“Francia ha decidido reinscribir a Panamá en la lista de países no cooperativos, con todas las consecuencias para todos los que hagan transacciones con Panamá”, señaló Sapin en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional.
El ministro alegó que “Panamá es un país que ha pretendido hacer creer que era capaz de respetar los grandes principios internacionales” sobre la transparencia financiera, y lamentó que eso le hubiera permitido “salir de la lista negra de paraísos fiscales”.
“Eso ya no será posible”, aseguró, antes de explicar que ha pedido a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que reúna a sus enlaces de fiscalidad para acelerar la acción contra el fraude.
El secretario de Estado de Hacienda, Christian Eckert, recordó que Panamá había estado en la lista francesa de paraísos fiscales hasta finales de 2011.
Eckert contó que en diciembre pasado París había advertido a las autoridades de ese país de que si no rectificaban en sus reticencias para cooperar en sus demandas de intercambio de información fiscal volverían a integrarlos en la “lista negra”.
Esa advertencia se reiteró a mediados de febrero en una conversación de Sapin con su homólogo panameño.
La vuelta de Panamá a la lista francesa de paraísos fiscales supondrá que en las transacciones entre los dos países el fisco francés aplicará de oficio una retención, salvo que se demuestre que hay “ una justificación económica ” .
Más allá de este aspecto bilateral, Sapin dijo que ha lanzado una serie de peticiones a países de todo el mundo para tratar de recuperar la mayor documentación posible de los conocidos como los Papeles de Panamá con vistas a lanzar procedimientos contra los supuestos defraudadores.
“Ya hay persecuciones contra un cierto número de personas que han sido nombradas en estas revelaciones”, señaló sin precisar cuáles.
Añadió que “serán perseguidas por las vías legales todas las personas de las que tengamos conocimiento porque el fraude fiscal es insoportable, en particular ahora que muchos franceses atraviesan dificultades”.
Interrogado por el caso del banco francés Société Générale, que según las filtraciones de “Le Monde” tiene 979 empresas abiertas en paraísos fiscales con la ayuda del bufete panameño Mossack Fonseca, Eckert avanzó que sus dirigentes han sido convocados por el ministro de Finanzas para que se expliquen.
Sapin insistió en la idea de que “luchar contra el fraude internacional sólo se puede hacer a nivel internacional” y por eso quiere que se acelere el trabajo que se lleva a cabo bajo el paraguas de la OCDE.
Ayer, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, instó a Panamá a aplicar “inmediatamente” los estándares internacionales de transparencia fiscal, tras recordar las continuas resistencias a hacerlo que ha mostrado el país centroamericano.
El secretario general podría utilizar, como herramienta de presión, la presentación de un informe al G20 sobre el comportamiento de Panamá este mismo mes.