Cargando...
Diez años atrás el panorama era distinto, y ellos lo saben. Hoy la industria de shows los acerca a la posibilidad de tocar junto a las bandas más grandes que llegan al país en el marco de los festivales. Esta vez, compartirán el cartel con las estadounidenses Evanescence, Garbage y –plato fuerte, si los hay–, la legendaria Kiss.
Walter Cabrera, voz y guitarra de Flou; Diego Serafini, voz y guitarra de Gaia; Willy Chávez, guitarra de Salamandra, y Sebastián Centurión, guitarra de Pornostars, adelantan las noches de rock que los espera.
“Como músico de rock, Kiss es un referente; no solo musical, sino estético, de producción… todo, porque ellos son los verdaderos rockstars que todos queremos llegar a ser”, dice Sebastián Centurión, de Pornostar.
La banda tiene el mérito de ser la más joven –lleva apenas más de dos de formación–; y fueron los seleccionados como única banda paraguaya que compartirá escenario con Kiss el próximo 12 de noviembre, en el Jockey Club Paraguayo.
Para Sebastián son, sin dudas, un referente. E incluso más. “Por más que no todos tienen la influencia de ellos, son un referente: en algún momento en su música sí o sí hay rastros de lo que escuchaste de Kiss. Tocar con Kiss, desde mi punto de vista, es como conocerle a Dios en persona”.
Flou y Gaia comparten el line-up de la primera jornada del Asunción Rock. Esta vez, al lado de la banda estadounidense de rock y metal Evanescence.
“Le tenemos mucho respeto (al grupo), especialmente a Amy Lee. Es difícil como mujer abrirse paso en el mundo del rock: la mina supo demostrar que tiene un excelente nivel musical, a nivel compositivo también pegaron siempre sus canciones. Estamos muy contentos de compartir escenario con ella”, cuenta Diego Serafini, de Gaia.
“Es una banda que particularmente me gusta. No soy fan de ellos, pero es una banda súper profesional, de primera línea en el mundo”, comenta Walter Cabrera, de Flou. Han encabezado festivales en todo el mundo, y eso es súper importante, es buenísimo”, agrega.
Y confiesa que intentarán establecer un contacto con sus colegas estadounidenses. “Difícilmente se da, porque se van sobre la hora y se van después de tocar. Pero ojalá que pueda haber, por lo menos, una conversación”, dice.
Willy Chávez, de Salamandra, no oculta la admiración por Garbage. “Para mí es un gran honor, es impresionante. El baterista de garbage es Butch Vig, nada menos que el productor del disco de Nirvana, ‘Nevermind’ y del último disco de Foo Fighters”, dice Willy, entusiasmado.
“Para mí es un gran honor estar con un grupo grande de la época de los ‘90 también; para nosotros es un gran placer estar siempre en un escenario grande, abriendo para que la gente pueda recibir a un grupo de la manera más cálida”, señala. Y no se equivoca al decir que “antes era imposible prácticamente, era un sueño”.
Walter Cabrera, de Flou, explica que una de las ventajas de integrar un festival junto a artistas internacionales es aprender. “Las bandas que vienen generalmente son grossas; tienen un camino recorrido mucho mayor que el nuestro y que otra banda paraguaya. Tienen los ojos abiertos, y están atentos a prender de gente que sabe más que uno”.
El hecho de tocar frente a un público que no es precisamente el de la banda nacional, también es un reto. “Es bueno tocar junto a una banda que, por ahí, no es del mismo estilo, y poder mostrarse ante ese público”, comenta. “La idea es mostrar distintos estilos dentro de una misma corriente, que es el rock”, asegura.
Lo mejor de la propuesta también es llegar a un público que todavía no escucha mucho rock paraguayo. Es lo que dice Diego, de Gaia. “Llegar a muchísima gente que, a pesar de estos 15 años, no conoce la banda o que tiene un concepto equivocado por escuchar poco, porque todavía se escucha poco a las bandas nacionales en las radios”, acota.
Para Willy, de Salamandra, lo mejor de tocar en un festival como el Asunción Rock es descubrir el impacto de la música en la multitud. “Nos pasó con Guns N’ Roses. Nos subimos, y ver tanta gente, esperando con ansias la llegada del grupo grande; y también ver que tanta gente canta tus temas, ver que tanta gente, al igual que los grupos grandes, conocen tu música”.
Por otra parte, todos coinciden que a veces deben tocar en condiciones inferiores a la del grupo principal. “No es así nomas, que uno va y hace todo lo que quiere: está supeditado a la banda principal, a lo que ellos te dejen hacer”, apunta Walter, de Flou.
A diferencia del festival con Guns N’ Roses –en el que “era prácticamente imposible mover nada”–, el vocalista recuerda el gesto de los músicos de Megadeth: “Se pusieron las pilas, ayudaron a la gente nacional”, recuerda.
Para Diego, de Gaia, un punto en contra puede ser que –al inicio del festival– la gente todavía no está en su cantidad máxima. “Pero nosotros siempre preferimos calidad antes que cantidad. La gente que va a estar a esa hora va a ser la gente que realmente quiere escucharnos”, se sincera.
Willy, de Salamandra, menciona que quizás lo más difícil sea el trato con el stage manager. “Pero, lógicamente, se le entiende. Es difícil, pero se le entiende porque el concierto es de ellos, nosotros somos invitados. Tenemos el gran honor de abrir el evento, pero es difícil que se nos dé el mismo trato, obviamente”.
El guitarrista de Salamandra asegura que en corto tiempo las bandas de rock nacionales cruzarán fronteras con su música.
“Hace 10 años atrás era otra historia; ahora yo creo, y tengo fe, que dentro de poco nosotros –y hablo por todos los grupos que estamos trabajando desde hace rato– vamos a estar ya afuera”, menciona. “Ojalá se nos abran las puertas. Solo nos queda esa barrera: tocar afuera”.
Gaia, por su parte, cerrará un año muy especial, con el cumplimiento de sus quince años de vigencia en el circuito local. “Fuimos la primera banda nacional en sacar un quinto álbum de estudio; entonces es como que todo esto viene a redondear todo lo que fue un año excelente para nosotros”, dice Diego.
“Siempre es bueno estar; que te convoquen es buenísimo”, dice Walter, de Flou. “Eso quiere decir que estás en el pensamiento por lo menos de la gente y que es una de las bandas que la gente tiene en cuenta para tan grande desafío. Y es responsabilidad”, agrega.
Sebastián, de Pornostars –cuya banda se dio a conocer luego de ganar el concurso “Demostrá tu Música”– reconoce como un momento decisivo para la banda. “Es un paso demasiado grande para nosotros. Yo creo que la historia, a partir de ahora, va a ser diferente. Hay un antes y un después”, remarca.
La adrenalina de tocar con la banda de Gene Simmons no deja de ser un disparador de emoción e inspiración para los músicos de la banda luqueña. “En junio pasado cumplimos dos años, y vamos a tocar con Kiss. Nos pone muy nerviosos, nos asusta, pero es el momento más feliz de cada uno como músicos”.