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Aunque no suele recordarse habitualmente, lo cierto es que hablar del Chaco no solo es hablar de guerra, sed y desierto, sino también de escultura. No de una, ni de diez, ni de veinte, ni de cincuenta, sino de más de seiscientas esculturas, todas en las calles de la ciudad de Resistencia, un verdadero museo al aire libre.
Esta historia se remonta al año 1988, cuando dos escultores, Fabriciano Gómez y Mimo Eidman, organizaron un concurso de talla en madera en la Plaza 25 de Mayo de la ciudad de Resistencia. Este fue el modesto origen de una movida que creció hasta llegar a ser actualmente una de las bienales de arte más prestigiosas del mundo. El deseo de aquellos dos artistas de transformar durante una semana un espacio público, en este caso la Plaza 25 de Mayo, en una muestra de esculturas a cielo abierto fructificó en algo de dimensiones imprevistas. Aquel año de 1988, los artistas convocados trabajaron con tal entusiasmo, y la acogida de la gente fue tan favorable, que la iniciativa se repitió, y, con el correr de las décadas, desde el relativamente modesto punto de partida de los encuentros iniciales, el proyecto fue desarrollándose hasta dar lugar a las reconocidas Bienales del Chaco de la actualidad.
Este año, la Bienal del Chaco se desarrollará del 16 al 23 de julio. Como siempre, en “la Ciudad de las Esculturas”, Resistencia, capital de la provincia argentina del Chaco, situada en el valle del río Paraná, a 327 kilómetros al sur de Asunción,
Esta Bienal es mundialmente conocida porque en ella los artistas, mientras trabajan, dialogan con el público que asiste en directo a la metamorfosis de los bloques de piedra en obras de arte. El certamen convoca a escultores de todo el mundo, que crean, en materiales no perecederos, obras que luego son integradas al espacio público, en las veredas, los bulevares, las avenidas, las plazas y los parques de la ciudad de Resistencia.
Además, durante el concurso, en el contiguo Domo del Centenario hay numerosos espectáculos de música, ballet y teatro de acceso libre y gratuito. Todo esto en el Parque 2 de Febrero, con su laguna artificial, su bella costanera peatonal y su variada oferta gastronómica. Cada nueva Bienal se vive no solo como una celebración del arte sino como una verdadera fiesta popular, que convoca a miles de visitantes de todo el mundo.
Este año participarán en la Bienal diez escultores de otros tantos países: Genti Tavanxhiu (Albania), Verena Mayer-Tasch (Alemania), Juan Pablo Marturano (Argentina), David Bucio (México), Sodong Choe (Corea del Sur), Arijel Strukelj (Eslovenia), Jhon Gogaberishvili ( Georgia), Petre Virgiliu Mogosanu (Rumanía), Ebru Akinci (Turquía) y Ihor Tkachivskyi (Ucrania). Los diez trabajarán con mármol travertino como material principal. Y, como siempre, a cielo abierto y en público.
Esta es la primera Bienal que se celebrará en ausencia de Fabriciano Gómez (Resistencia, 27 de junio de 1944 - 8 de septiembre del 2021), fallecido el año pasado. El recordado escultor solía subrayar que uno de los objetivos de la Bienal de Escultura del Chaco fue, desde sus inicios en aquel ya distante año de 1988, que la gente “comience a tomar conciencia de cómo nace una obra de arte”.
Más información en la página oficial de la Bienal del Chaco.