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La consola de videojuegos PlayStation de Sony cumple este martes 30 años desde su lanzamiento original en Japón, el 3 de diciembre de 1994. Entre ese momento y su ocaso, la consola albergó algunos de los juegos más importantes de esa joven forma de arte y entretenimiento, títulos que aún están vigentes a través de secuelas, reinvenciones o por la simple fuerza del impacto que tuvieron en la cultura popular.
Estos son algunos de los títulos más importantes que popularizaron la PlayStation a nivel mundial:
WipeOut (1995)
Aunque su influencia se siente menos en la actualidad, con la serie dormida y sin nuevos grandes lanzamientos desde hace tiempo, es difícil exagerar al hablar del impacto que tuvo la saga de carreras futuristas WipeOut en diferenciar a PlayStation de sus competidores en sus primeros años en el mercado.
Una revolucionaria campaña de márketing, una elegante iconografía minimalista y una banda sonora empapada de música tecno digna de cualquier club nocturno de Europa situaban a WipeOut, y por asociación a la consola, como la opción en videojuegos para el joven adultos en contraste con el “target” más infantil de Sega y especialmente Nintendo.
Resident Evil (1996)
Un inusual juego en que un grupo de policías explora una mansión infestada de zombis y otros monstruos fue el catalizador de todo un sub-género: survival horror. Muchos monstruos, pocas balas, acertijos enigmáticos y gráficos impresionantes gracias a una astuta combinación de personajes tridimensionales con fondos prerrenderizados en 2D con un nivel de detalle asombroso. Lo que Resident Evil popularizó, muchos lo imitarían.
El monstruoso éxito de Resident Evil no solo dio nacimiento a su propia franquicia, que se afianzó con el aún más exitoso Resident Evil 2 (1998) y, pese a algunos altibajos, continúa con fuerza hasta la actualidad; sino también pavimentó el camino que otras series como Silent Hill y muchísimas otras seguirían para dar noches sin dormir a jugadores de todo el mundo en las décadas que vendrían.
Crash Bandicoot (1996)
Nintendo tenía a Mario, Sega tenía a Sonic, pero PlayStation no tenía una mascota fuerte para representarlo en el género de los juegos de plataformas, uno de los más populares durante los años ‘80 y ‘90, hasta que el estudio Naughty Dog (que iría a crear otras de las sagas más importantes de PlayStation como Jak & Daxter, Uncharted o The Last of Us) presentó al mundo al caótico Crash.
Lo que a Crash Bandicoot le faltaba en complejidad – comparado, por ejemplo, con el revolucionario Super Mario 64 de Nintendo, también de 1996 – lo compensaba con colorido, humor negro y carisma.
La serie vería dos juegos más en la PlayStation original – Cortex Strikes Back en 1997 y Warped en 1998 -, que refinaron las mecánicas y los gráficos y terminaron de convertir a Crash en un ícono de la consola.
Tomb Raider (1996)
Otro de los ahora icónicos personajes que lograron llegar a ese estatus por el éxito de sus juegos en PlayStation fue la intrépida arqueóloga Lara Croft, cuyo juego debut Tomb Raider llegó primero a la consola Saturn de Sega y luego alcanzó el éxito internacional en la consola de Sony.
Con igual énfasis en la exploración y en la acción, su mezcla de aventuras a lo Indiana Jones con acción armada a dos manos propia de una película de John Woo, además de la novedad de un juego de ese estilo con una protagonista femenina, algo aún inusual por ese entonces, catapultaron a la popularidad mundial a la serie del estudio Core Design, que vio lanzamientos anuales en PlayStation durante todo el resto de la década final del siglo XX.
Final Fantasy VII (1997)
La decisión del estudio japonés Squaresoft (actualmente Square Enix) de mudar su saga estrella de juegos de rol Final Fantasy de consolas de Nintendo a la novata PlayStation – una reacción a la negativa de Nintendo a adoptar los CDs como formato para sus juegos en su consola Nintendo 64 – es considerada una de las claves del éxito mundial que acabó logrando la consola de Sony.
Aprovechando la capacidad de almacenamiento de datos de los CDS, Square dio rienda suelta a sus ambiciones artísticas con una historia de conflicto ambiental, codicia corporativa y ciencia ficción con aditivos de magia presentada con una sensibilidad cinematográfica de una escala casi inédita en el mundo de los videojuegos hasta entonces, como una película jugable por decenas de horas.
