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Hace un par de semanas, dos ancianos y cinco jóvenes de origen sirio obtuvieron la condición de refugiados en Paraguay. En una entrevista con la agencia española EFE, dijeron sentirse seguros y agradecidos por estar en nuestro país, aunque reconocieron la añoranza por reencontrar a sus familiares, que se encuentran en Bélgica y Estados Unidos.
La familia de sirios, integrada por un matrimonio de 94 y 75 años y sus nietos, una joven de 23 y un niño de 12, llegaron en marzo a Paraguay procedentes de Turquía junto a otros tres jóvenes de su mismo barrio, de 18, 21 y 29 años.
Los ahora refugiados, que partieron desde una ciudad fronteriza entre Turquía y Siria, tenían un itinerario con 10 vuelos, y ya llevaban seis antes de llegar a Paraguay. Les faltaban otros cuatro para aterrizar en España, desde donde esperaban poder alcanzar a sus familiares repartidos por Bélgica, Suecia, Alemania y Estados Unidos, señalaba el reportaje de la agencia española.
Con la llegada de este grupo y las noticias impactantes que llegan todos los días desde suelo europeo, donde cientos de migrantes que huyen de la guerra y el terrorismo ya han perdido la vida en su periplo por encontrar un lugar mejor, el que ha sacado a la luz la situación de las personas que piden refugio al Estado paraguayo.
Actualmente, Paraguay aloja a un total de 176 refugiados, de acuerdo a datos provistos a ABC Color por la Comisión Nacional de Refugiados (Conare). Entre ellos, los ciudadanos cubanos -que totalizan 66- son el grupo mayoritario seguidos hasta hace poco por los colombianos en segundo lugar -puesto que pasará a ser ocupado por los sirios- y los bolivianos. También en algún momento se recibió a ciudadanos de Sri Lanka, Vietnam y Angola, algunos de ellos decidieron afincarse de manera definitiva en suelo paraguayo.
“Normalmente es un trámite sencillo”, explica Rodolfo Aseretto, abogado que asistió legalmente a varios ciudadanos que solicitaron asilo en nuestro país alguna vez. Lo que deben hacer estas personas al llegar a la frontera es acercarse a los funcionarios de Migraciones y la Policía, que deben conocer bien lo establecido por la ley. A partir de ahí se abre un proceso de verificación de la situación del país, los antecedentes de quien solicita el refugio y una especie de entrevista con los miembros de la Conare, que luego debe expedirse.
Desde la perspectiva de Aseretto, la famosa hospitalidad paraguaya y que en general no se registren demasiados casos de discriminación hacen que nuestro país sea una opción interesante para quienes buscan refugio.
Atendiendo a la crisis humanitaria que azota Siria, el Estado paraguayo decidió establecer un protocolo particular para recibir a los ciudadanos de ese país que soliciten refugio en Paraguay. Así lo explicó el titular de la Conare, Juan Livieres. “Hay que ver con mucho cuidado”, señaló el ministro.
Estos parámetros establecen que un ciudadano paraguayo podrá solicitar visa de refugiado para un familiar de hasta el cuarto grado de consanguinidad. Esta solicitud deberá ser acompañada por todos los datos del solicitante que serán revisados por el Ministerio del Interior, que forma parte del Conare, y por otras agencias de seguridad nacional. En caso de considerarse necesario, se puede recurrir a mecanismos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a fin de realizar consultas.
El ciudadano paraguayo solicitante, continuó explicando Livieres, deberá probar suficiente solvencia económica “para garantizar la reinserción económica, social y cultural de esta persona”.
“Una vez que tengamos verificada la identidad y todos los datos necesarios con respecto a la persona, la Comisión se expide al respecto”, indicó el titular de la Conare de Paraguay. Reconoció que no existe un plazo establecido, sino que se tarda el tiempo que lleve que las personas se presenten ante las agencias de seguridad para la toma de huellas digitales y su posterior verificación.
La Conare se reúne dos veces al mes para estudiar estas solicitudes.
Desde que se inició el conflicto armado en suelo sirio, un total de 64 ciudadanos de ese país han solicitado refugio en Paraguay. De ese total, 8 solicitudes han sido rechazadas, 26 aceptadas y quedan 30 por estudiar. Hasta el año pasado eran apenas 14.
Una vez que se acepte otorgarle el refugio, el Estado paraguayo se ve obligado a otorgar a estas personas la misma protección que se da a un ciudadano de nuestro país. En el caso de los sirios, explicó Livieres, el refugio es solventado por la sociedad, no por el Estado paraguayo.
De hecho, en los casos en los que los refugiados -sean de la nacionalidad que sean- deben recibir algún tipo de subsidio, el dinero proviene de fondos provistos por el ACNUR, por lo que el Estado paraguayo no destina fondos en ese sentido, en otros casos el Comité de Iglesias o la Pastoral del Migrante ayudan a conseguir fondos para asistir a los más necesitados. Este punto había generado una llamativa cantidad de comentarios en redes sociales por parte de usuarios que criticaban que Paraguay fuera a gastar dinero para recibir a refugiados cuando hay mucha gente en la calle. “No reciben del Estado más que la protección que se le da a un ciudadano paraguayo”, aseveró Livieres.
“Es hora que la comunidad internacional adopte los recaudos necesarios para que se acabe la violencia en Siria. Paraguay no tiene injerencia en la región o interés comercial alguno, pero igual estamos recibiendo gustosos a estos ciudadanos”, acotó el titular de la Conare.
Livieres explicó que el Estado puede retirar la condición de refugiado a una persona si la misma altera el orden público, comete un delito común o si queda demostrado posteriormente que haya cometido algún delito grave o de lesa humanidad.
De acuerdo a la Convención de Ginebra, la condición de refugiado se da por finalizada si la persona se ha acogido de nuevo, voluntariamente, a la protección del país de su nacionalidad; si habiendo perdido su nacionalidad, la ha recobrado voluntariamente; o si ha adquirido una nueva nacionalidad y disfruta de la protección del país de su nueva nacionalidad; o si, por haber desaparecido las circunstancias en virtud de las cuales fue reconocida como refugiada, no puede continuar negándose a acogerse a la protección del país de su nacionalidad.
“Con esas condiciones que estamos bajando no podemos establecer un límite para recibir refugiados. Nosotros entendemos que si cuentan con los requisitos que nosotros estamos poniendo, van a ser una gran ayuda para aumentar el PIB paraguayo y podrán contribuir a la sociedad. Los ingenieros sirios son muy buenos y reconocidos en todo el mundo”, sentenció Livieres.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano