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Por meses, Gu Kailai se preocupó por un secreto que amenazaba voltear su cómoda vida y detener el ascenso de su esposo a los niveles mayores del liderazgo político en China. Así que tomó acción.
En una habitación de hotel en el sur de la ciudad china de Chongqing, mezcló té y veneno para ratas en un pequeño contenedor mientras Neil Heywood, un socio británico de negocios, yacía ebrio en la cama.
Entonces vertió la mezcla en la boca de Heywood.
Personal del hotel hallo su cuerpo dos días después.
Gu eventualmente confesó al crimen de 2011. Había decidido cometerlo, dijo, tras las amenazas de Heywood de exponer un oscuro secreto: millones de dólares en bienes raíces guardados en una cuenta offshore al otro lado del mundo.
Si Heywood revelaba que ella había usado una compañía en las Islas Vírgenes Británicas para ocultar una villa de su propiedad en el sur de Francia, dedujo, el escándalo pondría en peligro el ascenso de su esposo, Bo Xilai, al Comité del Politburó, un cuerpo de menos de diez hombres en la cima del poder político en China.
Solo dos semanas después del asesinato –en un escrito previamente desconocido– la estructura de propiedad de la compañía offshore de Gu repentinamente cambió. Sus acciones en la compañía se transfirieron a otro socio de negocios, quizá en un esfuerzo por difuminar aún más sus lazos con la compañía o facilitar que el socio de confianza actúe rápidamente a medida que los eventos se desarrollaban, muestra una serie de registros secretos.
Al final, nada pudo ocultar los secretos de Gu. Su búsqueda de anonimidad offshore acabó en muerte para Heywood y prisión para ella y su esposo – y añadió leña a preocupaciones sobre cómo la élite de China usa escondites en paraísos fiscales para esconder su riqueza.
Los archivos filtrados que proveen nuevos detalles sobre los tratos de Gu también revelan mucha nueva información sobre las propiedades offshore de las familias de los poderosos de China.
Los documentos revelan que Xi Jinping, el “Presidente de Todo” de China –sus títulos incluyen presidente, jefe del Partido Comunista y jefe militar– tiene un cuñado que ha tenido compañías en paraísos fiscales. Familiares de al menos siete otros hombres que sirvieron en el diminuto Comité –incluyendo a dos miembros que sirven actualmente con Xi– también tienen propiedades offshore, muestran los registros.
Uno de estos familiares es el nieto político del fallecido presidente Mao Zedong, el fundador de la República Popular de China.
No es un secreto que muchos de los hijos y nietos de los héroes revolucionarios de China han hallado el éxito en el mundo de los negocios. China tiene la segunda economía más grande del mundo y tiene cientos de billonarios. Pero el nivel en que algunas de las personas mejor conectadas del país han usado redes offshore para mantener sus bienes ocultos del ojo público no es bien conocido. Y las mecánicas de cómo lo hacen apenas se entienden.
Los documentos fueron obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el diario alemán Süddeutsche Zeitung y otros medios asociados. Los registros –más de 11 millones de documentos en total– muestran el funcionamiento interno de Mossack Fonseca, una firma panameña que se especializa en construir estructuras corporativas que pueden usarse para esconder bienes.
Entre los clientes chinos de alto perfil de la firma está Deng Jiagui, cuñado del líder chino Xi Jinping, quien ha hecho de la lucha contra la corrupción un punto clave de su gobierno. Deng Jiagui adquirió una firma offshore por medio de Mossack Fonseca en 2004 y dos más en 2009.
Las compañías se llamaron Supreme Victory Enterprises Ltd., Best Effect Enterprises Ltd. y Wealth Ming International Ltd. No es claro para qué se usaron las compañías. Supreme Victory fue disuelta en 2007 y las otras dos compañías habían quedado aletargadas para cuando Xi se convirtió en jefe del Partido Comunista en 2012.
Otra cliente prominente es la hija de Li Peng, el premier de China entre 1987 y 1998. Li es mejor conocido por supervisar la sangrienta represión militar de las protestas pro-democracia en la Plaza Tiananmen en 1989.
Su hija, Li Xiaolin, y su esposo son dueños de Cofic Investments, una compañía de las Islas Vírgenes Británicas incorporada en 1994. En emails internos, los abogados de Li dicen que los fondos de la firma vinieron de la ayuda brindada con la exportación de equipos industriales a Europa desde China. Los archivos muestran que la propiedad fue ocultada por muchos años por medio del uso de bienes al portador, que se registran sin nombres –si están en tus manos, son tuyas-. Por mucho tiempo han sido consideradas un medio para cometer lavado de dinero y otros delitos, y han ido desapareciendo gradualmente en todo el mundo a medida que las jurisdicciones endurecen regulaciones dirigidas a detener el flujo de dinero sucio.
