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No Próximamente es una entrega semanal dedicada a destacar y reseñar películas recientes que probablemente no lleguen a cines de Paraguay.
El cine independiente siempre ha tenido la imagen de ser un refugio para las voces francas que buscan contar historias sin estar cargadas con los artificios de un cine de alto presupuesto y obligaciones más comerciales, pero aún dentro de este ámbito de ideal libertad creativa las cosas se pueden poner tan gastadas como dentro del sistema de los grandes estudios. Los cineastas independientes son tan capaces de fotocopiar superficialmente ideas y tendencias como los directores que trabajan en el “sistema” de Hollywood. Un Jason Reitman saca Juno y repentinamente proliferan las películas sobre adolescentes excéntricos y exageradamente elocuentes.
Como en el nuevo mundo que es la internet juzgamos rápido y superficialmente, debo admitir que el primer y único avance que ví de The Diary of a Teenage Girl no causó una gran primera impresión, ya que la estética y la premisa parecían lo propio del estereotipo que ha venido a ser asociado con el cine “indie” en su faceta más pretensiosa.
Sin embargo, nada podía estar más lejos de la verdad: The Diary of a Teenage Girl resultó ser un retrato cautivador y honesto – por momentos agresivamente honesto – de una adolescente y su despertar sexual, con una protagonista algo excéntrica pero indudablemente natural y entrañable.
Esa protagonista es Minnie (Bel Powley), quien acaba de perder la virginidad nada menos que con el novio de su madre, Monroe (Alexander Skarsgård), con quien inicia una turbulenta y extensa relación secreta al mismo tiempo que va explorándose a sí misma como ser sexual más allá de esa relación.
La película es contada a través de un omnipresente monólogo narrado por la propia Minnie, quien graba sus reflexiones en casettes como una especie de audio-diario, y estos monólogos acaban siendo una de las principales fortalezas de la película. Excelentemente escritos, completan junto con las acciones que vemos a Minnie hacer el retrato de un ser humano que se siente real, dolorosamente honesto y con quien es excepcionalmente fácil identificarse, incluso si uno nunca fue una chica adolescente de 15 años.
Las dudas sobre su atractivo físico, la fascinación con la sensación surrealista de sentirse deseada, el contraste entre los consejos de su cerebro y las acciones hormonales de su cuerpo, todo está relatado de una forma sencilla y carismática, en parte gracias al buen guión de la directora Marielle Heller y en otra gran parte gracias al excelente trabajo de la actriz Bel Powley, quien definitivamente debería ir a grandes cosas luego de esta película.
Heller la rodea con un buen elenco secundario que incluye a un muy buen Alexander Skarsgård, un actor cuyo éxito televisivo en True Blood aún no se ha traducido en una fructífera carerra en la pantalla grande; y la siempre bienvenida Kristen Wiig.
El filme también es destacable por su presentación visual, por medio de la cual la imaginación de Minnie frecuentemente inunda la pantalla de garabatos animados y demás fantasías visuales que nacen de su deseo y afición por el dibujo. Contribuye grandemente a dar un contexto semi-abstracto al hecho de que estamos viendo lo que hay dentro de la cabeza de nuestra protagonista.
Honesta, brusca pero inspiradora, The Diary of a Teenage Girl es una película que verdaderamente vale la pena.
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THE DIARY OF A TEENAGE GIRL
Dirigida por Marielle Heller
Escrita por Marielle Heller (basada en un libro de Phoebe Gloeckner)
Producida por Miranda Bailey, Anne Carey, Bert Hamelinck y Madeline Samit
Edición por Marie-Hélène Dozo y Koen Timmerman
Dirección de fotografía por Brandon Trost
Banda sonora compuesta por Nate Heller
Elenco: Bel Powley, Alexander Skarsgård, Kristen Wiig, Madeleine Waters, Christopher Meloni, Austin Lyon, Margarita Levieva y Abigail Wait