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Kerana da a luz un horrible monstruo de siete cabezas. Siete cabezas de perro cuyos ojos despiden llamaradas. Siete cabezas de perro y un horrible cuerpo de lagarto.
En el futuro será conocido como Teju Jagua. Siete cabezas de perro que lo condenan a la inacción.
Su ferocidad fue aniquilada por deseo de Tupã y, contrariamente a su horrenda figura, se alimenta solamente de frutas y de la miel que su futuro hermano menor, Jasy Jatere le lleva hasta su escondrijo.
Génesis XXII
Escribo esta nota para expresar mi desacuerdo con el Fondec (a quien pasó a llamar Teju jagua como expondré más arriba) por la evaluación del proyecto Fuol, presentado en la convocatoria pasada en mesa de entrada bajo la seña AA2.
Lastimosamente, es la segunda vez que me afecta una mala evaluación de parte de esta Institución.
La primera vez, con Tierra roja, de una nota favorable de 4.2 bajaron a 3.8 no financiables, sin ninguna explicación razonable.
Se adjudicaron 17 ó 18 proyectos, eso significa que mi documental es 17 ó 18 veces más malo que el primer adjudicado según los expertos contratados en esa ocasión, poniendo en evidencia la falta de criterio al adjudicar, ya que Tierra roja solicitaba tan solo 35 millones de guaraníes para edición, posproducción, trescientas copias en DVD interactivo subtitulado a 5 idiomas.
Sin recibir un peso y con la ayuda de una ONG llamada Helvetas Paraguay, que no tiene ningún compromiso con el arte paraguayo, y de mis allegados, Tierra roja se supo parar en los mejores escenarios cinematográficos del mundo, compitiendo con producciones de 4 millones de dólares (Morir en domingo producción mexicana de Daniel Gruener - Festival de Mar del Plata), obteniendo importantes premios y con toda una carrera en lo que va de este año y el siguiente, con posibilidades de seguir ganando más premios que pondrán más en evidencia el criterio del Jurado por el Consejo Directivo seleccionado y el criterio del Consejo Directivo al seleccionar el Jurado.
En un encuentro bajo el marco del 15 Festival de Cine de Asunción (donde no dejaron participar a Tierra roja ni a Hamaca paraguaya por no ser estrenos mundiales), en una conferencia otorgada por uno de los jurados, tuve la oportunidad de preguntarle por qué no adjudicaron a mi material el fondo. Su respuesta: Era un presupuesto muy bajo (que contradicción).
Más adelante, me acerco a la cueva del Teju Jagua o Fondec y por los mismos mecanismos, es decir mesa de entrada, impulso el proyecto Fuol, que finalmente es el mismo proyecto de Tierra roja, para hacer risible y evidente lo oculto. Lo único que cambié fue la introducción y aumenté los costos. El proyecto en esencia es el mismo, solicitando 88 millones de guaraníes para: editar, posproducir, traducir, subtitular a 5 idiomas y distribuir a distintos festivales del mundo la cantidad de 500 copias en DVD con arte incluido.
El resultado, después de haber clasificado a distintos festivales sin el apoyo del Teju Jagua, es un financiamiento de 54.000.000 de guaraníes sobre 88.000.000 solicitados.
Según los nuevos expertos, ya que cambian por convocatoria, este es un presupuesto muy elevado (contradiciendo al anterior jurado).
Lastimosamente ellos no tienen experiencia en tantos escenarios cinematográficos internacionales, así que no pueden saber lo que cuesta llevar una producción para un festival clase A (tampoco sé si conocen un festival clase A como espectadores siquiera).
También sé bien que el Teju Jagua no tiene la obligación de entregar la totalidad del monto pedido, pero en el tiempo que llevo aquí en Paraguay escuché adjudicaciones mucho más grandes de proyectos que todavía no aparecen.
También escuché del apoyo a películas argentinas (sí realizadas porque ellos son gente seria), que es lo que me parece más inexplicable. Nosotros no contamos con un cine nacional para empezar a ayudar a coproducir a la Argentina que es el país que más produce en esta parte del continente.
