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Monseñor Edmundo Valenzuela, obispo coadjutor de Asunción fue el encargado de oficiar la Celebración de la Pasión, ceremonia más importante del Viernes Santo, llevada a cabo esta tarde en la Catedral Metropolitana.
En la homilía, el religioso recordó los momentos de la muerte de Jesús, quién fue clavado a la cruz, luego de un tortuoso camino hasta el lugar conocido como monte de la calavera.
Recordó que Jesús pidió a su padre Dios que perdone a los que lo condenaron a muerte diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, desconociendo odio alguno en una frase sin venganza.
Valenzuela habló de los momentos en los que Jesús recibió todo tipo de burlas desafiantes por parte de los soldados romanos y los miembros del Sanedrín que lo exhortaron a bajar de la cruz, aludiendo a su falta de credibilidad sobre la condición divina del hijo de Dios.
Finalmente, expresó que entrar en el misterio de la cruz ha de estar en el centro apostólico y del anuncio del Evangelio que conduce a la fe y cuya finalidad es atraer constantemente a cada persona y al mundo dentro del amor de Cristo, para ser una ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.
Muchos cristianos realizaron la tradicional visita a los siete templos, que en algunos lugares se realiza el Jueves Santo, mientras que en otros, el Viernes Santo. La práctica tiene como marco histórico el recuerdo de Jesús que fue llevado de una autoridad a otra para ser condenado a muerte.
Video de Aníbal Modesto Velázquez, periodista de ABC Color.