Sus personajes, los giros de la trama, la icónica banda sonora de Nobuo Uematsu y muchos otros elementos de Final Fantasy VII se han convertido en aspectos icónicos del mundo de los videojuegos en geeneral, y el éxito del juego marcó un periodo de apogeo artístico de Square en la consola, con dos entregas principales más de Final Fantasy y otros clásicos del género del juego de rol como Parasite Eve, Final Fantasy Tactics o Vagrant Story.
Gran Turismo (1997)
Luego de que clásicos como Ridge Racer establecieran la PlayStation como una opción válida para los jugadores de juegos de carrera “arcade”, más centrados en el estilo que en la verosimilitud, el estudio japonés Poliphony Digital ofreció una alternativa que apelaba a quienes buscaban un simulador realista de conducción.
Gran Turismo presentaba 140 autos reales, con un sistema de simulación física inédito, y permitía al jugador comprar y vender vehículos y partes para triunfar en carreras cada vez más desafiantes.
El primer Gran Turismo fue un éxito masivo y hasta ahora es considerado el juego más vendido de la PlayStation original, con más de 10 millones de copias vendidas, y sigue siendo considerado uno de los mejores juegos de carreras de todos los tiempos. Su éxito inspiró numerosas secuelas a lo largo de las siguientes décadas; la más reciente, Gran Turismo 7, se lanzó en 2022.
Tekken 3 (1998)
La saga de juegos de pelea Tekken de Namco nació en los arcades en 1994 y sus dos primeros juegos hicieron el salto a PlayStation con un impacto considerable, pero muchos consideran que la serie no terminó de refinarse hasta su tercera entrega, que llego a las salas de arcade en 1997 y a la consola de Sony en 1998, donde se convirtió en el juego de pelea más vendido de ese sistema.
Varios de los personajes más icónicos de la serie vieron su debut en esa tercera entrega, que dio un salto impresionante en calidad de presentación en comparación con sus predecesores, además de una gran profundización en las sutilezas de sus mecánicas de combate que lo convirtieron en un éxito tanto con el público casual como con los jugadores más empedernidos del género.
Metal Gear Solid (1998)
Al igual que Final Fantasy, la saga de acción y espionaje Metal Gear de Konami hizo su salto del 2D clásico al 3D en un título de acción que, de nuevo al igual que el juego de Square, se volvió emblemático de la capacidad naciente de los videojuegos de contar historias que podían rivalizar al cine en densidad narrativa y en espectáculo visual.
Las influencias cinematográficas e ideológicas del creador de la serie, Hideo Kojima, explotan en la pantalla en un juego de constante acción y suspenso, con héroes y villanos memorables, y momentos inéditos que rompían la separación entre el jugador y lo que ocurría detrás de la pantalla.
Un villano que “leía la mente” del jugador y comentaban sobre sus hábitos de juego y, durante la pelea, “apagaba” el televisor; tener que buscar información clave no dentro del juego, sino en la caja en la que vinieron los discos; una secuencia de tortura en la que el jugador mismo se desgastaba al tratar de apretar lo más rápido posible los botones de su control para mantener al protagonista con vida y muchos otros momentos explotaban el potencial que solo los videojuegos pueden tener para contar historias, algo que Kojima siguió haciendo en las siguientes entregas de Metal Gear, que siguió dirigiendo hasta 2015; y en su más reciente Death Stranding.
Tony Hawk’s Pro Skater (1999)
La alianza entre el estudio Neversoft y la superestrella del patinaje Tony Hawk llegó en el momento perfecto, cuando los deportes extremos en general y el skating en particular se estaban volviendo una fuerza dominante en la cultura popular.
La fluidez de movimiento, la altura exagerada de los saltos, los creativos patios de juego por los que el jugador podía moverse y – un detalle no menor – la emblemática banda sonora llena de ska y punk rock que proponía Tony Hawk’s Pro Skater marcaron época, y la serie se volviería - para bien y para mal - una presencia anual en las tiendas de videojuegos.
Luego de un periodo de decadencia a finales de la década del 2000 y toda la década siguiente, la serie tuvo un retorno triunfal en 2020 con una “remake” del primer y el segundo juego, aunque incluso ese retorno fue fugaz y, a pesar del éxito de ventas y críticas de esa última entrega, Tony Hawk’s volvió a anidar y duerme, quizá esperando la oportunidad de volver a volar en el futuro.