La nueva generación de la llamada “nobleza roja” parece haberse enterado del mundo offshore a una temprana edad. La nieta de Jia Qinglin, quien sirvió como el miembro número 4 del Comité hasta 2012, tiene bienes offshore. Jasmine Li Zidan se convirtió en dueña de una compañía offshore llamada Harvest Sun Trading Ltd. en 2010, cuando era estudiante en la Universidad de Stanford.
Desde entonces, Jasmine Li ha construido un negocio sorprendentemente grande para alguien tan joven: sus dos entidades de las Islas Vírgenes Británicas se usaron para establecer dos compañías en Beijing con un capital total registrado de $300.000. Haciendo que dos compañías de las IVB sean sueñas de las acciones de Li en las compañías de Beijing, pudo mantener el nombre de su familia fuera de los documentos de registro público.
Los cinco otros miembros actuales y pasados del Comité cuyos relativos están conectados al mundo offshore son:
Zhang Gaoli, un miembro actual del Comité, tiene un yerno llamado Lee Shing Put, quien era accionista de tres compañías incorporadas en las IVB: Zennon Capital Management, Sino Reliance Networks Corporation y Glory Top Investments Ltd.
Liu Yunshan, actual miembro del Comité, tiene una nuera llamada Jia Liqing, quien era directora y accionista de Ultra Time Investments Ltd., una compañía incorporada en las IVB en 2009.
Zeng Qinghong, vicepresidente de China entre 2002 y 2007, tiene un hermano llamado Zeng Qinghuai, director de una compañía, China Cultural Exchange Association Ltd., que fue incorporada primero en Niue y luego reubicada en 2006 en Samoa.
El fallecido Hu Yaobang, quien sirvió como jefe del Partido Comunista chino entre 1982 y 1987, tiene un hijo llamado Hu Dehua que fue accionista, director y dueño beneficiario de Fortalent International Holdings Ltd., una compañía incorporada en las IVB en 2003. Hu Dehua registró la compañía usando su dirección de domicilio particular, la casa tradicional donde su padre vivió cuando era jefe de partido.
Mao Zedong, quien lideró a la China comunista desde 1949 hasta su muerte en 1976, tiene un nieto político que incorporó Keen Best International Limited en las IVB en 2011. Chen Dongsheng es el jefe de una compañía de seguros de vida y una casa de subastas, y fue el único director y accionista de Keen Best.
Los archivos filtrados iluminan cómo algunos miembros de la élite política china usan el mundo offshore para mantener discretas sus finanzas.
No todos los negocios offshore son ilegales, pero incorporaciones en las IVB y otros lugares pueden permitir oscurecer las relaciones financieras entre la élite política y personas adineradas, esconder bienes, evadir impuestos y facilitar compras anónimas en bolsa. También permiten a una persona de alto perfil establecer un negocio offshore en el nombre de su compañía offshore sin que nadie sepa que es de ellos. Estas son solo algunas de las técnicas que aceitan los engranajes del capitalismo con características comunistas de la China moderna.
Junto con herederos conectados políticamente, los clientes chinos de Mossack Fonseca incluyen a los súper ricos como Shen Guojun, quien fundó la cadena china de centros comerciales Intime. Shen era accionista, junto con la estrella de kung fu Jackie Chan y otros, de una compañía llamada Dragon Stream Limited, que fue incorporada en las IVB en 2008.
Otra billonaria, Kelly Zong Fuli, hija del billonario magnate de las bebidas gaseosas Zong Qinghou, adquirió una compañía de las IVB llamada Purple Mystery Investments con ayuda de Mossack Fonseca en febrero de 2015. La correspondencia muestra que el propósito de la compañía era “inversiones en China”.
Shen Guojun, Jackie Chan y Kelly Zong Fuli no respondieron a pedidos de comentarios por parte de ICIJ.
La firma panameña –considerada una de las principales incorporadoras de compañías offshore en el mundo– estableció Mossack Fonseca Secretaries Limited en Hong Kong en agosto de 1989 y, en sus primeros días, operó desde una oficina en Kowloon Centre en Tsim Sha Tsui, un lujoso barrio conocido por sus museos y centros comerciales. Estableció su primera oficina en la China continental en 2000. Hoy, de acuerdo al sitio web, tiene oficinas en ocho ciudades del continente: Shenzhen, Ningbo, Qingdao, Dalian, Shanghai, Hangzhou, Nanjing y Jinan.
