Naturaleza viva en la oficina

Muchos oficinistas llevan plantas a sus escritorios para conectarse con la naturaleza durante su jornada laboral. Sin embargo, estos arreglos mueren si no reciben la debida atención. ¿Cómo cuidarlos y qué evitar? Especialistas dan prácticos consejos.

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Para quienes tienen sus propios espacios en sus lugares de trabajo y pasan más horas en él que en cualquier otra parte, decorar su escritorio de manera personalizada siempre ha sido una buena opción para hacerlo más acogedor. Entre ellos, están quienes eligen no solo elementos y portarretratos sino también algunas plantas para alegrar visualmente su día a día.

No obstante, muchas personas han renunciado a sus intentos de dar un poco de oxígeno y verdor a sus espacios laborales o el interior de sus departamentos luego de ver morir a algunas de las plantitas que eligieron como arreglo.

Por esa razón, especialistas en la materia dan consejos de qué tipo de plantas se pueden tener en el interior, además de los cuidados que requieren para sobrevivir en un ambiente que les resulta más complicado que el exterior.

 

Nahir Molinas, cultivadora, señala que en la oficina o dentro de la casa pueden tenerse plantas como el potus (poto), la espatifilo y la calita. Mientras que la ingeniera agrónoma Marta Gonzáléz agrega a la lista las calas negras y el guembé.

González aclara que las suculentas y cactus también sobreviven en las oficinas, sin embargo, en este caso requieren estar expuestas al sol cada cierto tiempo. “Estas plantas tienen una forma particular y si no reciben la luz solar, se estresan y se van empiolando, es decir, crecen hacia arriba en busca de luz y pierden su forma", asevera.

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Entre las principales razones por las cuales algunas plantas sobreviven muy poco tiempo en un ambiente cerrado, Molinas subraya que es una equivocación privar del sol a las que tienen flores, porque terminarán muriendo.

González coincide en el desacierto que se constituye llevar una planta a la oficina solo por lo bella que resulta estéticamente sin saber si soportará o no las nuevas condiciones a la que estará expuesta.

Entre las plantas no aptas para interiores –que la gente traslada a las oficinas– cita las azaleas, palmeritas, iris y las orquídeas. “En este caso solamente está ahí en buenas condiciones cuando tiene la flor, pero una planta con flores ni 15 días no aguanta”, subraya.

También el exceso de riego es contraproducente. “Al ponerle mucha agua, esto se acumula y hace que se pudra la planta, ya que en estas condiciones no existe la misma posibilidad de que se evapore el exceso de líquido con el sol, como se da en las condiciones naturales”, explica la ingeniera.

Además la humedad puede generar hongos. “Si por ejemplo estoy en una oficina donde hay otras variedades, entonces yo tendría que sacar la planta infectada de ese lugar y llevar a otro donde no tenga contacto con ninguna. Se puede usar algún producto fungicida, entonces si tiene una reacción favorable se vuelve a ingresar, o sino se elimina la planta”, explica puesto que los hongos podrían mudarse a todas las demás.

En cuanto a la tierra, no se recomienda utilizar tierra roja en las planteritas puesto que este tipo es fangosa y mantiene la humedad.

En relación a la posibilidad de que atraigan hormigas, González asevera que es muy poco probable.

Las plantas de interior son bastantes resistentes pero esto no implica que no deban tener ciertas atenciones para que sobrevivan en un ambiente distinto al natural:

Agua. La cantidad del líquido vital debe ser limitada, es decir, solo deben ser regadas de dos a tres veces por semana, aunque también puede variar de acuerdo al tipo de planta. Por ejemplo, en el caso de los cactus, hoy uno llamado cactus de piedra por su forma, que es del desierto, esos se riegan de cinco a seis veces al año y es muy interesante porque no crece, solo cambia de piel, señala González.

Abono. Este debe ser ligero para evitar la acumulación de mucha humedad, por los efectos nocivos mencionados antes. La tierra también puede ser cambiada cada cierto tiempo si el abono no es el adecuado.

Luz y aire. Por lo menos dos veces por semana, deben ser expuestas al sol o a la media sombra para que se aireen y reciban el sol que necesitan. En el caso de las tunas y las suculentas es preferible que estén cerca de una ventana.

La ingeniera Marta González, considera que estos seres vivos son capaces de sentir la buena o mala energía de un lugar. “Yo creo que sí, yo creo 100%, porque yo asisto a mujeres que trabajan con orquídeas: hay grupos en que no se llevan bien y las orquídeas no florecen. Sin embargo, en esos grupos en que hay buen relacionamiento y les gusta trabajar, es impresionante cómo florecen y están radiantes”, ejemplifica.

Nahir Molinas subraya que las plantas en el interior de los espacios no solo sirven de adorno sino que también ayudan a purificar el aire, por lo que tener plantitas en estos ambientes son sinónimo de buena energía, belleza y pureza.

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