Ahora, puntualmente hoy, a través del mundillo audiovisual pude enterarme que gente con menos preparación, con menos trayectoria y reconocimiento recibe más apoyo de nuevo. No puedo juzgar los proyectos ya que no los leí, pero los trabajos anteriores son buenas referencias y estos no son superiores al mío. No lo digo yo, lo ratifican los premios y el comentario de la prensa internacional.
No digo que lo próximo que esté por hacer llegue al mismo término que mi trabajo anterior. No soy dueño del futuro para saberlo, pero sé que si me equivoco lo haré con conocimiento de causa en la idea de construir un cine paraguayo.
No puedo garantizar eso de todos los demás, quiero que entiendan que no pongo en tela de juicio a mis competidores, sino a mis jueces y benefactores.
Ahora, hoy día me encuentro con deudas contraídas por llevar Tierra roja a las instancias a las que llegó y a las que pretendo continúe llegando con más éxitos, y sería realmente una utopía pedirle al Teju Jagua que agache sus siete cabezas de cinco miembros inamovibles y dos jueces de turno y reconozcan ese proyecto alguna vez mal fallado Tierra roja, adjudicándole el monto que siempre mereció, y sería ya demasiada osadía atreverme a pedirle que también reconsidere su último veredicto acerca de mi proyecto Fuol en esta última convocatoria, ya que esto ascendería a la multimillonaria suma de 143.000.000 de guaraníes que el cine paraguayo parece no merecer (queridos lectores, esta suma que en dólares hacen 28.000 a 30.000 dólares en un país como la Argentina que produce con bajo presupuesto; hubiese sido adjudicado a un (1) sólo proyecto como lo es Tierra roja).
Así que le encomiendo esta carta al Jasy Jatere para saber si con unos dulces y su varita mágica encanta a este adorable e inerte monstruo.
Atentamente, Ramiro Gómez
PD: No obstante, con el dinero que se me fue asignado intentaré llevar el nuevo proyecto a nuevos y mejores términos, porque amo mi país y amo lo que hago.
En el futuro será conocido como Teju Jagua. Siete cabezas de perro que lo condenan a la inacción.
Su ferocidad fue aniquilada por deseo de Tupã y, contrariamente a su horrenda figura, se alimenta solamente de frutas y de la miel que su futuro hermano menor, Jasy Jatere le lleva hasta su escondrijo.
Génesis XXII
Escribo esta nota para expresar mi desacuerdo con el Fondec (a quien pasó a llamar Teju jagua como expondré más arriba) por la evaluación del proyecto Fuol, presentado en la convocatoria pasada en mesa de entrada bajo la seña AA2.
Lastimosamente, es la segunda vez que me afecta una mala evaluación de parte de esta Institución.
La primera vez, con Tierra roja, de una nota favorable de 4.2 bajaron a 3.8 no financiables, sin ninguna explicación razonable.
Se adjudicaron 17 ó 18 proyectos, eso significa que mi documental es 17 ó 18 veces más malo que el primer adjudicado según los expertos contratados en esa ocasión, poniendo en evidencia la falta de criterio al adjudicar, ya que Tierra roja solicitaba tan solo 35 millones de guaraníes para edición, posproducción, trescientas copias en DVD interactivo subtitulado a 5 idiomas.
Sin recibir un peso y con la ayuda de una ONG llamada Helvetas Paraguay, que no tiene ningún compromiso con el arte paraguayo, y de mis allegados, Tierra roja se supo parar en los mejores escenarios cinematográficos del mundo, compitiendo con producciones de 4 millones de dólares (Morir en domingo producción mexicana de Daniel Gruener - Festival de Mar del Plata), obteniendo importantes premios y con toda una carrera en lo que va de este año y el siguiente, con posibilidades de seguir ganando más premios que pondrán más en evidencia el criterio del Jurado por el Consejo Directivo seleccionado y el criterio del Consejo Directivo al seleccionar el Jurado.
