En una muestra de cine con más de 300 películas procedentes de 84 países del mundo es siempre difícil establecer tendencias, pero si hubiese que elegir una en la 44 edición de TIFF, que discurre hasta el 15 de septiembre en Toronto, es la de las películas biográficas.
Ayer se estrenó en TIFF Contra lo imposible, sobre el mítico ingeniero Carroll Shelby de la compañía automovilística Ford; y el sábado fue el turno de A Beautiful Day in the Neighborhood, en el que Tom Hanks da vida al icono televisivo Fred Rogers.
También está Mi nombre es Dolemite, con Eddie Murphy representando al cómico Rudy Ray Moore; The Two Popes, en la que Fernando Meirelles transforma a Jonathan Pryce y Anthony Hopkins en los papas Francisco y Benedicto, respectivamente; o Judy, de Renee Zellweger convertida en la mítica Judy Garland.
Como guinda, la presente edición de TIFF terminará el domingo con el estreno mundial de Radioactive, dirigida por Marjane Satrapi, sobre la vida de la premio Nobel Marie Curie, a la que interpreta Rosamund Pike.
Pero antes de eso hoy TIFF ha programado Harriet, un “biopic” sobre la abolicionista estadounidense Harriet Tubman, una mujer que tras escapar de la esclavitud a riesgo su vida para que otros afroamericanos pudiesen conseguir la libertad.
Tubman fue la creadora en el siglo XIX del llamado “ferrocarril subterráneo”, una red clandestina de casas seguras establecida para cobijar a los esclavos que escapaban de los estados del sur de Estados Unidos y buscaban la libertad en Canadá o estados libres.
En Harriet, de la directora Kasi Lemmons (Talk to Me, 2007), la actriz Cynthia Erivo da vida a Ross, una esclava en una plantación del estado de Maryland, que a mediados del siglo XIX decide arriesgar su vida y caminar 160 kilómetros hacia Filadelfia para conseguir la libertad.
En el trayecto, Ross, que consigue ayuda de una variedad de individuos, decide adoptar un nuevo nombre, Harriet Tubman, y dedicarse a ayudar a todos aquellos esclavos que, como ella, quieren escapar de la esclavitud del sur.
La segunda cinta de hoy, Honey Boy, es también en cierta forma una película biográfica escrita e interpretada por el actor Shia LaBeouf y dirigida por la directora israelí Alam Har’el (Bombay Beach, 2011) . Pese a que el filme no es presentado como una autobiografía de LaBeouf, sí que sigue la difícil vida de un actor infantil y su explotador padre reflejando muchos capítulos de las propias experiencias del autor.
En Honey Boy, Otis (un joven actor interpretado por Lucas Hedges) reflexiona sobre su infancia y la vida con su padre, James (LaBeouf), un alcohólico, veterano militar que lo maltrata física y psicológicamente.
Mientras siguen los estrenos, los críticos en TIFF siguen descubriendo películas y apuntando las mejores del festival canadiense que muchos consideran el mejor barómetro para predecir las que triunfarán en los Óscar.
Tras el estreno mundial el domingo de Jojo Rabbit, la extraña película estadounidense ha entrado en contienda.
Dirigida por el neozelandés Taika Waititi (Thor: Ragnarok, 2017), Jojo Rabbit cuenta con intérpretes como Sam Rockwell, Scarlett Johansson, Rebel Wilson, Thomasin McKenzie y el propio Waititi.
Jojo Rabbit es una salvaje sátira que narra la historia de un niño alemán, Jojo Betlzer, durante la Segunda Guerra Mundial que consulta con su mejor amigo imaginario, nada más y nada menos que Adolf Hitler (Waititi), cuando descubre que su madre (Scarlett Johansson) está ayudando a escapar a judíos.
También hoy en TIFF se realizan tres estrenos de películas hispanas. Uno es el estreno mundial de la coproducción entre Cuba, Costa Rica y Francia Agosto, de Armando Capó, y el segundo el estreno norteamericano de la mexicana Chicuarotes, dirigida por Gael García Bernal, la segunda película como realizador del actor.
El tercer y último es el estreno norteamericano de O que arde, una coproducción entre España, Francia y Luxemburgo de Oliver Laxe e interpretada por Amador Arias y Benedicta Sánchez.