Yaguareté ante la ganadería (II)

Según la Wildlife Conservation Society (WCS), la principal causa de muerte del yaguareté o “Panthera onca” en nuestro país sigue siendo el conflicto con la ganadería. Pese a esto, asegura que se lograron avances importantes por la voluntad de ganaderos.

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“De las muertes que se le atribuyen al yaguareté, probablemente el 10 al 15% son realmente del yaguareté y el resto por otras razones”, señaló María del Carmen Fleytas, directora de Wildlife Conservation Society (WCS) en nuestro país, quien detalla que existe un problema de registros, ya que suele ser una costumbre atribuir como causa de muerte del ganado al yaguareté, ya que también hay muertes por pumas, víboras e incluso por enfermedades. “Sólo el 'tigre' suele ser el culpable, pero es mucho menor la cantidad de muertes atribuibles del yaguareté”, aseguró, razón por la cual la organización decidió establecer un protocolo de actuación para que la matanza no sea la primera medida de acción.

La WCS es una organización sin fines de lucro que trabaja especialmente como mediadora en el conflicto entre jaguares y humanos en ocho países más de la región como Guatemala, Nicaragua, Perú, Brasil, Honduras, Ecuador, Bolivia y México. Fleytas asegura que la evidencia científica habla de que esta crisis sigue siendo la primera causa de muerte del jaguar en la región (se encuentra en peligro crítico de extinción.

La organización trabaja en nuestro país desde el 2010, y fue coautora del Plan de Manejo del Jaguar en Paraguay 2017-2026, junto con la Secretaría del Ambiente (Seam), otras organizaciones como Species (esta última cuenta con un Proyecto de Conservación del Yaguareté en el Chaco) y el apoyo de Itaipú Binacional.

Según el documento, el plan de manejo busca establecer un programa nacional y regional de monitoreo e investigación, que genere información científica útil para la conservación y manejo de la especie y comprende líneas de acción en base a cuatro ejes: Investigación y visión ecorregional; Políticas públicas; Manejo in situ; Manejo ex situ, y; educación, comunicación, concienciación y turismo.

Fleytas detalla que ya en el 2012 iniciaron la instalación de técnicas antidepredatorias en el Chaco Paraguayo como ser un monitoreo con cámaras trampa. “Utilizamos sistemas de luces led unidos a un panel solar autogestionado, esa luz asusta al animal de noche cuando se acerca al hato; cercas eléctricas donde se electrifican las últimas dos líneas de abajo para que los animales no puedan introducirse; para las estancias en construcción alejar el ganado del bosque, porque el bosque es el área natural de yaguareté”. Refirió además que planean introducir burros dentro de los rebaños en una estancia de Puerto Casado, medida que ya fue efectiva en otros países. Otro método es evitar la cacería de presas naturales del yaguareté para que estos no recurran al ganado.

Como un ejemplo se refirió al caso de la estancia El Nono S.A. ubicada en el destacamento Aguadulce, en Bahía Negra, Alto Paraguay, cuyos propietarios ya accedieron a la aplicación de cencerros por el cuello de las vacas, para que el ruido del aparato asuste a los jaguares, como una de las medidas.

El dueño de dicha propiedad, Esteban Vasconcellos, reconoció que en su experiencia existe una injerencia imporante del jaguar, pero esto no significa que aprueben la matanza. “Básicamente tenemos una injerencia importante del yaguareté, principalmente en los periodos de nacimiento y cría de terneros, pero tenemos como política no perseguirlos. Es cíclico, hay años donde hay mayor ataque, otros donde disminuye o se mantiene”, puntualizó. Como una referencia dijo que en una ocasión en un rodeo de 200 vacas, hubo entre 14 a 20 cabezas consumidas y pudieron identificar que el responsable fue el jaguar. Dijo además que por este motivo, también recurrirán a la instalación de cámaras trampa, para identificar a los ejemplares.

Fleytas señaló que además de la falta de educación de la población “que ve al yaguareté como un enemigo, se le ve y se le mata por la falta de conciencia ciudadana”, también la investigación es una materia pendiente.

“Cuanto estuvimos elaborando el plan de manejo del yaguareté la pregunta más insistente era cuántos yaguaretés quedan. Ese dato no existe en el país. Hay números que salieron de cálculos extrapolando densidades de esa zona, pero no hay un número real, no hay un censo nacional de yaguareté, no hay estudios que abarquen áreas importantes. Entonces es un vacío que hay que llenar, estamos trabajando con la Seam en eso”, señaló.

Informó que se encuentran trabajando en el Parque Nacional Defensores del Chaco, localizado en los departamentos de Alto Paraguay y Boquerón, reserva natural que, según Fleytas, es la unidad de conservación más importante del jaguar en nuestro país. “Estamos instalando cámaras para ir determinando la cantidad del yaguareté. Vamos a hacer el primer monitoreo en breve pero sobre todo enfatizar que el Chaco y la región Occidental entera, sobre todo Alto Paraguay es todavía el sitio más importante de conservación de jaguares”, alegó.

Al ser consultado al respecto, el titular de la Asociación Rural del Paraguay, Luis Villasanti, argumentó que por la experiencia de los socios de la agremiación, el yaguareté no es tan peligroso como insectos como la víbora o arañas, que no sólo mataron vacas, sino también a humanos. “El yaguareté que yo sepa, nunca mató a un ser humano, y por eso hay que preservarlo”, señaló.

Dijo que si bien no existe aún oficialmente un acuerdo con organizaciones conservacionistas como la WCS, “existe muchísima voluntad” de colaborar con cualquier programa, sobre todo de aquellas especies que están en peligro de extinción, entre las que está la panthera onca (nombre científico del jaguar). “Queremos colaborar con ellos porque al yaguareté hay que cuidarlo, pero se está conversando”, alegó.

(Imágenes extraídas de la fan page WCS Paraguay).

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