Un análisis de los registros filtrados por ICIJ muestra que para el final de 2015 Mossack Fonseca cobraba honorarios por más de 16.300 compañías offshore incorporadas por oficinas en Hong Kong y China. Esas compañías representaban el 29 por ciento de las compañías activas de Mossack Fonseca en todo el mundo y convertían a China en el mercado principal de la firma. Su oficina más activa en Asia –y en todo el mundo– es la de Hong Kong.
Las reglas internacionales de lavado de dinero requieren que intermediarios como Mossack Fonseca den escrutinio extra a funcionarios del gobierno y sus familias para asegurarse de que su dinero no se viera acumulado por corrupción. Algunos clientes como Shi Youzhen, la esposa de Zong Quinghou, el magnate de Wahaha, estaban sujetos a “verificación aumentada”, incluyendo preguntas sobre los bienes de sus compañías offshore.
Un análisis de los archivos muestra que la firma también firmó con otros clientes chinos sin determinar si tenían lazos familiares con figuras políticas.
Los documentos muestran, por ejemplo, que nadie en la firma reconoció o identificó a Deng Jiagui como el cuñado de Xi Jinping cuando lo ayudaron a incorporar compañías offshore en las IVB en 2004 y 2009.
Parece también que por años Mossack Fonseca no reconoció o no se percató de los lazos familiares de Li Xiaolin, la única hija del ex premier chino Li Peng.
Mossack Fonseca no objetó al uso de acciones al portador para controlar la compañía de Li Xiaolin y su esposo, Cofic Investments, hasta 2009, cuando las IVB introdujeron estándares anti lavado de dinero más duros que prohibieron su uso. Los archivos filtrados muestran que la firma no indagó en los antecedentes de los verdaderos accionistas de la compañía incluso cuando la estructura fue transferida en 2010 de acciones al portador a otro arreglo secreto, una fundación en el diminuto principado europeo de Lichtenstein.
A estas alturas, Li Xiaolin se había establecido en China como más que solo la hija de un líder político famoso. Se había vuelto una alta ejecutiva en el sector energético chino –ganado el apodo de “la Reina de la Energía de China”– y se había convertido en delegada de la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino, un cuerpo asesor de la legislatura china.
Emails muestran que Mossack Fonseca finalmente supo que Lo Xiaolin y su esposo eran los auténticos dueños de Cofic Investments en 2014, en respuesta a una pregunta de los reguladores financieros de las IVB.
No queda claro en los archivos sobre qué era el cuestionario, pero al menos algunos de los empleados de la firma parecen no haber hecho la conexión de que Li Xiaolin era una participante prominente en la política y los negocios chinos.
El abogado de Ginebra Charles-Andre Junod, director de Cofic Investment, se negó a comentar pero dijo que siempre respetó las leyes relevantes.
Li Xiaolin no respondió a repetidos pedidos de comentarios.
En una carta a ICIJ, Mossack Fonseca dijo que la firma “estableció políticas y procedimientos” para identificar y manejar casos que involucran a políticos o gente asociada a ellos. Dijo que la compañía considera de “alto riesgo” esos casos y conduce chequeos más intensos y un seguimiento periódico. “Llevamos a cabo verificaciones de todos los clientes nuevos y potenciales, que a menudo exceden en exigencia los estándares y reglas existentes a los cuales nosotros y otros estamos atados”.
Otro heredero que se escurrió entre el proceso de verificación de Mossack Fonseca sin mucha atención fue Jasmine Li, la nieta de un ex miembro del Comité. Li era una estudiante de Stanford cuando ingresó al mundo offshore.
No hay evidencia en los documentos filtrados de Mossack Fonseca de que la firma haya tenido una copia de su identificación aunque se supone que eso es un procedimiento estándar. Si los empleados de MF hubieran mirado más de cerca, quizá habrían descubierto una relación financiera entre ella y otro de sus clientes, Zhang Yuping, presidente y fundador de Hengdeli, un distribuidor chino de relojes de lujo.
Zhang era el único accionista de una compañía de las IVB llamada Harvest Sun Trading Limited.
Los registros públicos muestran que Harvest Sun fue usada para comprar acciones en una compañía de Hong Kong llamada China Strategic Holdings en abril de 2010. Pocos meses después, en agosto, Harvest Sun vendió algunas de las acciones y luego descargó las que le restaban en setiembre, de acuerdo a archivos de la Bolsa de Cambio de Hong Kong.
En diciembre de 2010, según muestran los registros de la firma, Zhang transfirió la propiedad de la compañía ahora vacía a Jasmine Li, quien era estudiante de la Universidad de Stanford al momento, de acuerdo a su página de LinkedIn. El precio de venta: $1.
