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Contra todo pronóstico, un grupo de paraguayos se congregó en 2012 frente al Congreso Nacional para expresar su indignación ante los reajustes presupuestarios para el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) y a favor del desbloqueo de listas 'sábana'.
La iniciativa dio la impresión de que la sociedad paraguaya iba a dejar de lado la sumisión y comenzaría a expresar su descontento ante la corrupción reinante en nuestro país. No obstante, las protestas realizadas el pasado viernes 21 de junio no tuvieron la misma respuesta que las convocatorias anteriores.
Recorriendo las redes de comunicación masiva en internet -Facebook y Twitter- pareciera que las protestas tendrían convocatorias muy por encima de las 10.000 personas, estimando una cifra. Sin embargo, la realidad fue otra: fueron 3.000 los paraguayos que desafiaron al frío y la llovizna para expresar su repudio ante la Inspección Técnica Vehicular (ITV), a favor del Metrobus y, con más énfasis, rechazando la “jubilación VIP” que proponían autoasignarse los parlamentarios.
Con una voz más optimista, Maximiliano Urbieta, cuya figura emergió entre los líderes sociales, calificó de “muy buena” la respuesta del viernes, cuando se logró convocar a más de 3.000 personas frente al Congreso.
La gente, según Urbieta, fue hasta la sede parlamentaria haciendo sentir su voz, por encima de ideologías políticas de izquierda y derecha. Si bien la lluvia conspiró un poco, destacó que la protesta fue al unísono.
Desde que una movilización es convocada a través de redes, se supone que los manifestantes serán de clase media o media-alta. El líder social expresó que los reclamos que se esbozaron en la ocasión beneficiaron a todos, logrando atraer a sectores sociales identificados con clases sociales menos favorecidas.
Parecería ser que el fenómeno social ocurrido en Brasil forma parte de una utopía para el paraguayo. Urbieta dijo que es posible lograrlo en cuanto se consiga el apoyo de gremios, sindicatos y centros de estudiantes capaces de aglutinar a jóvenes de universidades públicas y privadas.
Dijo que en Brasil y en Chile los organismos son más fuertes y tal situación facilita que las protestas sean masivas.
“Eso es parte de un proceso, hay que sentarse en una mesa a discutir con distintos actores de la sociedad civil, de educadores… Esos procesos van a continuar, nutridos y mucho más permanentes. Sirven estas movilizaciones y generan conciencia. Ahora los jóvenes saben qué están haciendo los legisladores”, apuntó.
Urbieta expresó que en Paraguay no existe una federación que pueda canalizar las movilizaciones y reconoció que es necesario iniciar el proceso de conformación de ese grupo.
Para ganar adeptos se necesita innovar y organizar, de manera a que la gente no pierda la motivación, dijo Urbieta, aclarando que “tenés que tirar el gancho” porque “hay todavía una apatía” que -según cree- “se puede solucionar”.
El viernes, un grupo llegó hasta la sede del diario ABC Color, reclamando el esclarecimiento de lo ocurrido en Curuguaty el pasado 15 de junio de 2012, cuando fallecieron 17 personas en un enfrentamiento armado.
Aparte de que el problema sigue causando inconvenientes en la sociedad curuguateña, un sector de la sociedad se embanderó con la causa y, con una cierta dosis de política, la convirtió en su estandarte de batalla, para cualquier movilización.
Urbieta, consultado al respecto, dijo que varios grupos se sumaron a la manifestación. Inclusive, se adhirieron grupos antagónicos como la plataforma “¿Qué pasó en Curuguaty?”, Juventud que se Mueve (JQM), la juventud del Partido Comunista y del Partido Patria Querida, entre otros.
“Todos traen sus causas. Algunos se enojan, y es un problema a la hora de aglutinar. Algunos no están de acuerdo en ir contra la ITV, considerando que hay temas más importantes… Es un problema”, dijo.
Lo ideal, según Urbieta, es poner de acuerdo a los grupos diferentes a través de un consenso. Esto, según propuso, se logra a través del nombramiento de voceros que pacten no presentarse a una elección, de manera a sortear las críticas que sostienen que este tipo de movilizaciones son para lograr réditos políticos.
Fue por esta circunstancia que Urbieta puso en duda su candidatura, que finalmente concretó, aspirando a un lugar en la Cámara de Diputados durante las elecciones pasadas, por el Movimiento Despertar Ciudadano. Dijo que su postulación generó críticas de varios sectores que, inclusive, persisten hasta hoy.
El grupo “Che Kueraima” convoca a la ciudadanía de nuevo para el domingo, a las 8:30, frente al Congreso, para dar la bienvenida a los nuevos parlamentarios, instándoles a no cometer los mismos errores de siempre, que terminan en beneficios de unos pocos, en detrimento de la población.
Las movilizaciones son una cuenta pendiente de la sociedad paraguaya, que prefiere expresarse a través de una computadora o un celular, o frente a sus televisores. Las ganas de exigir un mejor gobierno están. Nada más que la decisión aún está en pañales y en proceso de destete.