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Agosto de 2006. Cerca de 100 personas son detenidas en diferentes estados de Brasil, señaladas de formar parte de un esquema criminal de contrabando, lavado de dinero y evasión de divisas. El “Operativo Diluvio”, como lo denominaron las autoridades del vecino país, incluyó cerca de 1.000 efectivos de la Policía brasileña y unos 300 agentes de la Receita Federal, además de contar con apoyo de fuerzas del orden de los Estados Unidos.
Entre los detenidos, había un nombre que sobresalía particularmente, el de Marco Antonio Mansur, un conocido “hombre de negocios” y yerno del exdictador paraguayo Alfredo Stroessner, quien fallecía el mismo día en que el esposo de una de sus hijas, María Olivia Graciela (más conocida como “Chelita”) era detenido. Este hombre, quien de la noche a la mañana había pasado a ser un millonario empresario, era señalado como el cabecilla del esquema desarmado y al que se vinculaba también a sus dos hijos: Marco Antonio Mansur fliho y Emmanuel Emilio Mansur Stroessner.
De acuerdo a publicaciones periodísticas de aquellos días y a declaraciones oficiales brindadas por autoridades involucradas en el procedimiento que llevó a las múltiples detenciones, Mansur lideraba un esquema encargado de importar de manera irregular mercaderías desde Estados Unidos a Brasil. Se estimaba que las importaciones irregulares rondaban el billón de reales y que en apenas cuatro años habían evadido impuestos por alrededor de R$ 500 millones.
El esquema encabezado por el yerno del exdictador paraguayo contaba con un depósito en Miami (Florida), donde guardaban las mercaderías que luego ingresaban de manera irregular o sobrefacturadas a Brasil. Un año antes, el nombre de Mansur, amo y señor del comercio exterior brasileño, ya había sido mencionado durante un procedimiento similar en el que se había desarticulado otra red de lavado y evasión.
De hecho, las autoridades brasileñas detectaron que el esquema del yerno del dictador paraguayo se encargaba de proveer productos al grupo de Law Kim Chong, considerado el mayor contrabandista del vecino país.
Una base de datos provistas a ABC Color por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) revelan que Marco Antonio Mansur y sus hijos Marco Antonio y Emmanuel, estaban vinculados a una empresa de portafolio llamada Delano International LLC., creada en Nevada (Estados Unidos) en 2003 con asesoramiento del estudio jurídico panameño Mossack Fonseca, una firma especializada en asesorar a personajes (desde políticos hasta narcotraficantes) interesados en crear empresas de fachada para esconder grandes sumas de dinero en cuentas bancarias en paraísos fiscales.
De acuerdo a los documentos, Mansur, sus hijos y otros involucrados en el millonario caso de evasión de divisas en Brasil eran los beneficiarios reales de Delano International LLC., la empresa que supuestamente operaba desde el estado de Nevada. Delano International figuraba a su vez como accionista de otra empresa, asentada en Brasil y denominada DELANO BR EMPREENDIMENTOS E PARTICIPACOES LTDA.
Ninguno de los beneficiarios reales de Delano International figuraba como directivos, sino que hacían figurar a otra firma, Fergus International S.A., con base en Panamá, como la directora de la empresa. En esta última figuraban como directivos funcionarios del estudio jurídico Mossack Fonseca.
Todos los beneficiaros, varios de ellos procesados luego por lavado y evasión, figuraban apenas como apoderados de la empresa, cargos que los habilitaban a realizar movimientos financieros, ventas, importaciones y exportaciones a nombre de la firma, evitando así ellos mismos figurar.
Además del yerno y los nietos del dictador Stroessner, también aparece como vinculada a la empresa Alessandra Salweski, una abogada brasileña que también resultaría presa durante el “Operativo Diluvio” de agosto de 2006 y a la que señalaban como asesora financiera del esquema de evasión de impuestos liderado por Mansur.
Si bien Delano International había sido creada ya en 2003, un intercambio de correos electrónicos entre funcionarios de Mossack Fonseca y asesores legales de Mansur y varios de sus socios revela que el mayor movimiento en torno a la empresa se comenzó a dar en 2005, poco más de un año antes de que se dieran las detenciones y cuando las autoridades brasileñas probablemente ya tenían los ojos puestos en la cuadrilla del yerno del exdictador paraguayo.
En los últimos días de febrero de 2005, funcionarios de Mossack Fonseca (MosFon) inician un intercambio de correos de manera interna en la que se refieren a una solicitud enviada por los representantes de Delano International desde Brasil. Los mismos solicitaban la redacción de un poder por el cual se nombra a Salewski y a un abogado uruguayo de nombre Roberto Diego Licio Siniscalchi, como representantes plenipotenciarios de la firma.
En los correos electrónicos, los funcionarios de Mossfon hablan de la necesidad de urgir y acelerar el proceso de legalización del poder ante el Consulado de Brasil en Los Ángeles y hasta señalan que el cliente está dispuesto a pagar “un costo adicional”.
