“Creo que el terror es una liberación que necesitamos. Vivimos en un mundo que es un poco espeluznante a veces”, dijo la actriz estadounidense de origen puertorriqueño. “Y creo que la gente cada vez encuentra menos y menos razones para ir al cine, pero me parece que las películas de terror son realmente catárticas para el público viéndolas en grupo. Es divertido que te asusten y que agiten tu corazón”.
Muy popular por la comedia televisiva Parks and Recreation, Plaza (Wilmington, EE.UU., 1984) encabeza el reparto de El Muñeco Diabólico, nueva versión de ese clásico del terror y que llega este fin de semana a los cines estadounidenses.
Con Lars Klevberg como director (Polaroid, 2019) y Brian Tyree Henry y Gabriel Bateman redondeando el elenco, El Muñeco Diabólico recupera al perverso Chucky que, como en la cinta original de 1988, parece ser un amigo ideal para un niño cuando, en realidad, es un sanguinario juguete que no temblará ni un milímetro a la hora de liquidar adversarios.
El retorcido giro de esta nueva película es que Chucky, que en inglés cuenta con la voz de Mark Hamill, tiene ahora inteligencia artificial y puede conectarse a multitud de aparatos como termostatos o televisores para diseñar sus horrendos y mortales juegos.
Aunque el cine de terror esté repleto de memorables villanos, que van de espectros infernales a asesinos de carne y hueso con sed de sangre, el muñeco Chucky, pese a su apariencia infantil e inofensiva, es un personaje muy querido por los fans de los sustos en la gran pantalla y dio pie a una saga con numerosas películas y variantes.
“Creo que hay algo muy traumático acerca de un muñeco volviéndose en tu contra y tratando de apuñalarte con un cuchillo”, consideró Plaza. “Es una imagen marcada en la mente de la gente porque creo que muchos vieron la película cuando eran más jóvenes. No sé, hay algo acerca de su peto, de su pelo rojo... Hay algo realmente malvado sobre eso y es una imagen que permaneció”.
Como su papel de April en Parks and Recreation, Plaza muestra un punto cruel y también tímido en las distancias cortas y juega entre el sarcasmo y la seriedad hasta casi desconcertar a su interlocutor, que no sabe si habla de verdad o completamente en broma.
Así, la actriz reflexionó, a mitad de camino entre la burla y la advertencia por un apocalipsis inminente, sobre los riesgos de la sociedad ante la inteligencia artificial, un punto clave de la nueva El Muñeco Diabólico.
“Una de las razones por las que me uní a esta película es porque creo que la tecnología es malvada. Confiamos en nuestros dispositivos demasiado y, en algún momento, nos van a traicionar y nos van a matar a todos”, ironizó. “No quiero ser pesimista, pero siento que somos inocentes al pensar que Siri y Alexa no están trazando planes para tumbar a la raza humana”, añadió con humor pero también con rostro severo.
A su lado, el pequeño Gabriel Bateman, que interpreta al niño Andy en El Muñeco Diabólico y quien pese a su juventud ya tiene experiencia en el cine de terror con filmes como Cuando las luces se apagan (2016), describió a Chucky como“icónico” y reflexionó sobre la complicada relación que tiene su rol con el muñeco.
“Al comienzo, Andy es realmente tímido e inseguro. No tiene amigos. Así que cuando llega Chucky, llena un vacío para él porque Andy es muy vulnerable emocionalmente. Tienen un vínculo emocional fuerte”, explicó. “Pero luego, conforme la película avanza y Chucky hace cosas que son un poco cuestionables, ves a Andy teniendo dificultades con él como si fuera un hermano pequeño, casi un niño, a quien le tiene cariño”.