“Siento que, realmente, esta película es un reflejo de cómo el mundo ha cambiado, de cómo los latinos podemos llegar a interpretar personajes fuera de esos clichés y estereotipos y no somos el narco, la prostituta, el ladrón... sino que estamos llegando a interpretar la diversidad de lo que somos realmente los latinos, rompiendo esos paradigmas”, dijo a Efe la colombiana Natalia Reyes.
Bajo la dirección de Tim Miller (Deadpool) y con James Cameron de regreso en la producción, Terminator: Destino Oculto, que se estrena el 1 de noviembre, es una continuación directa de Terminator (1984) y Terminator 2 (1991), los dos filmes que reventaron la taquilla imaginando viajes en el tiempo y una guerra apocalíptica entre máquinas y seres humanos.
Esta nueva cinta presenta a Sarah Connor (Hamilton) y a Grace (Mackenzie Davis) tratando de proteger a Dani Ramos (Reyes), de quien depende el futuro de la Tierra y que está siendo perseguida por un nuevo y sanguinario Terminator (Luna).
Reyes (Pájaros de verano, 2018) admitió su fascinación por ponerse bajo los descomunales y brillantes focos de Hollywood.
“Llevo mucho tiempo trabajando, pero nunca me había enfrentado a una producción tan grande. La escala de esta película es enorme. La cantidad de gente que hay detrás de escena, unas 600 personas, es algo que nunca lo había visto”, explicó.
“Esta máquina, esta industria, el profesionalismo, el nivel de detalle... Es impresionante. Todos los días algo me sorprendía, me asombraba. ¿Hoy que es? Esta construcción, un tanque, autos, aviones, helicópteros... Era como estar todos los días en un parque de diversiones, pero la verdad es que fue una experiencia inolvidable”, contó.
Frente a ella, algo así como la esperanza de la humanidad en Terminator: Destino Oculto, aparece Luna, estadounidense de origen mexicano y aquí convertido en un Terminator doblemente escalofriante ya que puede dividirse en dos.
“Haciendo eso, es simplemente un híbrido hermoso de los icónicos T-800 (el Terminator de Schwarzenegger) y T-1000 (el Terminator de Robert Patrick en el segundo filme). Todas esas cosas crearon un villano muy peligroso y despiadado que me emocionaba interpretar”, concretó.
Luna, al que el público ha podido ver en la serie Agents of S.H.I.E.L.D., destacó la responsabilidad que sienten por poder abrir caminos para los latinos con esta cinta.
“Tienes que verlo hecho para saber que es posible. Creo que nosotros en esta posición damos un punto de referencia para que alguien lo vea y se prepare para entrar en un papel, ahora que ven que es posible”, dijo.
Y Reyes destacó, asimismo, que la diversidad de Terminator: Destino Oculto también se percibe en tener a tres mujeres como protagonistas de un largometraje de acción.
“Somos tres mujeres uniéndonos, siendo acechadas por este Terminator nuevo, y unidas. Tres mujeres completamente diferentes, de tres nacionalidades distintas, de tres edades distintas, que nos estamos uniendo, apoyando y tratando de entender: es otra de las cosas maravillosas de esta película”, opinó.
Además, la colombiana dijo que “uno de los grandes regalos” que se lleva de esta experiencia es haber podido convivir con Linda Hamilton.
“Es una mujer increíble. Creo que todas las mujeres que la vimos en la segunda entrega de Terminator y la vimos haciendo esos push-ups (flexiones), esa fuerza y esa emoción que tenía ese personaje... Todas queríamos ser Sarah Connor en algún momento”, argumentó.
“Pero aparte de haber podido conocer a la leyenda, pude vivir con ella todos estos meses y conocer a ese humano con corazón de oro: generosa, amorosa, entregada a su trabajo, disciplinada... En cada escena, la dedicación y pasión que tiene por este oficio son superinspiradoras”, aseguró.
Aunque quizá todavía más desafiante fue el reto de Luna, que se tuvo que medir frente a frente con el Terminator real: Schwarzenegger.
“Creo que Arnold diría, tras haber luchado conmigo durante horas y días, que yo también soy un Terminator real, pero él es definitivamente el original”, bromeó. “Simplemente tenía una buena actitud: venía a trabajar y aportaba. Y ver a alguien de 71 años, verle moverse, tan ágil como está, tan fuerte como parecía... Simplemente estoy muy orgulloso de haber estado junto a él”.