“El cliente nos ha llamado ya que esta muy urgido en que la legalización se haga en el menor tiempo posible y nos ha pedido lo siguiente: Que llame al Consulado de Brasil en los Ángeles y que investigue nuevamente si pagando un costo adicional, ellos estarían dispuestos a legalizar el documento en el menor tiempo posible. El cliente esta dispuesto a pagar lo que sea necesario (sic)”, señalaba el email enviado por Iris Vergara, una funcionaria de la oficina en Nevada de Mossack Fonseca a Patricia Amunategui, también funcionaria de la misma oficina pero encargada de las corporaciones administradas por la firma en ese estado.
Una vez que se cumplieran con los trámites de legalización, los documentos legalizados debían ser enviados a Brasil, aunque los representantes de quienes estaban detrás de la firma advertían de una cuestión: a Brasil debían ir solo los documentos, sin factura alguna y los documentos de pago debían ser enviados a Uruguay, donde operaban los abogados de Mansur y sus socios.
“AGRADECEMOS TENER ESPECIAL CUIDADO YA QUE DICHA DOCUMENTACIÓN DEBERÁ SER ENVIADA SIN NINGUNA CARTA Y SIN NINGUNA FACTURA, únicamente los poderes solos en el sobre (sic)”, escribía José Daniel Fremd, abogado uruguayo que hacía las veces de representante legal de Mansur y compañía.
Las instrucciones eran claras: los documentos legalizados debían ser enviados a Sao Paulo, Brasil, donde los recibirían Salewski y Marco Antonio Mansur.
En 2007, algunos meses después de la detención de su padre y de su hermano, Emmanuel Emilio Mansur Stroessner recibía un poder por el cual era nombrado como apoderado plenipotenciario de Delano International en Brasil. Es decir, tenía autorización para mover dinero, vender propiedades o bienes, todo a nombre de la firma a la que estaba vinculada su familia, sin que apareciera en realidad su nombre.
Emmanuel también figuraba en varios de los procesos abiertos por lavado y evasión abiertos contra su padre y su hermano.
En esa misma época, diarios brasileños daban cuenta de que Marco Antonio Mansur era beneficiado con la libertad condicional y absuelto, debido a su colaboración, en una de las varias causas que había en su contra.
Al mismo tiempo solicitaban que se revocara el poder que habían otorgado dos años antes a Salewski, procesada en ese momento por la justicia brasileña y señalada como la asesora financiera del esquema liderado por el yerno de Stroessner dedicado al contrabando, lavado de dinero y evasión impositiva.
Entre 2007 y 2011, Delano International LLC. se llamó a silencio absoluto y no registró movimiento alguno. Tal fue la nulidad de acciones que la empresa fue desactivada por el estado de Nevada y por los representantes de Mossack Fonseca.
Hasta octubre de 2011, cuando se reinician las comunicaciones entre los funcionarios del estudio jurídico panameño y los representantes de Mansur, quienes solicitaban la reactivación de Delano International, para lo cual debían pagar varias tasas no solo al estado de Nevada sino también a Mossack Fonseca.
Además de la reactivación, solicitaban la emisión de un nuevo poder, esta vez a nombre de Marco Antonio Mansur, por el cual se lo nombrara como apoderado plenipotenciario de Delano International. Con ello, podía realizar transacciones a nombre de la firma, sin que ello significara que su nombre figurara detrás. En esa época, la justicia brasileña seguía solicitando embargo de sus bienes en el marco de las causas por lavado y evasión que había en su contra.
En principio, pedían también la anulación del poder anterior emitido a favor de Emmanuel Emilio, un pedido sobre el que luego retrocedieron. Para ese momento, los empleados de Mossack Fonseca ya habían enviado un borrador que terminarían descartando para redactar otro nuevo.
En esa época, Emmanuel Emilio había llegado a Paraguay para solicitar ser incluido en la lista de herederos de su abuelo, el dictador Alfredo Stroessner, el hombre que dirigió con mano de hierro los destinos de Paraguay durante 35 años en los cuales desaparecieron personas, fueron asesinados cientos y muchos más fueron sometidos a torturas y persecución.
Nunca se supo en realidad cuál era la fortuna que habían amasado Stroessner y su familia durante las casi cuatro décadas en las que gobernó Paraguay. Algunos hablaban de una fortuna nunca cuantificada distribuida en bienes, propiedades y hasta cuentas secretas en Suiza. La batalla jurídica entre los descendientes del tirano había iniciado ya en 2004, dos años antes de su muerte, y Emilio consiguió paralizar en 2011 el proceso judicial, en esa misma época tenía una empresa de portafolio que habría podido usar para mover el dinero, si así lo quería.
Marco Antonio Mansur fue un desconocido en Brasil durante buena parte de su vida, hasta que de pronto se convirtió en uno de los mayores empresarios del vecino país. Así, casi como por acto de magia.
“El es del interior de Sao Paulo y se mudó a Paraguay. Allí se casó con una hija del general paraguayo Alfredo Stroessner. Volvió a Brasil y domina gran parte del comercio exterior en el Brasil”, relataba en 2006 uno de los efectivos de la Policía brasileña involucrado en el operativo durante el cual fue detenido el yerno del dictador.
Su meteórico ascenso se dio luego de contar con la bendición de Stroessner y de tener a su disposición parte del dinero de la familia del dictador.