La incorporación en el último año de las películas Leal y Las Herederas a Netflix ha dinamizado el sector audiovisual de Paraguay, que moviliza 180 millones de dólares anualmente y que emplea de forma directa e indirecta a cerca de 5.000 personas, según los datos recabados por la Cámara de Productores de Cine y Televisión (Campro).
“Es un desafío para los realizadores pensar en contenidos nacionales que puedan estar en estas plataformas”, indicó en una entrevista con Efe el exdirector de la Campro, Ricardo Arriola.
Para el productor, escritor e investigador audiovisual, el cine paraguayo se encuentra actualmente “en el momento más pujante” de su historia, gracias al éxito internacional de sus últimas producciones y al futuro que proyecta la nueva Ley del Cine.
Precisamente, la última película que se ha estrenado masivamente ha sido Las Herederas que, tras un año de exhibición en las salas de cine de 15 países europeos, se incorporó el 15 de junio al catálogo internacional de Netflix.
El productor del laureado largometraje, Sebastián Peña, explicó a Efe que su venta a la plataforma multinacional ha permitido llevarlo a “un mercado con poca distribución” en Latinoamérica, en el que la película apenas se había visto en salas.
Lea más: “Las Herederas” ya está en Netflix
Las Herederas (Marcelo Martinessi, 2018) cuenta la relación entre dos mujeres mayores y es la película con mayor éxito del cine paraguayo, después de haber obtenido dos osos de plata en la edición del año pasado de la Berlinale.
Para su productor, la incorporación de la película al catálogo de Netflix “es algo muy positivo”, ya que permitirá mejorar su currículum personal en la búsqueda de financiación para nuevos proyectos audiovisuales.
“Todo el mundo está buscando los mismos fondos en un circuito mundial”, explicó Peña.
El productor sentenció que el “crecimiento dramático de Netflix cambió toda la industria del cine mundial”, y supuso un “incentivo” para las producciones de países como Paraguay. “Muchos proyectos van a estar pensados en términos de traer contenidos apetecibles para Netflix”, agregó.
Tanto Peña como Arriola coinciden en que la expansión del cine paraguayo en los próximos años pasará por el efecto que tenga la Ley del Cine, aprobada por el Parlamento y en proceso de reglamentación.
Según sus pronósticos, la puesta en marcha del Fondo Nacional del Audiovisual, incluido en la norma, va a permitir alcanzar una financiación pública de 5 millones de dólares para un sector que hasta ahora no recibía apenas ayudas del Estado.
Esa inyección económica permitirá dar un impulso a algunas políticas públicas como la creación de una escuela de cine o de laboratorios de producción de proyectos, claves para el impulso del sector audiovisual.
“Va a marcar un antes y un después”, aseguró Arriola, quien evidenció la necesidad que tiene Paraguay de posicionar su cine internacionalmente para dejar de ser “el gran ausente de Latinoamérica”.
En ese sentido, Peña apuntó a incentivar la promoción del cine nacional en los mercados internacionales y a establecer nuevos lazos para la creación de coproducciones que permitan consolidar proyectos que en Paraguay no tienen tanto presupuesto.
En el último año, el cine paraguayo registró dos millones de espectadores, un aumento progresivo que se ha producido como resultado de la apertura de nuevas salas en ciudades como Asunción, Ciudad del Este o Encarnación.