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“A los 16 años ya sabía que iba a ser artista y como me considero hijo del trópico y de un país del que siempre me atrajeron sus ríos, entonces no dudé: tenía que ser del Río”. Eso afirmaba Ramón López Noguera en una entrevista concedida a este medio en 2006. Ramón del Río falleció en la madrugada de ayer, dejando a su paso una de las carreras actorales más destacadas del país.
“Me cuesta mucho escribir sin imaginarme a Ramón del Río; él es un personaje para muchas películas”, expresaba a ABC Color Paz Encina en 2008. De la mano de la cineasta, y con la actriz Georgina Genes como coprotagonista en “Hamaca paraguaya”, en 2006 marcaron uno de los hitos más importantes para el cine paraguayo dando vida a la primera película nacional presentada en Cannes y la primera en obtener un premio tan importante como el Fipresci, otorgado por los críticos y periodistas de cine.
Otro trabajo que le valió reconocimiento internacional fue su actuación en “La última tierra” (2016), ópera prima de Pablo Lamar, que protagonizó junto con la actriz brasileña Vera Valdez. Tras su estreno mundial en el Festival de Rotterdam, la película obtuvo el Tiger Award por el logro artístico excepcional en el diseño de sonido. El filme también obtuvo el premio Descubrimiento de la Crítica Francesa del Cinélatino de Toulouse y el premio a la mejor película en coproducción en el Festival Latinoamericano de São Paulo, Brasil.
Su nutrida carrera incluye también títulos como “Noites Paraguaias”, la miniserie de TV “Río de fuego”, la serie de TV “Sombras en la noche”, “Miss Ameriguá”, “Miramenometokéi”, “Felipe Canasto”, el corto “Viento Sur”, “Lectura según Justino”, “Mangoré”, “La redención” y la serie “El regreso de las sombras”. Además, aparece en el documental “Memorias del Teatro Paraguayo”, de Víctor Sosa Traverzzi, estrenado en enero de este año, y participó de la serie de radio teatro “Hendy elección aja”, bajo la dirección de Roger Bernalve y con libreto de Arck Zena.
Pero fue sobre las tablas de teatro donde también cimentó una sólida carrera como actor. Uno de sus hitos fue su actuación en la adaptación teatral de la obra “Yo el Supremo”, de Augusto Roa Bastos, que subió a escena el 13 de abril de 1991, en adaptación de Gloria Muñoz y bajo la dirección de Agustín Núñez, con el que llegaron al Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, España. Su actuación le hizo merecedor del Premio Molière en 1993.
Asimismo, formó parte del grupo Teatro Popular de Vanguardia con el que hizo “El hueco” o “El monte calvo”. También integró el grupo Aty Ñe’e, que buscaba un nuevo lenguaje teatral, e hicieron “Yvy reñoi”, “Los casos de Perú Rima”, “Velada”, “Mascarada en río revuelto”, “Noche de pesca”, y más. Otras obras en las que actuó fueron “Ramona Quebranto”, “Tartufo”, “Volvió una noche”, “El jardín de los cerezos”, “La nona”, “El telemaníaco”, “La tierra sin mal”, “Golpe de luna llena”, “La gaviota”, “Don Juan”, “Lisístrata”, “En esa única noche”, “Última primavera”, “Flores de la Chacarita”, “¡Viva el duque, nuestro dueño!”, entre muchas otras.
Talento de Ramón, reconocido en vida
En 2006 fue reconocido como Hijo Dilecto de la Ciudad de Asunción. Recibió el homenaje en vida de Salemma en 2011. La Fundación Libre le otorgó el premio Antorcha de Libertad (2013), el CEPATE lo homenajeó en la Semana del Teatro 2014, mismo año que fue elegido Maestro del Arte. También recibió un homenaje del Festival del Lago Ypacaraí y en 2018 por parte del Festival del Takuare’e. La Academia de Cine del Paraguay le entregó el galardón Carlos Saguier en 2019, mismo año en que recibió el Premio Sombras y el Premio Latin Artis.