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Francisco Evelio Silva Cabrera es un defensor paraguayo que se ganó al público del Delfín SC y también se convirtió en una pieza clave del equipo que consiguió el ascenso a la Seria A de Ecuador. Atendiendo a su buen rendimiento y a pesar de estar en la segunda categoría, los dirigentes del club le propusieron nacionalizarse para poder defender los colores de “La Tri”.
Silva se inició en la escuela de fútbol de Cerro Porteño de Presidente Franco. A los 13 años se fue al Nanawa y posteriormente a las inferiores de Libertad, club en el que debutó en la Primera División. Lamentablemente, una lesión de tibia y peroné lo obligó a separarse de los campos de juego por seis meses. Ya recuperado fue a agarrar ritmo en el 3 de Febrero y luego en Independiente de Campo Grande, donde no tuvo los minutos deseados.
“Vikingo”, como se lo conoce, llegó al Delfín Sporting Club la temporada anterior con el deseo de asentarse en un equipo y lograr la consolidación. Y comenzó de abajo, ya que el club de la ciudad de Manta se encontraba en la segunda división del fútbol ecuatoriano.
El reto no amilanó las pretensiones de Silva, se adaptó rápidamente al equipo, al fútbol ecuatoriano y a la ciudad. En el Delfín consiguió lo que buscaba: continuidad. En su primera temporada, en 2014, el defensa guaraní disputó 39 partidos y marcó tres goles. Lamentablemente el cuadro costeño no pudo ascender.
No obstante, este año las cosas siguieron mejorando para Silva. Además de conquistar el ascenso, jugó 40 cotejos de los 44, y se hizo sentir cuatro veces en las redes. El futbolista comenta que debido a su buen desempeño “la gente me aplaude, me hace sentir bien, varias veces fui escogido como la figura. Eso me motiva mucho”. Ahora, lleva al Delfín en la piel. “Yo había prometido eso. Si subíamos a la Serie A, yo me hacía el escudo del club”, recuerda. Y cumplió. Resaltó que la afición del club es “impresionante. El Delfín es el que tiene más hinchas en Manta”.
Es más que sabido que el sueño de todo futbolista es defender los colores del país donde nació. Silva piensa lo mismo: “Mi meta es llegar a la Selección Paraguaya”, señala. Aunque “el presidente del club quiere que me nacionalice para jugar en la Selección Ecuatoriana”.
“Si dependiera de mí, jugaría en la Selección Paraguaya”, indica. Sin embargo, reconoce que, “si me piden jugar por Ecuador, tendré que hacerlo”. Silva ya sabe lo que significa estar en el representativo guaraní. En el 2009 integró el equipo de Paraguay que disputó el Sudamericano Sub 20, y posteriormente el Mundial de Egipto de la categoría.
El defensa estuvo en todos los compromisos mundialistas y no borra el choque contra Egipto. “Nunca me voy a olvidar de ese partido”, sostiene y explica que “estábamos perdiendo 1-0, con un hombre menos y luego ganamos 2-1. Fue impresionante. El público estaba en contra de nuestra”, recuerda.
Con respecto al futuro, Silva sostiene que no tiene algo concreto. Su vinculación con el conjunto ecuatoriano vence en diciembre, aunque “de palabra tengo acordado estar dos años más. Le dije al presidente que si subíamos, iba a seguir dos años más, pero todavía no hablamos”. Reconoce que “por el momento no hay nada concreto, pero hay rumores” acerca de una posible ida. El Emelec, uno de los equipos grandes de Ecuador, estaría tras los pasos de Silva, el “Vikingo” paraguayo.