Gibb, el imberbe cantante con voz de falsete e inconfundibles gafas de cristales tintados, falleció a los 62 años de edad tras perder una larga batalla contra el cáncer.
El funeral privado estaba previsto en la iglesia St Mary’s Church de esta pintoresca localidad ubicada en el Oxfordshire, en el centro de Inglaterra. Un carruaje tirado por cuatro caballos debe llevar el ataúd de Gibb, desde su casa hasta la iglesia.
Fundado junto con sus hermanos Barry y Maurice, los Bee Gees alcanzaron la fama en los años 70, especialmente con la exitosa banda sonora de “Saturday Night Fever” (Fiebre del sábado por la noche), que con temas como “Stayin’ Alive” y “Night Fever” convirtió la música disco en un fenómeno mundial.
El grupo, que permaneció activo hasta la muerte de Maurice -el gemelo de Robin- en 2003, vendió más de 200 millones de discos en todo el mundo.
La familia de Robin Gibb pidió a sus conocidos y admiradores que en lugar de flores se envíen donaciones a dos organizaciones benéficas infantiles en la Isla de Man, la isla británica en el mar de Irlanda donde el músico nació antes de emigrar con toda su familia a Australia a los nueve años de edad.