El Sindicato de Directores anunció esta noche en Los Ángeles (EE.UU.) sus galardones a los trabajos más votados en su gremio profesional, que en el apartado de cine suelen considerarse una guía para los Óscar ya que en los últimos cinco años el vencedor de los DGA Awards repitió victoria en los premios de la Academia.
En esta ocasión, Sam Mendes se llevó la medalla a la mejor dirección de un largometraje por su cinta 1917, con la que también arrasó en la última edición de los Globos de Oro al llevarse el trofeo al mejor director y mejor película dramática.
De este modo, 1917 parte como una de las indiscutibles favoritas al Óscar después de que tanto el gremio profesional y la crítica hayan aplaudido esta cinta bélica que prácticamente consta de un único plano secuencia.
Mendes, quien ya vivió la gloria de Hollywood por su afilado retrato sobre la sociedad consumista en Belleza americana (2000), se impuso a Bong Joon Ho, Martin Scorsese, Quentin Tarantino y Taika Waititi.
Por su parte, Alma Har’el ganó el premio al mejor debut en la dirección de un largometraje por Honey Boy.
Los DGA Awards también reconocieron los mejores trabajos en el apartado televisivo, donde la miniserie de HBO Chernobyl, dirigida por Johan Renck, volvió a imponerse tras triunfar en los Emmy y en los Globos de Oro.
Bill Hader, de Barry, venció en mejor dirección de una serie de comedia, y Nicole Kassell hizo lo mismo en serie dramática por Watchmen.
Además, Steven Bognar y Julia Reichert fueron reconocidos como los mejores directores de un documental por American Factory, el primer trabajo producido por la compañía audiovisual de Barack y Michelle Obama.