En un encuentro bajo el marco del 15 Festival de Cine de Asunción (donde no dejaron participar a Tierra roja ni a Hamaca paraguaya por no ser estrenos mundiales), en una conferencia otorgada por uno de los jurados, tuve la oportunidad de preguntarle por qué no adjudicaron a mi material el fondo. Su respuesta: Era un presupuesto muy bajo (que contradicción).
Más adelante, me acerco a la cueva del Teju Jagua o Fondec y por los mismos mecanismos, es decir mesa de entrada, impulso el proyecto Fuol, que finalmente es el mismo proyecto de Tierra roja, para hacer risible y evidente lo oculto. Lo único que cambié fue la introducción y aumenté los costos. El proyecto en esencia es el mismo, solicitando 88 millones de guaraníes para: editar, posproducir, traducir, subtitular a 5 idiomas y distribuir a distintos festivales del mundo la cantidad de 500 copias en DVD con arte incluido.
El resultado, después de haber clasificado a distintos festivales sin el apoyo del Teju Jagua, es un financiamiento de 54.000.000 de guaraníes sobre 88.000.000 solicitados.
Según los nuevos expertos, ya que cambian por convocatoria, este es un presupuesto muy elevado (contradiciendo al anterior jurado).
Lastimosamente ellos no tienen experiencia en tantos escenarios cinematográficos internacionales, así que no pueden saber lo que cuesta llevar una producción para un festival clase A (tampoco sé si conocen un festival clase A como espectadores siquiera).
También sé bien que el Teju Jagua no tiene la obligación de entregar la totalidad del monto pedido, pero en el tiempo que llevo aquí en Paraguay escuché adjudicaciones mucho más grandes de proyectos que todavía no aparecen.
También escuché del apoyo a películas argentinas (sí realizadas porque ellos son gente seria), que es lo que me parece más inexplicable. Nosotros no contamos con un cine nacional para empezar a ayudar a coproducir a la Argentina que es el país que más produce en esta parte del continente.
Ahora, puntualmente hoy, a través del mundillo audiovisual pude enterarme que gente con menos preparación, con menos trayectoria y reconocimiento recibe más apoyo de nuevo. No puedo juzgar los proyectos ya que no los leí, pero los trabajos anteriores son buenas referencias y estos no son superiores al mío. No lo digo yo, lo ratifican los premios y el comentario de la prensa internacional.
No digo que lo próximo que esté por hacer llegue al mismo término que mi trabajo anterior. No soy dueño del futuro para saberlo, pero sé que si me equivoco lo haré con conocimiento de causa en la idea de construir un cine paraguayo.
No puedo garantizar eso de todos los demás, quiero que entiendan que no pongo en tela de juicio a mis competidores, sino a mis jueces y benefactores.
Ahora, hoy día me encuentro con deudas contraídas por llevar Tierra roja a las instancias a las que llegó y a las que pretendo continúe llegando con más éxitos, y sería realmente una utopía pedirle al Teju Jagua que agache sus siete cabezas de cinco miembros inamovibles y dos jueces de turno y reconozcan ese proyecto alguna vez mal fallado Tierra roja, adjudicándole el monto que siempre mereció, y sería ya demasiada osadía atreverme a pedirle que también reconsidere su último veredicto acerca de mi proyecto Fuol en esta última convocatoria, ya que esto ascendería a la multimillonaria suma de 143.000.000 de guaraníes que el cine paraguayo parece no merecer (queridos lectores, esta suma que en dólares hacen 28.000 a 30.000 dólares en un país como la Argentina que produce con bajo presupuesto; hubiese sido adjudicado a un (1) sólo proyecto como lo es Tierra roja).
Así que le encomiendo esta carta al Jasy Jatere para saber si con unos dulces y su varita mágica encanta a este adorable e inerte monstruo.
Atentamente, Ramiro Gómez
PD: No obstante, con el dinero que se me fue asignado intentaré llevar el nuevo proyecto a nuevos y mejores términos, porque amo mi país y amo lo que hago.