El dramático episodio que precedió a su eliminación -una mano del delantero Luis Suárez en el último minuto de la prórroga, cuando el balón entraba en portería, y el consecuente penalti fallado por Asamoah Gyan- escuece aún en la memoria del equipo ghanés, que prometió volver al Mundial para resarcirse de esa derrota.
El camino hacia el posible desquite en el país sudamericano ha sido aparentemente fácil, ya que en la fase de grupos, en la que quedó encuadrada con Lesoto, Sudán y Zambia, únicamente perdió un encuentro contra ésta última por 1-0.
Los cinco enfrentamientos restantes fueron cómodas victorias con solo dos tantos en contra, y goleadas como el 7-0 a Lesoto y el 4-0 a Sudán.
En la eliminatoria final quedó emparejada con Egipto, siete veces campeona de África y una de las selecciones más en forma del continente, pero los pronósticos se hicieron añicos en el primer partido de la eliminatoria.
Ghana le endosó un 6-1 y obtuvo la reserva de su pasaje a Brasil, plaza que quedó emitida en el choque de vuelta, en el que Egipto se impuso por un insuficiente 2-1.
Brasil 2014 será la tercera fase final consecutiva de un Mundial que dispute la selección entrenada por Kwesi Appiah, después de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, en la que quedó en una meritoria séptima posición.
Su principal arma para mejorar esta clasificación, que mereció un reconocimiento social y económico en su país (bonificación de 20.000 dólares por jugador), es un línea de medios con veteranía, talento y fuerza física.
La ocupan viejos conocidos de las principales ligas europeas: Michael Essien, jugador del Chelsea que militó un año cedido en el Real Madrid; Sulley Muntari, titular del Milán que ganó la Champions League con el Inter de Milán; y Kwadwo Asamoah, centrocampista del Juventus.
La delantera es para el punta del Al Ain (Emiratos Árabes) Asamoah Gyan, quien ansía borrar para siempre aquel sonido del balón estrellándose contra el larguero de Uruguay en el penalti que lanzó en el minuto 120 de los cuartos de Sudáfrica 2010, cuando el marcador señalaba 1-1.
La tanda posterior de desempate (4-2 para el equipo sudamericano), frustró el histórico pase de un equipo africano a unas semifinales mundialistas y marcó un nuevo desafío para Ghana, que afrontará su mayor reto el próximo mes de julio en Brasil.