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Alrededor de 30 obras, entre ediciones limitadas y originales, componen la muestra que se habilitó ayer en la galería ubicada en Prof. César Cataldo c/ Guillermo Naumann de la villa Veraniega. Según explicó, el nombre de la muestra tiene que ver con el deseo de mostrar su trabajo, fuera de un hilo curatorial.
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“Lo que quise mostrar es más el sentimiento del artista, un poco el contenido de la obra y cómo nace una obra”, expresó. Añadió que estas piezas busca destacar el juego con la luz, con la composición, con el dinamismo y con la energía.
Los originales fueron realizados principalmente en óleo sobre distintos soportes. Las ediciones limitadas, en la técnica Giclée; todas ellas con el bi-realismo como punto de partida. La exposición podrá ser visitada de 15:00 a 19:00 y para más informes se puede contactar al (0981) 882-090.
Esta es la segunda muestra que Miranda realiza a partir de este fugaz viaje a Paraguay, del que afirmó se fue “muy gratificado” y “con las energías renovadas”.
En este sentido destacó el movimiento y la calidad de artistas emergentes que hay en la escena local. “¡Es increíble!”, exclamó. Detalló que durante las tres semanas que estuvo en el país recorrió varias galerías y compró un montón de obras, afirmando que le sorprendió “de sobremanera la calidad y la variedad de las propuestas artísticas”.
“Yo creo que el arte paraguayo debería posicionarse más internacionalmente, las galerías deberían trabajar mejor en posicionar. El nivel es muy bueno. Nos falta que la marca registrada, el sello Paraguay se proyecte más internacionalmente, porque calidad hay de sobra”, afirmó el artista plástico, cuyas obras comenzaron a exponerse en forma individual y colectiva a finales de la década del ‘80.
Proyección internacional
Miranda reside en Miami, Estados Unidos, donde además de su labor artística se dedica a la docencia en varios centros culturales y en el Miami Dade College, donde brinda conferencias habitualmente. Sin embargo, destaca que el principal mercado de sus obras está en Asia, principalmente Corea, China y Japón, mientras que al inicio de la pandemia se estaba adentrando en Singapur.
No obstante, subrayó que está realizando una gran apuesta hacia el mercado de Estados Unidos y recientemente participó de la Feria de Nueva York. “Después de dos años de estar encerrado fue reencontrarse otra vez con amigos, colegas artistas, críticos de arte, galerías, hacer proyectos. Vamos a ver si esta nueva variante (del covid) no altera un poco las cosas”, expresó, en relación a la ola de contagios por la variante Omicron.
Según destacó, el confinamiento significó para él un periodo de “mucho aprendizaje” y un “buen desafío”. “Realmente los artistas somos un poco ermitaños, lo que cambió la estructura es todo el mundo que nos rodea. Hay una especie de renacimiento. Empezamos a vernos más con el encierro a nosotros mismos. No salir, mirarnos a nosotros mismos, apreciar todo lo que nos rodea y conectarnos mejor con nuestro mundo interior y todo nuestro mundo cercano”, afirmó Miranda.
“Conocí a grandes maestros que yo no dimensionaba y estar en contacto con ellos me abrió la posibilidad de proyectarme y ver cosas diferentes que antes no planteaba”, detalló. Añadió que se especializa en trabajar con paleta limitada, especialmente la de Zorn, aunque últimamente se abocó a la de Velázquez.
“Al ser vía Zoom las enseñanzas tuve que abrir el espectro de temáticas, trabajar con naturaleza muerta y con un montón de cosas donde sí necesitamos videos didácticos para intercambiar con otras universidades”, explicó el artista, nacido en Concepción en 1960 y que incursionó en la pintura de manera autodidacta.
Inspiración marina
Otro factor que también le hizo cambiar un poco su visión sobre las cosas y “bajar las revoluciones” fue una cirugía cardíaca, a la que se sometió hace un año. “La ventaja que tenemos al vivir en la Florida es la playa y hacía todos los días caminata en la playa por prescripción médica”, comentó.
Esas caminatas en la arena lo llevaron a desarrollar una serie de pinturas con temática marina que presentará en una importante galería. “Mi terapia convertí en un hobbie, en una pasión y comencé a hacer esa serie. A Paraguay traje algunas ediciones limitadas, pero no estoy mostrando. Trato de que la técnica sea la misma, la valoración tonal, el planteamiento sea el mismo, aunque la temática es totalmente diferente. Me salió algo totalmente nuevo”, expresó.
Miranda tiene previsto participar de la Feria de Bellas Artes de Palm Beach y otras de Estados Unidos, mientras que ya cuenta con un contrato para exponer en una galería de Nueva York en 2024. También tiene proyectos para desarrollar en Nueva Jersey y en California.
No obstante, el artista afirmó que desea estar más en contacto con Paraguay y desarrollar algún otro proyecto en su tierra natal, incluyendo talleres de pintura.
“Afecto visual”
En sus obras, Miranda no solamente trabaja en los efectos visuales, sino también en el “afecto visual” que busca desarrollar en el espectador. “Me interesa el aspecto ilusionista de la imagen. Pero también es importante el afecto visual, cómo atrapar al espectador. Hay varias formas de atrapar, con los elementos cotidianos que yo normalmente utilizo. En los bodegones yo utilizo una perspectiva muy fugaz, una falsa perspectiva, de manera que el espectador vea desde la distancia a un punto de fuga a nivel de sus ojos, pero al mismo tiempo muy cercano”, explicó.
“Lo que a mí me interesa es atrapar al espectador con cosas con la que ellos se sientan identificados. Quiero que haya una conexión muy directa. Utilizás efectos visuales para lograr afectos visuales, al conectarte con la gente y que se sienta dentro del cuadro”, concluyó.