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Pelopincho era una zona donde hace varios años había casas precarias que fueron consumidas por el fuego. Luego el gobierno y el municipio, hicieron construir en el lugar modernas casas para los afectados.
Sus pobladores se sienten identificados con la zona y forman parte de la Chacarita. Claman por seguridad en sus calles y peculiares pasillos; es que niños y jóvenes adictos a la droga, usualmente deambulan por la zona bajo los efectos del estupefaciente e incluso agresivos.
El barrio está en la zona de Estados Unidos y Gondra, cerca del parque Caballero, de Asunción.
“Estábamos en zozobra, porque no había más seguridad, no podíamos dejar a nuestros hijos en la calle o frente a la casa”, comentó Emiliana Ferreira, unas de las vecinas del lugar.
Emiliana Ferreira dijo que con mucho esfuerzo los vecinos montaron un parque, para que los niños del barrio encuentren un entretenimiento y derrochen alegría. El grito y juego de las criaturas fue desapareciendo lentamente, para dar lugar a jóvenes que se ubicaron en el lugar, como esos pandilleros que se observan en las películas.
Los jóvenes y niños –desconocidos en el lugar– coparon el parque y se dedicaron a drogarse, ante la temerosa mirada de los vecinos.
La siesta, tardecita, noche y madrugada, niños y jóvenes adictos a la droga, recorrieron las calles y pasillos de Pelopincho. La Policía Nacional muy pocas apareció en la zona.
Los adictos, también conocidos como “craqueros” (por consumo del crack), empezaron a amenazar a los niños y transeúntes; además robaron ropas tendidas, posiblemente, para comprar más droga.
Cansados los vecinos tomaron una decisión: enfrentar a los adictos, pero no con armas, sino con el diálogo. Recientemente entre la noche de un domingo y la madrugada del lunes siguiente, hablaron con algunos de los drogadictos.
“Iniciamos la recorrida con los vecinos y aprovechamos para halar con ellos sí se podía; con algunos pudimos hablar pero con otros no”, contó Emiliana Ferreira.
Agregó: “Algunos son re inteligentes, solamente están drogados pero te hablan bien, que no tienen lugar y no tienen familia; otros tienen armas y se muestran violentos”.
Los vecinos, al menos en los últimos días, lograron resultados positivos. Las autoridades se interesaron en ellos y la Secretaría Nacional antidrogas (Senad), realizaron procedimientos en la zona.
La última propuesta que presentaron a la Municipalidad, es que el lugar se convierta en un barrio cerrado, a fin de que exista solo una entrada y salida; de esta forma quieren brindar seguridad.
El titular de la Secretaría Nacional Antidroga (Senad), Francisco De Vargas, reconoce que Pelopincho es un lugar conflictivo, por el consumo de droga en la vía pública.
Manifestó que lo más grave es que los jóvenes toman espacios públicos en la zona, para drogarse y que se manejan al estilo de pandillas delictivas.
“No tenemos la capacidad operativa de hacer un control en los espacios públicos, entonces lo hacemos en forma sectorizada”, expresó De Vargas.
Manifestó que ingresar a la Chacarita a pie para realizar patrullas es bastante peligroso y que la Senad cuenta con solo tres patrulleras. Pidió a los pobladores que colaboren con los agentes, porque “el apoyo de la población juega un papel fundamental”.