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En la exposición “Como es adentro es afuera”, los artistas Ricardo Álvarez y Tania Mazó encaran un mismo tema desde lenguajes distintos: el corazón como lugar esencial del ser humano. Según ellos “el corazón es símbolo, territorio y umbral”.
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La curadora de la muestra, la artista Silvana Nuovo, recuerda que como diría el francés Roland Barthes, “el signo es un fragmento, un trozo arrancado de una totalidad, cuyo único lugar verdadero está en la escritura infinita de un universo”.
En ese sentido, ella nota que en esta exposición “el corazón se presenta como un fragmento que nos conecta con esa totalidad universal. Esta muestra de cerámica invita a adentrarse en una exploración donde los artistas nos ofrecen entrar en una esfera mística en donde se borran los límites entre el mundo interior y la realidad”.
Nuovo cuenta que Tania Mazó, con años dedicados al barro, nos presenta corazones que condensan “mística y materia”. Cada pieza de la artista es única: la tierra, materiales orgánicos, el humo, agua, cenizas y fuego, y en algunos casos esmaltes, son utilizados de manera premeditada para representar diferentes estados de la materia.
“Mazó, como un alquimista, transforma la materia para hablarnos del mundo interior y de su capacidad de trascender. La cerámica, en su proceso de creación y transformación, se convierte en un símbolo tangible del viaje espiritual y de la evolución del corazón como espacio de conciencia y conexión con lo eterno. No debemos olvidar que ella además de artista es tarotista, habituada a interpretar realidades y posibilidades a través de imágenes y formas. De la misma manera ella utiliza la tierra para mostrarnos diferentes posibilidades del corazón. Al igual que los antiguos egipcios, para quienes el corazón era el centro del ser, Tania lo representa como símbolo de conciencia y trascendencia”.
Por su parte, Ricardo Álvarez, con más de veinte años en la pintura, lleva los personajes y temas de sus lienzos a la tercera dimensión. “Su imaginario se concreta en piezas donde el color es materia, lleno de referencias místicas y el lenguaje vibrante de la cultura popular latinoamericana, en donde el uso del color es particularmente importante. El dibujo, el color y las formas se conjugan en torno a corazones sangrantes, corazones cosmos, océano, cielo,corazones de verano, o corazón madriguera de conejo”, explica.
En esta muestra “el corazón se nos revela no solo como símbolo de vida, sino como protagonista de historias y reflexiones. Es la vasija que guarda y transforma, un espejo del mundo interior que busca su reflejo en el mundo exterior. Así como es adentro es afuera, el macrocosmos es tan infinito como el microcosmos. Tan lejos, como tan cerca. Tan profundo, como superficial. No hay límites, tan denso como ligero, tan fuerte como tan frágil”, señala la curadora.
“Tania Mazó y Ricardo Álvarez nos invitan a detenernos, a contemplar y a escuchar el latido silencioso de cada pieza, donde la tierra y el fuego, la forma y el simbolismo, nos conectan con lo más esencial: el corazón mismo. En esta contemplación, el corazón, como signo fragmentado, encuentra su lugar verdadero en lo que Barthes describe como la escritura infinita del universo, un reflejo constante entre lo interior y lo exterior”.
La muestra se podrá visitar de forma libre hasta el 21 de diciembre. Luego, hasta el 15 de enero se puede visitar previo agendamiento, escribiendo al (0971) 502360 y (0981) 443208.