El título, ideado por el cineasta sueco de origen libanés Josef Fares, se impuso al resto de juegos que competían por el máximo galardón: Metroid Dread, Deathloop, Psychonauts 2, Ratchet & Clank: Rift Apart y Resident Evil Village.
Tras una edición virtual por la pandemia, la ceremonia, conocida informalmente como los Óscar de los videojuegos, regresó en la noche del jueves a su formato presencial en el Microsoft Theater de Los Ángeles.
Entre los invitados estuvieron los actores Jim Carrey y Keanu Reeves, este último en plena promoción de la película Matrix Resurrecciones,
“Estamos llegando a un punto en el que la línea entre el mundo virtual y el fisco se difumina cada vez más”, afirmó después de anunciar el lanzamiento del videojuego The Matrix Awakens.
Además de por los premios, la gala es una de las citas más importantes de la industria del videojuego ya que los desarrolladores aprovechan para avanzar sus próximos lanzamientos.
Este año, Suicide Squad: Kill the Justice League, Star Wars Eclipse y Wonder Woman estuvieron entre los títulos presentados.
En cuanto al resto de galardones, It Takes Two se llevó otros dos premios más: Mejor Juego Multijugador y Mejor Juego Familiar.
El título de Mejor Juego para Celular/Móvil fue para Genshin Impact, que se impuso a otros éxitos del mercado móvil como League of Legends: Wild Rift, Marvel Future Revolution, Pokémon Unite y Fantasian.
Returnal se llevó el premio a Mejor Juego de Acción; Metroid Dread hizo lo mismo en la categoría de Mejor Juego de Aventuras, Guilty Gear Strive se impuso como Mejor Juego de Lucha y Tales of Arise como Mejor Juego de Rol.
Además, Deathloop, desarrollado por Arkane Studios, ganó la estatuilla a la Mejor Dirección de Juego y Marvel’s Guardians of the Galaxy, de Eidos Montreal, se impuso como el título con Mejor Narrativa.
En el apartado Mejor Juego Deportivo o de Carreras venció Forza Horizon 5 y en el de Mejor Juego Independiente logró la victoria Kena: Bridge of Spirits.