Un gomero de Primera

El que vio alguna vez un partido de River Plate sabrá que desde hace siete años hay un solo capitán, Fidelino Araújo, el gomero más fiel que cumplió su gran sueño: devolver a su querido “Kelito” a Primera División.

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Jugadores fieles a un club casi ya no existen y menos en la Intermedia, donde en cada temporada los movimientos son incesantes, pero encontramos uno y ahora será el gran capitán de Primera División. Si hablamos de la historia reciente de River Plate, el flamante primer equipo ascendido a la máxima categoría, no podemos obviar hablar de Fidelino Araújo, un hombre que de los últimos doce años de su vida, once años y medio le dedicó a su querido “Kelito”.

Muchos lo conocen como el eterno capitán y gran volante de recuperación en las canchas, pero los que pocos o casi nadie sabe, es que él no solo vive del fútbol, hace actividades extras para cumplir con los gastos de su casa, ya que desde hace un poco más de un año ya vive con su pareja, según comentó.

Cuando le llamamos para realizar la nota se escuchaban algunos ruidos bastante extraños, le preguntamos si estaba disfrutando el merecido ascenso y él, con una voz emocionada, respondió automáticamente con una respuesta inesperada: “Ambopu hierro hina (estoy haciendo sonar el hierro)”. Fue ahí que nos contó que en sus tiempos libres trabaja como gomero con su papá en San Lorenzo. “Yo trabajo con mi viejo en su gomería, le ayudo ahí a la tarde porque a la mañana practico. Me ayuda bastante la plata que saco acá, antes cuando era más joven me salvaba todo luego porque de ahí sacaba para el pasaje y eso. Una de las cosas que quiero hacer ahora es jugar en Primera, sacarme fotos, por ejemplo con Diego Lugano de Cerro y Cristian Riveros de Olimpia, para colgar acá en la gomería”, revela con una felicidad única el eterno capitán.

Araújo sobrevivió a todo con el equipo de la banda roja: ascensos, descensos hasta la última categoría, finales en la Chacarita y muchas batallas incontables a lo largo de más de una década. Llegó en el 2003 a River Plate y desde entonces solamente abandonó el club seis meses y fue porque ya tenía decidido dejarse del fútbol, pues las necesidades apremiaban y debía buscar un mejor oficio para tener una vida mejor.

“En el 2006 debuté en Primera, en la Primera B. Después descendimos a la C en el 2007. En el 2008 no pasaba nada y me fui a Argentina para trabajar como ayudante de electricista y en esa, el presidente de River me consiguió para jugar en el Deportivo Paraguayo en la División D de Argentina. En el 2009 me llamaron otra vez de River y ascendimos a la B y luego volvimos a subir a la Intermedia. Del infierno en el que estábamos volvimos a pisar tierra sin quemarnos”, relata recordando otros momentos duros en las categorías de ascenso: “Lo que pasamos no tiene nombre. Yo estoy desde el 2003 en River y me aguanté todo. Lo que nunca voy a olvidar es un partido que jugamos en la Chacarita contra 3 de Febrero de San Felipe, teníamos que ganar para pelear por un repechaje a la B, si perdíamos capaz muchos de nosotros dejábamos el fútbol y ganamos en un partido duro, ir a la 'Chaca' a ganar e imponerse es casi impensado y lo hicimos”, cuenta, recordando cada detalle del épico partido.

El mediocampista confesó que acaba de cumplir la gran misión que tenía desde hace años: devolver al “Kelito” en Primera División. Además, con 28 años debutará en la máxima categoría de nuestro fútbol, algo soñado para él. “Siempre me enfoqué en una sola misión: jugar en Primera con River, Desde que estoy aquí es mi meta, mi sueño, mi todo era. Doce años de luchar y luchar, llegamos a tocar el infierno futbolísticamente. Imaginate, de estar peleando en la Chacarita, ahora vamos a jugar en el Defensores del Chaco”. Araújo, junto a Diego Urunaga y Rodrigo Morel son los únicos sobrevivientes del plantel de River de hace una década.

Lo curioso de este River Plate, que está por consagrarse campeón de la División Intermedia, es que a principio de año parecía que el equipo podría desarmarse, pues en los juegos de pretemporada los resultados fueron malos. “Este año se formó un plantelazo, aunque al principio había dudas. Gabino es conocedor de la Intermedia y esa es una gran ventaja. A comienzo de año en los amistosos no se ganaba, se habló incluso de una lista de jugadores que no iban a formar parte del plantel, pero cuando comenzó el torneo fue otra cosa, agarramos la punta en la tercera fecha y ya no soltamos más”, comentó.

A de tres fechas de la culminación del torneo, el “Kelito” ya confirmó su presencia en Primera y solo le falta un punto para coronarse como el monarca de la Intermedia 2015. Tiene 54 puntos en 27 partidos jugados, de los cuales ganó 15 empató 9 y apenas cayó en 3 oportunidades.

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