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Vapear es la nueva moda para ser “cool” entre los jóvenes y adolescentes como alternativa al cigarrillo convencional. Es más, al principio se consideró que los vapeadores eran una solución para que las personas dejen de fumar, pero ahora es una puerta de ingreso al tabaquismo.
"Cuando se crearon los vapeadores se dijo que era para que los fumadores activos vayan dejando la nicotina. Como regula la dosis de nicotina, se pensó que el fumador podría ir bajando la dosis, pero ahora es una puerta de ingreso hacia el vicio. Los jóvenes comienzan a vapear y después ya pasan al cigarrillo", dijo el Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
Los primeros cigarrillos electrónicos aparecieron en China en 2004 y desde allí se trasladaron rápidamente al mercado europeo. Ahora hay posturas sobre esta tendencia a favor y en contra.
En Paraguay, el uso no tiene una regulación legal y, debido a eso, su ingreso, uso y comercialización no tienen ninguna restricción. Los aparatos ingresan como dispositivos médicos, pues tienen contacto con el cuerpo y el líquido como esencia o productos derivados del tabaco.
Mientras que a nivel Mercosur el uso está prohibido y en el mercado europeo y australiano está regulado, hay países que ya cuentan con normativas al respecto, entre ellos México, Estados Unidos, Reino Unido, Argentina y Brasil. En nuestro país, el tema apenas está ingresando al debate; mientras tanto, los jóvenes están emitiendo vapor.
"Legalmente no existe en Paraguay el cigarrillo electrónico. Hay un vacío legal que se está aprovechando para el ingreso de estos productos como derivados del tabaco o como electrónica", manifestó el Dr. Sequera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 2008, advierte sobre la peligrosidad y asegura que no hay estudios suficientes sobre la toxicidad del contenido de estos aparatos. Incluso, se sabe que solo el 1% que cambia el tabaco por el vapeador deja de fumar.
"En Paraguay se está analizando regular, estamos viendo los alcances legales para presentar el proyecto, pero es muy incipiente. No existen tampoco campañas de concientización sobre el uso de los vapeadores", dijo el Dr. Sequera.
Lo que más atrae a los jóvenes y los adolescentes es que los cigarrillos electrónicos tienen una variada oferta de esencias que van desde vainilla, frutilla, piña y chocolate hasta los más exóticos aromas. Pero además contienen nicotina, incluso en mayor concentración que el cigarrillo convencional. Los productos de la vaporización tienen sustancias como propanodiol, glicerina, ciertos compuestos orgánicos volátiles y metales pesados.
"La industria se dio cuenta que muchos jóvenes dejaron de fumar los cigarrillos convencionales. En el 2008, el 15% de los jóvenes fumaban; luego, en otro estudio en el 2014, solo el 5% fumaba un cigarrillo convencional y, en contrapartida, aumentó el uso más temprano de vapeadores, solo por moda", dijo Sequera.
El profesional manifestó que el cigarrillo electrónico no es una alternativa para dejar de fumar, porque es igual de adictivo. “Al contener nicotina, la adicción continúa y puede ir incluso en aumento. La industria nos vende la falsa información de que solo contiene saborizantes”, aclaró.
Los locales de venta de cigarrillos electrónicos o vapeadores están creciendo como hongos en Asunción, al igual que en algunas ciudades como Luque, San Lorenzo, Capiatá, Coronel Oviedo y Ciudad del Este. Pero la venta no solo se limita a locales: en las redes sociales y páginas de ventas por internet también están en auge.
El galeno explicó que “el contenido de sustancias orgánicas e inorgánicas puede depositarse en el pulmón y así estar asociado a enfermedades respiratorias crónicas, por lo cual resulta imperiosa la necesidad de controlar la venta indiscriminada, sobre todo a menores”, puntualizó.