El festival se instaló por segundo año consecutivo en el parque O’Higgins, una enorme explanada donde comenzó el evento cerca del mediodía bajo un intenso calor que acompañó durante toda la jornada a los miles de asistentes que se movieron por los seis escenarios dispuestos para más de 60 bandas.
“Estoy muy emocionado, porque es como cuando plantas un árbol y luego vienes y ves que el árbol ha crecido, está más verde, es como el mismo sentimiento” , dijo en conferencia de prensa, Perry Farrell, quien creó el festival en Chicago en 1991 y lo trajo a Chile pro primera vez en 2011.
Ya en la noche, los británicos Artic Monkeys, el número principal del sábado, se subieron a uno de los escenarios, donde presentaron un repertorio de 20 canciones, entre ellas éxitos como “I bet you look good on the dancefloor” , o “Brick by Brick” , ante una multitud festiva.
“Traemos mucha energía pero no habrán grandes sorpresas como fuegos artificiales ni nada por el estilo. Pero tocaremos nuestras canciones lo mejor que podamos” , dijo Matt Helders, el baterista de la banda, minutos antes de subirse al escenario.
Horas antes, la histórica banda chilena de folck-rock Los Jaivas que con 50 años de trabajo musical, hizo su primera presentación en el Lollapalooza, llevándose los aplausos de los espectadores con éxitos como “Mira niñita” o “Todos juntos” .
“Cuando empezamos a tocar había una cierta cantidad de gente porque la gente se va desplazando por los escenarios y cuando escuchan la banda corren. Empezamos con poca gente y después se llenó completamente y terminamos todos bailando” , dijo a la AFP , Mario Mutis, el histórico bajista de la banda.
La primera jornada del Lollapalooza la cerraba la cantante islandesa Börjk, otra estrella esperada por los espectadores.
El domingo concluye el festival con los estadounidenses Foo Fighters como cierre de lujo de esta cumbre de la música.