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“Al mirar nuestro país, en este momento, como Jesús, sentimos terror y tristeza por tanto sufrimiento y pobreza, falta de justicia, de seguridad, por tanta confusión y egoísmo, falta de verdad, arrogancia y mentiras”, decía Eliseo Ariotti durante la homilía en Caacupé.
La autoridad eclesiástica instó a ser coherentes, fieles y tener el sentido de responsabilidad, camions para seguir a Cristo.
“La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén pide a cada uno de nosotros coherencia y perseverancia. Nos pide ahondar en nuestra fidelidad, para que nuestros propósitos no sean luces que brillan momentáneamente y pronto se apagan. En el fondo de nuestros corazones hay profundos contrastes: somos capaces de lo mejor y de lo peor”, señaló.
Recordó además las palabra de Benedicto XVI pronunciadas en Cuba donde criticaba la actitud del mismo como persona que nunca se comprometen.
“No hacemos como Poncio Pilatos, ironizando con la verdad y proclamando nuestra incapacidad para alcanzarla. 'Esta actitud produce un cambio en nuestros corazones, haciéndolos fríos, vacilantes, distantes de los demás y encerrados en sí mismos. Esta actitud nos hace personas que se lavan las manos como el gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin comprometerse”, dijo.
Ariotti recuerda que no basta con recoger palmas benditas ni con visitar a Jesús en jueves santo, sino que se debe imitar a Cristo y al sacrificio que realizó el santo para salvar las vidas. “Y esto se dará sólo si estamos en condiciones de preguntarnos por la verdad y decidirnos tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad”, resalta.
También resalta la imagen de la Virgen María de quien destaca que “nos enseña a ser constantes, a luchar en lo pequeño, a crecer continuamente en el amor a Jesús”. Instó a rezar a la Virgen de Caacupé pidiéndole su ayuda para purificar los corazones antes de las fiestas de Pascua.
“Y pidámosle también que siga acompañando y amparando a sus queridos hijos paraguayos, para que Cristo reine en sus vidas y les ayude a promover con audacia la verdadera paz, la concordia, la justicia y la solidaridad”, finaliza.