Auriculares y sordera precoz

El uso de auriculares para escuchar música mientras se viaja, trabaja o estudia genera un aumento de consultas por problemas auditivos y permite pronosticar una epidemia de sordera prematura en los próximos años, aseguran los especialistas.

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El daño auditivo se produce no por el uso de auriculares en sí, sino por el volumen con que se escucha música en los dispositivos. Los sonidos fuertes se filtran y lesionan las células del oído interno, dependiendo del tiempo de exposición.

"El uso constante de auriculares con sonidos fuertes puede causar diferentes efectos negativos en la audición, el más conocido es la pérdida auditiva, que puede ser en diferentes grados o intensidades, desde leve a severo", dijo la Dra. María Adelaida Bock, especialista en otorrinolaringología.

Explicó que esto ocurre cuando utilizamos los auriculares más allá del nivel de seguridad sonora (85 dB), que generalmente los dispositivos alertan. Cuando el oído se expone a niveles de sonido inseguros, las células del oído interno se dañan y ya no se reponen, produciéndose un daño irreparable.

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Por ejemplo, escuchar música con auriculares a niveles muy altos y por un tiempo mayor a 90 minutos todos los días puede causar un daño irreversible al oído, dijo la especialista.

Las personas de entre 14 y 25 años de edad podrían llegar a sorderas moderadas o severas precozmente, si es que no toman medidas preventivas. Existen otros efectos adversos menos conocidos como la fatiga auditiva, que sería un paso previo a una pérdida cuantificable en los estudios audiométricos.

"Aquí, el paciente generalmente se queja de no entender bien las palabras en determinadas situaciones, puede ser pasajera y en los estudios audiométricos no se observa una pérdida auditiva", dijo la profesional, miembro del GELPO (Grupo de Estudio Latinoamericano de Patologías Olfatorias).

Otra manifestación del daño auditivo es el acúfeno o tinnitus, que suele ser continuo y de intensidad variable, que incluso puede ser tan molesto que interfiere en el descanso nocturno, pudiendo llevar incluso a cuadros de ansiedad y depresión.

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Además, la exposición continua a sonidos inseguros provoca estrés, dificultad en la atención y concentración e irritabilidad. En su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que más del 5% de la población mundial, es decir unas 360 millones de personas, padecen pérdida de audición. Esto genera discapacidad en unos 328 millones de adultos y 32 millones de niños.

El informe indica que, si no se toman las medidas preventivas, para 2030 la cifra llegará a 630 millones de personas y para 2050 ascendería a 900 millones de personas con audición discapacitante. En Paraguay no se cuenta con un registro oficial sobre la cantidad de personas con sordera o problemas auditivos, aunque la Federación Cultural de Personas Sordas del Paraguay tiene registradas a unas 35.000 personas sordas, pero un dato estadístico a nivel país no existe.

"Veo un aumento en las consultas por sospecha de hipoacusia, provocada por la utilización de auriculares. Generalmente, los pacientes son llevados a consulta por sus padres, que son los primeros en sospechar la presencia de un problema auditivo", dijo la profesional.

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La doctora Bock explicó que una de las formas de exteriorizar la menor audición es inicialmente zumbidos de intensidad variable, muy molestos, y posteriormente ya no pueden mantener conversaciones a niveles bajos.

También tienen trastornos en la audición de sonidos agudos, lo cual les impide el entendimiento de ciertas letras en una conversación, y más aún en ambientes ruidosos en los cuales se les confunden las palabras y se ven obligados a pedir que se las repitan.

Las células ciliadas internas, que son las que se encuentran en la cóclea (oído interno), son las encargadas de la traducción del sonido: transforman el sonido en electricidad, para que sea transmitido por el nervio y la vía auditiva hasta el cerebro. Nacemos con una cantidad definitiva de estas células, ya que no se reproducen y, por lo tanto, no se reponen las que se van perdiendo naturalmente a lo largo de la vida.

"Son éstas las células que se dañan cuando nos exponemos a sonidos inseguros, por lo que la pérdida auditiva se torna irreversible, ya que no podemos recuperar las células perdidas", dijo la Dra. María Adelaida Bock.

Son los adolescentes los que utilizan más los auriculares para escuchar música, generalmente con volúmenes de sonido elevados, por lo tanto, son los más expuestos. Además, se utiliza por periodos de tiempo prolongados, incluso durante la noche, afectando el descanso. También es frecuente observar la utilización de auriculares en buses, donde el ambiente es más ruidoso y por lo tanto uno tiende a subir el volumen del dispositivo.

Se ha demostrado que a partir de una exposición a 80-85 dB durante 15 minutos se presentan daños evidentes. Para tener una idea, una conversación en un ambiente relativamente calmo se encuentra entre 40 y 50 dB. El ruido en el centro de la ciudad alcanza aproximadamente 70-85 dB. En un bar, 100-110 dB. Por tanto, para minimizar el riesgo, se recomienda utilizar un sistema de audio a no más del 60% de la capacidad del equipo.

La profesional dijo que es más recomendable utilizar los audífonos supraauriculares (los que cubren la oreja y no van dentro), a no más del 60% del volumen máximo del equipo. Utilizar protectores auditivos si se va a espacios muy ruidosos y, por cada hora de exposición, descansar diez minutos.

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Por su parte, la máster Miriam de García, del Primer Instituto Auditivo del Paraguay, indicó que la gran mayoría de los jóvenes usan el auricular para aislarse, para crear su propio mundo y de esa manera se pierde el contacto con su entorno. "La comunicación verbal y gestual se está perdiendo, porque preferimos enviar un emojis mientras escuchamos música a todo volumen", dijo la profesional.

Explicó que la primera causa de la pérdida de audición es la edad, que es algo natural, pero en los últimos años la sordera llega a temprana edad debido a la exposición a sonidos fuertes mediante el auricular.

"El uso de celular en todo momento no solo nos aísla de nuestra familia, sino también nos afecta porque no medimos el uso. Los jóvenes están muchas horas con el auricular y eso directamente afecta a su oído", dijo Miriam de García.

La profesional dio algunos consejos para preservar la audición, entre ellos: evitar la exposición a ruidos altos, usar cascos y protectores de oídos que aíslen del ruido en las tareas que lo exijan, como por ejemplo soldar o taladrar. Además, respetar los niveles seguros de exposición al ruido, un 60% del volumen máximo y, por último, consultar si percibe que oye menos.

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