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La aprobación del proyecto de Ley de despenalización del aborto tratado en Cámara de Diputados en Argentina abrió un encarnizado debate también en Paraguay, sobre la libertad de la mujer de decidir sobre su cuerpo, sin que terceros le impongan lo que debe hacer.
Pese a no existir registros oficiales, el ministro de Salud Carlos Morínigo dijo que existen estimaciones de unos 20.000 a 30.000 abortos clandestinos al año, que tiene como resultado, a su vez, unas 16 mujeres muertas cada año por realizarse estas prácticas hasta de forma empírica.
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Desde el Ministerio de Salud, por ello, indican que hay una serie de opciones para evitar el embarazo no deseado, aunque hay excepciones para la mujer que decida libremente no ser madre. ¿Cuáles son y cuáles son las más usadas?
El director del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas, Dr. Ramón Bataglia, contó que en el nosocomio cuentan con una consejería integral donde muestran a las mujeres los métodos anticonceptivos existentes y cuáles son las más adecuados, de acuerdo a sus gustos. En 2017 pasaron por consultorio 1.941 pacientes, de las cuales 506 son adolescentes. “El año pasado tuvimos un incremento de unas 400 pacientes en comparación con el 2016”, resaltó el médico.
El número de niñas-adolescentes que consultan cada año aumenta, por lo cual la consejería en Clínicas habilitó una sección especial para las menores, para que así no se sientan incómodas al estar entre adultas, indicó el director.
En cuanto a los métodos anticonceptivos encabezan los inyectables y las pastillas, seguidos por los métodos de barrera (preservativos) y, finalmente, los dispositivos incorporados al cuerpo, proveídos gratuitamente. “También instamos a los métodos naturales, no solo a los métodos médicos. Es mejor sacarse las dudas y recibir una consejería adecuada”, precisó.
Expresó además que no es recomendable comprar de farmacias los inyectables o pastillas que les funcionan a otras personas, pues cada una reacciona de cierta manera ante los métodos, por lo cual aconsejó acercarse hasta los centros asistenciales para obtener mayor información.
Bataglia dijo además que en la sociedad existen aun muchos “mitos” sobre los anticonceptivos, y que siguen instalados por falta de información adecuada.
“Cuando por la década del 70 se empezó a consumir las pastillas, los preparados eran sintéticos y tenían muchas hormonas para evitar la ovulación. El avance hizo que ahora haya píldoras con minidosis y preparados son incluso naturales, que hacen dos cosas: tienen el efecto que se busca de evitar la ovulación y de reducir los efectos colaterales”, explicó.
Otro de los métodos anticonceptivos es la ligadura de trompas, que en medicina se conoce como Oclusión Tubaria Bilateral (OTB), practicado también en Clínicas y varios hospitales del sistema de salud pública, además del Instituto de Previsión Social (IPS).
Para el doctor Bataglia, es una cirugía con resultados irreversibles que se aplica en caso de enfermedades que pueden agravarse con el embarazo o ante maternidad satisfecha, una vez que la paciente haya pasado por todas las unidades de la consejería. Dijo que en el Hospital de Clínicas solo se realizan un promedio de 10 de estas cirugías al mes, totalmente gratis.
Consultado sobre qué pasa si una mujer sin hijos decide que se le practique la ligadura de trompas por su decisión de no querer ser madre, y evitar así la posibilidad de un aborto ante un embarazo no deseado, Bataglia respondió que es una decisión difícil para el plantel médico.
“No es libremente”, resaltó ante la pregunta. “Si bien es cierto que la mujer puede libre y espontáneamente decidir sobre su cuerpo, es un poco fuerte que una mujer joven quiera usar un método irreversible”, dijo.
Añadió que, por autonomía, la mujer puede decidir qué hacer, pero también el médico puede optar por conceder la mejor opción para ella. “Existen otros métodos de larga duración que tienen buena efectividad, pocos efectos secundarios, y no son drásticos como una cirugía irreversible. Muchas veces esto pasa por falta de información”, consideró el médico.
Insistido si en algún momento en Clínicas realizaron una operación solo por la convicción de una mujer de no ser madre, se limitó a responder que “es muy difícil”.
Consultas rápidas en hospitales dependientes del Ministerio de Salud del área metropolitana e incluso del IPS, dan cuenta que la respuesta es la misma: una mujer sin hijos que opte por esta cirugía para evitar pensar en la posibilidad de un aborto recibirá un “no” rotundo, pese a la gratuidad del servicio. Antes deberá tener suficientes hijos, ser mayor de 30 años de edad y, de ser posible, poseer el visto bueno de su pareja.
En sanatorios privados el precio de esta cirugía menor ronda por los 4 millones de guaraníes.
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El consultorio sobre planificación familiar está abierto de lunes a viernes, de 07:00 a 15:00 en el Hospital de Clínicas de San Lorenzo.