Los archivos de Mossack Fonseca muestran que Li también tiene una segunda compañía en las IVB, llamada Xin Sheng Investments Limited. Li utilizó a Harvest Sun y Xin Sheng para establecer dos compañías de nombres similares en Beijing con intereses en bienes raíces y entretenimiento. Las compañías offshore actuaban como escudos para su identidad.
El abogado de Zhang, Victor Lee, confirmó por email que Harvest Sun fue transferida de Zhang a Li en 2010. El abogado dijo que no había bienes en Harvest Sun al momento de la transferencia, y que Zhang consideraba “razonable” la transferencia porque la compañía era “solo una estructura sin bienes”.
“Nuestro cliente no tenía relación con la Srita. Li, quien fue presentada a nuestro cliente por socios de negocios”, escribió el abogado, sin dar más detalles. Dijo que la transferencia significó que Jasmine Li podía tener la compañía “sin necesidad de establecer otra compañía de estructura”.
Empresarios en China a menudo intentan quedar en favor con los líderes ayudando a sus parejas, hijos, nietos y otros familiares cercanos. La naturaleza de estos lazos simbióticos pero secretos quedaron al descubierto durante los juicios de Gu Kailai y su esposo Bo Xilai, quienes dependían mucho de un adinerado magnate del plástico del noreste de China llamado Xu Ming. Como dijo Bo durante su juicio por corrupción en agosto de 2013: “Xu Ming ha proveído una grna cantidad de asistencia financiera a mi familia... Yo lo ayudé a lograr ‘avances rápidos’ y él me ayudó a cuidar a mi hijo“.
Por más de una década, Gu Kailai había logrado mantener en secreto su posesión de parte de una compañía offshore en el Caribe, lo que lo ayudó a mantener su villa en el Mediterráneo oculta.
Ella y su esposo tenían todos los ingredientes de una poderosa pareja china.
Gu, hija de un ex general del Ejército de Liberación Popular, trabajó como asistente de carnicero durante la Revolución Cultural, pero acabó convirtiéndose en una exitosa abogada.
Bo, el dijo de uno de los poderosos “Ocho Ancianos” del Partido Comunista, conducía la gran metrópolis de Chongqing y, para 2011, era un candidato principal para el Comité del Politburó y posiblemente para ser el próximo zar de la seguridad doméstica de la nación.
A medida que la estrella de su esposo se disparaba, Gu adquirió la villa de seis dormitorios en Cannes junto a la Riviera Francesa. La casa se compró en 2001 con fondos de Xu Ming. Xu eludió los estrictos controles de capital de China fingiendo la compra de un taller de metal para transferir al extranjero los $3,2 millones.
La compañía que vendió el ficticio taller se quedó con una pequeña parte y transfirió el resto a Russell Properties S.A., una compañía de las IVB de la que Gu era en secreto co-propietaria junto con el arquitecto francés Patrick Henri Devillers. Russell Properties transfirió dinero a una compañía en Francia que compró y manejó la villa.
En los papeles, nada vinculaba a Russell Properties con Gu o su poderoso esposo.
Gu utilizó la Villa Fontaine St. Georges como una inversión, esperando que generara ingresos por alquiler. Luego testificó que ocultó su propiedad de la compañía y la villa porque quería “minimizar” sus impuestos. Dijo también “no quería que otros sepan que tenía bienes en el extranjero”.
Para manejar la villa, recurrió a Heywood, un amigo de la familia que reflejaba sofisticación y misterio. Era conocido por manejar por Beijing en un Jaguar con los números “007” en la matrícula. The Guardian reportó que se refería a Gu como una despiadada “emperatriz”.
Ayudando a Gu, Heywood se convirtió en parte de una industria de personas que sirven como fachadas para chinos famosos que quieren mantener en secreto sus bienes en el extranjero. Estos prestanombres – conocidos en China como “guantes blancos” – a menudo tienen la parte de los verdaderos dueños en bienes raíces y otras inversiones.
Actuar como guante blanco para la élite corporativa y del Partido se ha convertido en un lucrativo negocio en China. Para Heywood, acabaría siendo mortal.
Mossack Fonseca “heredó” Russell Properties como parte de un grupo de compañías offshore que fueron transferidas de otro agente de registro a mediados de 2011.
En el momento, las acciones de la compañía estaban en poder de IFG Trust y IFG Secretaries, intermediarios ubicados en Jersey, en las Islas del Canal. Los registros de directores y accionistas no mencionaban a Devillers o a Gu, y no había un vínculo obvio con China. Entonces las cosas empezaron a desbaratarse.
