres y mujeres, Marlène Schiappa, indicó sin embargo que en su opinión “no se está respetando a las mujeres”.
El estreno del largometraje a finales de 2019 en Francia estuvo marcado por llamamientos al boicot después de que una fotógrafa francesa, Valentine Monnier, asegurara a la prensa que Polanski la violó en 1975, cuando ella tenía 18 años.
El director francopolaco, de 86 años, lo negó por medio de su abogado.
Polanski se encuentra prófugo de la justicia de Estados Unidos, donde en 1977 fue acusado de haber violado a una menor de 13 años.
Otras mujeres han asegurado en los últimos años haber sido víctimas de agresiones sexuales por parte del director.
“¡Vergüenza!”
El anuncio de las nominaciones a los premios César, cuya ceremonia tendrá lugar el 28 de febrero en la Sala Pleyel de París, suscitó una ola de reacciones en las redes sociales.
“12 nominaciones para el filme El oficial y el espía. ¡12 como el número de mujeres que lo acusan de violación! ¡Qué vergüenza @LosCesar!”, tuiteó la asociación Osez le feminisme.
“Nos damos cita en la Sala Pleyel, estaremos allí como en la Cinemateca en 2017” , cuando se registraron protestas contra una retrospectiva consagrada al cineasta, agregó la organización.
En 2017, Polanski acabó renunciando a la invitación de presidir la ceremonia de los premios César, bajo presión de estas asociaciones.
Mientras la polémica en torno a este director data de muchos años, el cine francés se ha visto apenas sacudido por el escándalo @MeToo.
A finales de 2019, la primera denuncia de una actriz conocida pareció romper el silencio sobre esta cuestión en el cine galo.
La intérprete Adele Haenel, que se está abriendo camino en la escena internacional con la película Retrato de una mujer en llamas, acusó al director Christophe Ruggia de haberla acosado cuando ella era adolescente. El director fue procesado este mes por agresiones sexuales.
Haenel figura entre las nominadas al César a la mejor actriz por este filme sobre un amor lésbico, en competición el año pasado en el Festival de Cannes.