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A unos 342 kilómetros de Asunción, el distrito de San Cosme y Damián esconde en su territorio una de las maravillas naturales más impactantes del suelo paraguayo: las dunas de la isla Ybycu'i.
Formada hace quizás miles de años, una isla que flotaba en medio del río Paraná alojaba en su centro un pequeño cerro llamado Ybycu'i.
Con la construcción de la represa de la Entidad Binacional Yacyretá y la elevación del embalse, gran parte de su superficie quedó sumergida. El punto más alto de la isla quedó fuera del agua y fue “descubierto” por pescadores, primero, y algunos turistas, después, como un sitio llamativo y de gran atractivo.
Mientras fue pasando el tiempo, el viento fue dando forma a la arena hasta el punto que el lugar parecería ser un pedazo de desierto flotando sobre las aguas del Paraná, ofreciendo un paisaje verdaderamente único que convoca a los turistas en gran número.
En conversación con ABC Color, el intendente de San Cosme y Damián, Denis Galeano, contó que la isla se encuentra a unos 15 kilómetros de la cosa de la Marina de la ciudad. Se puede llegar hasta allí luego de un viaje de unos 45 kilómetros a bordo de una embarcación.
Existe una asociación de canoeros dedicados especialmente a ofrecer estos viajes a los visitantes, que cuentan con el control de la Marina, ante cualquier eventualidad.
Galeano relató que, además de ser un punto natural muy importante, la explotación turística de las dunas ha ayudado al crecimiento económico de los pobladores, que dependen directa e indirectamente de la actividad turística. La gran demanda empujó a que el año pasado se inaugurará un total de nueve posadas para alojar a los visitantes.
Galeano explicó que entre la población de la zona existe gran preocupación pues las dunas corren grave riesgo de desaparecer. Las famosas dunas han sufrido un gran deterioro como consecuencia de la erosión generada por la corriente del río Paraná y las lluvias.
“Casi el 70 por ciento ya desapareció”, afirmó preocupado el jefe comunal. Es que en poco más de dos años, lo que era una masa de tierra única quedó dividida en dos.
Una de ellas quedó reducida a un islote pequeño, mientras que el sector más grande quedó convertido en una especie de montaña de arena de unos 1.000 metros de extensión por no más de 300 metros de ancho.
Ante esta situación, el intendente aseguró que ya se presentó una solicitud de ayuda a la EBY, pues la Comuna no cuenta con los fondos necesarios para la realización de los trabajos que logren evitar la desaparición de las dunas.
Reconoció que hasta el momento no se ha tenido una respuesta concreta por parte de la entidad, pero que, luego de la solicitud, visitó la zona un representante de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP).
Galeano indicó que existe la intención de preparar un anteproyecto para conocer los alcances de las medidas que deben ser tomadas para salvar esta maravilla natural antes de que el río termine por arrastrar toda la arena.
“La gente puede visitar y valorar este lugar que tenemos en San Cosme y Damián. Además, en la zona están las reducciones jesuíticas, tenemos las reservas naturales. La invitación está abierta”, finalizó.
La preocupación por salvar una maravilla natural de nuestro país está instalada en los pobladores de la zona sur. Ahora, tocará esperar que se tomen las medidas necesarias antes de que sea demasiado tarde.