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Sobre el subcomisario Raúl Aquiles Villalba pesan numerosos cuestionamientos y hasta fue señalado como uno de los que supuestamente recibía coimas por parte de narcotraficantes que operan en el departamento de Canindeyú. A pesar de ello, el comandante de la Policía, comisario Críspulo Sotelo, decidió nombrarlo como jefe de seguridad del Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especializada (Detave), la oficina de la Dirección de Aduanas encargada de la lucha contra el contrabando.
La decisión fue anunciada el lunes, de acuerdo a documentos a los que tuvo acceso ABC Color, y comunicada oficialmente el martes al titular de Aduanas, Nelson Valiente.
Valiente remitió ese mismo día una nota al comandante de la Policía manifestando su desacuerdo con la remoción de quien ocupaba anteriormente el cargo que Villalba pasaría a ocupar, el comisario Édgar Rolando Benítez González.
Raúl Aquiles Villalba es ahijado de uno de los hermanos de la diputada colorada por el departamento de Canindeyú Cristina Villalba, señalada como la madrina política del exintendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta Márques, procesado por el asesinato del periodista de ABC Color Pablo Medina y la joven Antonia Almada, además de ser señalado como supuesto narcotraficante y que estaría vinculado a al menos una veintena de muertes violentas en la zona baja del decimocuarto departamento.
En 2014, luego de que ABC publicara sus vínculos con el clan Villalba, el entonces hombre de confianza del jefe de Antinarcóticos de la Policía trató de negar su cercanía con los políticos colorados cartistas.
“Ni le conozco personalmente a ese Villalba de La Paloma. No tengo la más ínfima relación de amistad y muchos menos familiar. Yo soy Villalba de Caazapá esa gente son eternamente fronterizo. Las veces que vine al departamento de Canindeyú, específicamente de Ypejhú como Antinarcótico fue para destrucción de plantaciones de marihuana, y mi último trabajo en la zona fue cuando allanamos la estancia de Vilmar Acosta. Los agentes de la zona se pasaron sin hacer nada una semana por las filtraciones que existía, nosotros nos fuimos de Asunción para realizar el trabajo”, aseguró en aquella oportunidad.
Sin embargo, nuestro diario tuvo accesos de fotografías en las que se lo veía compartiendo en fiestas de cumpleaños con el exintendente de La Paloma, Carlos “Cabrito” Villalba López, señalado también como el hombre más poderoso de todo el departamento de Canindeyú y como supuesto protector de narcotraficantes y contrabandistas de automóviles robados en Brasil.
Antes de pasar al departamento Antinarcóticos, Villalba prestó servicios en la comisaría de La Paloma, feudo del clan que hace y deshace en el departamento de Canindeyú. En ese distrito el todopoderoso Carlos Villalba decide quién se queda y quién se va.
En 2012, tras la destitución de Fernando Lugo, fue trasladado a Asunción, como ayudante de quien fue jefe de la comisaría de Curuguaty durante la masacre del 15 de junio de aquel año, y fue escalando hasta llegar a un importante cargo: jefe de inteligencia de Antinarcóticos.
En el departamento de Canindeyú algunas versiones señalan que los líderes del narcotráfico han contado siempre con el apoyo de efectivos de Antinarcóticos y que por ello nunca son detenidos. Lo que sí ha quedado confirmado es que grupos políticos protegían a las estructuras del crimen organizado que actúan impunemente en la zona.
El narcotraficante Ezequiel De Souza también señaló a Aquiles Villalba como uno de los que recibía coimas por parte del narcotráfico en el departamento de Canindeyú.
Fue durante una conversación que mantuvo con los senadores Arnaldo Giuzzio y Arnoldo Wiens en el despacho del entonces titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Luis Rojas, en noviembre de 2014.
Durante la entrevista que mantuvo con los legisladores y el ministro de la Senad, De Souza, quien había colaborado para la incautación de una importante carga de cocaína, dio una serie de nombres de políticos, fiscales, efectivos policiales y agentes de la Secretaría Antidrogas que recibían dinero de personas vinculadas al tráfico de drogas y otros negocios ilícitos.
Entre los nombres que lanzó, figuraba el de Carlos Villalba López, exintendente de La Paloma. “Él es el que manda ahí”, le dijo De Souza a los senadores sobre la figura de “Cabrito”.
“Sin que tenga autorización de un político de la zona, no se trabaja ni con drogas ni contrabando”, asegura De Souza en algún momento de la conversación con Rojas, Wiens y Giuzzio. Los rumores que se escuchan en Canindeyú terminaron de tener forma luego de que el narcotraficante brasiguayo confirmara esto.
Varias versiones habían señalado antes de que todo aquel que llegara a la zona, sea jefe policial o narco, debía supuestamente presentarse ante “Cabrito” y si no lo hacía, entonces era removido. “Fui acompañado a saludar a la gente de Villalba”, relata De Souza en el audio.
Además, asegura que debía pasar dinero mensualmente al intendente de La Paloma y a su hermana, la diputada, aunque asegura que esta última “no tiene la capacidad” para estar involucrada. “Eran por ejemplo 10 (10.000 dólares) al hermano y 5 (5.000) a ella”, afirma para luego agregar que el dinero era llevado a la casa de los Villalba y que quien supuestamente se encargaba de cuidar eso era Aquiles Villalba, entonces agente de Antinarcóticos de la Policía y quien, según publicaciones periodísticas, es ahijado de “Cabrito”.
A pesar de todos estos antecedentes, el Comandante de la Policía le volvió a otorgar un premio y fue promovido a subcomisario y ahora lo quieren nombrar jefe de seguridad del Detave, un departamento encargado de millonarias incautaciones de contrabando.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano