Paiko se “moja” en su nuevo disco

En su sexto álbum, a más de 15 años de su formación, la banda local Paiko desafía las reglas de la industria y edita un “Agua para el mar” tan fresco como desfachatado.

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Si algo debe reconocérsele a Paiko es su capacidad de reinventarse y mantener su vigencia, a quince años de aquel Al Natural, donde debutaban con tracks –ya clásicos del rock nacional– como Piraretá y su inolvidable reversión de Curuzú verá.

Esta vez, Agua para el mar (2015) renueva el sonido de la banda integrada por Enrique “Pollo” Zayas (voz), Sebastián Gulino (batería), Carlo “Cana” Borghetti (bajo) y Rodrigo “Afi” Ferreiro (guitarra). En entrevista con ABC Color, el vocalista habla de la peculiar manera de lanzar un disco “por partes” y especialmente enfocado a las redes sociales y un público joven.

-¿Qué tiene de particular este nuevo disco?

-Este disco es muy particular porque lo fuimos lanzando “en cuotas”, en formato digital (iTunes, Deezer, Spotify…), que son las plataformas que actualmente los adolescentes están escuchando música hoy en día –no solamente acá, sino en el mundo entero–. Fuimos lanzando el álbum “en cuotas” hasta que sumamos 12 canciones, y ahora sí lanzamos el disco físico, para los que les gusta tocar, leer el librito…

-¿Qué fue lo más interesante para ustedes, al ir estrenando los temas antes del lanzamiento?

-Lo interesante es que es mucho más divertido para nosotros componer de esa manera, porque nos sentamos y, como fuimos lanzando de a tres las canciones, empezamos a realizar y elegir las mejores tres canciones para trabajarlas, para escribir las letras y para poder publicarlas, pulirlas… Después de unos meses volvíamos a reunirnos, teníamos que hacer otras tres canciones que tienen que estar mejores o –por lo menos– iguales a las que ya habíamos lanzado… entonces era todo un desafío. Fue divertido y más actual, porque se pueden usar sonidos actuales que uno está inspirado en ese momento… o se puede hablar o escribir sobre cosas que están pasando actualmente. En la otra manera de cómo se lanzaban discos uno tardaba demasiado tiempo entre componer una canción, grabarla y lanzarla… podía pasar entre 1 año y medio (o más). Y vos lanzás al público canciones que ya son muy viejas, para el músico mismo. Con esta nueva fórmula hoy componemos una canción, mañana lanzamos y está todo muy fresco. Está buenísimo eso.

-Las canciones de Paiko tienen mucha melodía (y pegadiza)… ¿Cómo se plantean la composición? ¿Quién lleva la batuta compositiva?

-Generalmente nos juntamos y, con esta nueva fórmula, empezamos a ver un montón de opciones de canciones que cada uno va trayendo, o ideas sueltas, y solo se van filtrando las mejores y van quedando... Tenemos un antecedente: lo que se lanzó anteriormente, que es como una medición; tenemos que igualar o mejorar lo que lanzamos anteriormente. Ahí se van filtrando las ideas, para después convertirlas en canciones.

-Fueron los primeros músicos del rock nacional en lanzar un disco con un diario (ABC Color). ¿Cómo recuerdan esa experiencia?

-Nosotros lanzamos nuestros dos primeros discos de una manera tradicional, la famosa manera de que el disco está a disposición en las disquerías. Después nos dimos cuenta de que teníamos dos problemas: uno, la piratería, que era gigantesca, y el segundo: que no hay disquerías fuera de Asunción. Entonces se nos ocurrió salir con un diario y, de esa manera, llegábamos –en un día– a todos los posibles fans y compradores del disco, y vencíamos a la piratería… porque no tiene sentido piratear un disco hoy, cuando ayer ya fue lanzado. Todo el mundo lo compró. Entonces encontramos con esa formula la manera de vencer esos dos grandes obstáculos.

-A más de 15 años de su formación, el público de Paiko se sigue renovando. ¿Cómo viven la recepción del público más juvenil?

-Nuestro público, al comienzo, era un público que hoy en día tiene familia, está trabajando… muchos en la facultad también, quizás no tienen mucho tiempo de estar en las redes sociales. Se emocionan mucho con cierta etapa de la banda y también siguen lo actual. Y están los fans adolescentes actualmente, que están muchísimo más con el Paiko “nuevo”… que se conocen mucho lo nuevo de Paiko, lo que se lanzó últimamente, y queda como desafío todo lo que viene detrás. Es como un descubrimiento para ellos. Son seis discos que pasaron en estos años, que los nuevos fans van descubriendo también.

-También son unos de los primeros “rockeros” que toman clásicos del folclore local para reversionarlos (Curuzu verá, Mis noches sin ti). ¿Cómo toman estas canciones y cómo sienten que el público más purista toma estas versiones?

-Es un desafío porque puede salir muy bien, como puede salir muy mal. Nos “tropezamos” con ‘Curuzu Verá’ porque en ese momento nosotros estábamos estudiando folclore latinoamericano con un profesor y una tarde él no vino… no había celulares cuando eso y mientras le esperábamos con nuestras guitarras acústicas nos enseñaba boleros, chamamé, valses peruanos, etcétera. Mientras le esperamos a él, tomamos la guitarra eléctrica y empezamos a tocar todo ese repertorio que él nos enseñó, pero con rock (…) Cuando le llegó el turno de ‘Curuzú verá’ dijimos: ‘¡Esto está muy bueno!’ y decidimos grabarlo porque justo estábamos grabando el primer disco (‘Al natural’). Y dijimos: ‘Vamos a meterle también a este”, medio de ‘japa’.

Después quedó tan bien, que dijimos: “¿Ahora qué hacemos? Porque si esto no le gusta a la gente, nos van a liquidar”. Y decidimos lanzarlo como primera canción, “que pase lo que pase”. Y fue un hit porque a la gente le gustó… Era una época en la cual no estaba de moda la música paraguaya, no estaban de moda los temas propios, mucho menos en español. Los que tocaban lo hacían en inglés… no estaba de moda usar ‘ao po’i’, tampoco. Ahora la ‘paraguayidad’ es ‘cool’, ¡antes no!

La banda presentará en vivo Agua para el mar este sábado 7 de noviembre, desde las 21:00, en el Casino de Asunción ubicado en Avenida España 151 c/ Sacramento. Las puertas se abrirán desde las 20:00. Las entradas anticipadas tienen un precio de G. 75.000 y G. 110.000 (con remera conmemorativa). Ambas localidades incluyen un disco, a la venta a través de la Red UTS.

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