Gu había prometido a Heywood, quien manejaba la villa francesa, una parte de un negocio de bienes raíces en Chongqing. Heywood creía que no estaba recibiendo su justa parte. A principios de 2011, Gu dijo luego, Heywood recurrió a su hijo, Bo Guagua, para presionarlo para que pida más dinero a su familia. Heywood amenazó con revelar la villa de Gu, dijo esta.
De acuerdo a reportes del juicio, Gu y Heywood se reunieron el 13 de noviembre de 2011 en el Hotel Lucky Holiday en Chongqing para discutir la disputa. Cenaron y fueron a la habitación de él para beber. Él tomó media botella de whiskey Royal Salute y vomitó antes de ser arrastrado a su cama por un asistente de la familia Bo, Zhang Xiaojun. Heywood pidió a Gu agua.
Ella mezcló veneno para ratas y té en un contenedor de salsa de soja y se lo dio en pequeños tragos. Gu esperó hasta no sentir más el pulso de Heywood, y entonces fue a su habitación y se acostó.
Poco más de dos semanas después, muestran los archivos filtrados, Mossack Fonseca ayudó a transferir acciones de propiedad de Russell Properties, la compañía que controlaba la villa, de los intermediarios IFG a Patrick Henri Devillers, el arquitecto francés que había ayudado a Gu a establecer la compañía en 2000.
Devillers utilizó la dirección del viejo compañero legal de Gu en Beijing en el papeleo de transferencia. De acuerdo a documentos de la corte, Rusell Properties inicialmente estaba dividida 50/50 entre Gu y Devillers por medio de las dos intermediarias de las Islas del Canal.
No está claro por qué la transferencia se hizo tan pronto después del crimen o por qué las acciones de Gu se transfirieron a Devillers. Parece extraño que Devillers pusiera la compañía a su verdadero nombre y que utilice la vieja dirección e Gu en el papeleo, esencialmente dejando sus huellas y las de ella en la compañía.
Esta movida esencialmente sacó a IFG del medio. El resultado fue que Devillers pudo establecer contacto directo con Mossack Fonseca, dándole más control inmediato de la compañía.
Para principios de 2012, Devillers estaba a menudo en las noticias en China, Gran Bretaña, Francia, Australia y Estados Unidos por sus vínculos con el juicio a Gu y el escándalo de corrupción de Bo Xilai. Pero de acuerdo a los archivos filtrados, durante varios meses a principios de 2012, Mossack Fonseca parece haber permanecido ignorante del caso. Durante este tiempo, Devillers escribió a Mossack Fonseca para pedir que le permitan transferir Russell Properties a otro agente offshore llamado Morgan & Morgan Trust.
Entonces, el 7 de junio de 2012, reguladores de las IVB lanzaron una investigación de Russell Properties pidiendo información de Mossack Fonseca sobre sus dueños, directores y otros detalles. Cuatro días después, una funcionaria de Mossack Fonseca alertó a sus colegas en un email interno que Devillers parecía estar vinculado a una investigación en China.
El 12 y 13 de junio, Mossack Fonseca escribió a Devillers, enviándole notas cada vez más ansiosas que incluían links a artículos sobre el escándalo de Bo Xilai y Gu Kailai y su supuesto rol en él. “Los artículos mencionaban a una persona con su nombre y nacionalidad”, escribió la firma. “Por favor díganos si la persona en cuestión es usted”. Él parece no haber respondido.
En su respuesta a la autoridad de las IVB, la firma dijo que un hombre llamado Patrick Henri Devillers era el único accionista y director de Russell Properties y “nuestro último contacto en relación a esta compañía”. No hacía mención de los aparentes vínculos de la compañía con el escándalo en China, aunque prometía indagar más y proveer más información sobre Devillers y la compañía en el futuro.
Devillers ahora vive en Camboya. Su testimonio se usó en los juicios de Gu y Bo, pero él nunca fue acusado de ningún crimen. No respondió a pedidos de comentarios.
Bo cumple una condena de por vida por sobornos, enriquecimiento ilícito y abuso de poder, aunque dice que algún día su nombre será redimido.
Gu fue sentenciada a muerte por asesinar a Heywood. En diciembre de 2015, las autoridades chinas redujeron su condena a cadena perpetua.
La sentencia de la corte a Bo ordenaba que la villa fuera confiscada por el gobierno chino. Medios estatales chinos reportaron en 2014 que estaba en venta.
El precio sugerido: $8,5 millones.
*Por Alexa Olesen y Wen Yu