Cargando...
"Los mujaidines que llegaron provienen de todos los países árabes, sin excepciones", expresó al Rawi.
El vocero confirmó que el ataque suicida cometido ayer cerca de Najaf, en un puesto militar estadounidense, mató a 11 soldados norteamericanos, y no cuatro como asegura la Casa Blanca.
Los futuros mártires "juraron no retornar a sus países" y pidieron ser sepultados en Irak, anunció al Rawi.
Agregó que "todos los musulmanes tienen el deber religioso de ayudar a Irak".
Al Rawi precisó que el kamikaze de ayer, así como el iraquí que aseguró haber derribado un helicóptero estadounidense "Apache", son llamados "Alí", un nombre común sobre todo entre los chiítas.
El vocero sugirió de esa manera que también los chiítas, que según Washington se iban a sublevar contra Sadam Husein, están combatiendo activamente contra la coalición militar angloestadounidense.
"Las operaciones de martirio de los hijos de Irak y de las fuerzas armadas comenzaron su glorioso camino de la guerra santa contra los invasores", anunció al Rawi.
"Somos un pueblo islámico: la jihad es una obligación, un deber, ordenado por Dios", agregó.
Irak, país con mayoría chiíta, pero dominado por la minoría sunnita, tiene también una minoría cristiana, a la cual pertenece, entre otros, el vicepremier Tareq Aziz.
"Las operaciones de martirio serán conducidas exclusivamente por los miembros de las fuerzas armadas", dijo al Rawi, al anunciar el arribo de más de cuatro mil árabes al país.
El representante en el Líbano de la Jihad Islámica, Abu Imad al Rifai, confirmó hoy que kamikazes de esa organización se encuentran en Bagdad.
Explicó que los mártires suicidas no provienen solo de Palestina, sino de varios países árabes.
La retórica musulmana representa el punto más alto de un proceso de islamización que inició Sadam Husein durante la guerra del Golfo de 1991, cuando ordenó que sobre la bandera nacional se escribiera la palabra "Allah Akbar" (Dios es grande).