Víctor Brítez el “Patrón”

Es bien sabido que los narcotraficantes a parte de vivir con todos los lujos siempre tienen siempre una persona a quien imitar. Este es el caso de Víctor Brítez, alias “Chapalo”, quien al parecer tenía como espejo a Pablo Escobar.

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“Chapalo” al igual que el colombiano, era conocido como el “Patrón”. Le gustaba que lo llamasen así y al igual que Escobar, escaló desde abajo en el narcotráfico, vivía rodeado de lujos y gastaba millones de dólares en sus caprichos.

Agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Fiscalía realizaron un gran operativo en Ybycui y Ciudad del Este la semana pasada, para desbaratar una de las más grandes bandas de tráfico de drogas que estaban operando en esa zona del país.

Aparte de Víctor Brítez, también cayó toda su banda integrada por Nelson Galeano, el contador, Richard Fernández, Isidro Galeano, Julio Espinoza y Elías Fretes, hombres de confianza y que son del primer anillo del “Patrón”.

En los allanamientos se incautaron 309 kilos de cocaína, vehículos, armas y ganado, a parte de las propiedades del jefe de la organización.

“Chapalo” se inició como todos en el mundo del narcotráfico: siendo un distribuidor menor. Luego fue escalando en el submundo de los narcos, hasta amasar una fortuna que lo transformó en una persona que podía comprar, preparar y vender sus drogas.

Víctor Brítez, se hizo fuerte sobre todo en el Brasil, donde contactó con pesos pesados del narcotráfico y montó su propia estructura criminal.

La droga que movía “Chapalo” tenía como principal destino el Brasil. Cuando la Senad detuvo a toda la banda encontraron vehículos preparados para enviar en doble fondo hasta 50 kilos de cocaína por viaje.

Como a todo narcotraficante los lujos no podían faltar alrededor de Brítez. La estancia que se allanó en Ybycui, está valuada en varios millones de dólares.

Al igual que Pablo Escobar, “Chapalo” quiso tal vez hacer una estancia Nápoles, en Ybycuí y construyó un lago artificial, donde criaba peces de varias especies, también contaba con 500 cabezas de ganado sometido a engorde intensivo. También animesles como tapir, ñandú guazú, pavo real, carpinchos y otras especies raras.

Brítez montó su propio jardín zoológico en sus tierras. También deforestó parte de un parque nacional Ybycui, para hacer la única entrada a su estancia y poder plantar un pasto traído desde África, para que pasten sus animales.

Esta era la propiedad rural que tenía “Chapalo” y donde atendía sus negocios. Tal como lo hacía Pablo Escobar en su hacienda Nápoles.

La parte comercial de Víctor Brítez, la manejaba en el Paraná Country Club, donde tenía una mansión valuada en tres millones de dólares.

Esa casa era una fortaleza, ya que tenía 16 cámaras de seguridad y sensores de movimiento. Dentro de la casa había muebles de lujo, jacuzzi en cada habitación gimnasio y todas las comodidades.

En el barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este “Chápalo” contaba con sus oficianas distribuidas en un edificio de cinco pisos totalmente espejado y que es el más lindo de la ciudad. En el momento en que fue capturado estaba terminando en el mismo barrio otro edificio de siete pisos.

En esas propiedades habían oficinas al parecer todas vinculadas al lavado de dinero fruto del narcotráfico.

En Alto Paraná se encontró un depósito también propiedad de Brítez, en ese lugar se hacía la preparación de la droga y también había un taller mecánico en el que preparaban automóviles, camiones y camionetas que iban a llevar la cocaína en doble fondo.

Cuando se realizó el allanamiento se encontraron 23 vehículos todos ya listos para ser cargados con la mercancía.

Con la captura de Víctor Brítez se desmanteló tal vez una de las redes más grandes de tráfico de drogas que operaban en la zona Este del país.

“El Patrón” hoy afronta procesos por narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos conexos.

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