Música y libertad con Macaco

De Barcelona al mundo llega Macaco, un hombre con el ritmo en la piel dispuesto a conquistar Sudamérica con su rumba-reggae.

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El amor, la libertad y la esperanza son el leitmotiv de su vida, que despliega en esas letras bañadas de alegría al ritmo de una peculiar manera de hacer rumba-reggae. Su nombre es Dani Carbonell –aunque conocido como Macaco– y hoy da a conocer “Emitiendo”, material recopilatorio editado por PopArt en el que presenta a un nuevo público lo mejor de su repertorio.

El título no pudo ser más elocuente: porque en cada canción “emite” un mensaje que busca generar un pensamiento o sentimiento bien definido.

En entrevista con ABC Color, Macaco explicó que la palabra “emitir” fue, precisamente, fundamental en su carrera, al significar “una constante interacción entre el emisor y el receptor”. La música, dice, tiene puntos en común con la comunicación en la idea de emitir sentimientos y sensaciones para conectar a la gente.

Las canciones de su álbum están potenciadas con fuerza especial, tanto desde su lírica como desde su música. En “New Generation People” transmite el positivismo de una nueva era de seres humanos, mientras que “Tengo” sirve de manifiesto –al ritmo de rumba– de su manera de ver la vida (“Tengo… y lo que tengo lo mantengo, a base de amor y fe”). En “Mensajes del agua” define la unidad (“Gotas sobre gotas, somos olas que hacen mares”), al igual que en “Una sola voz”, donde se escucha –a modo de sentencia– la frase de Isaac Newton que reza: “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”.

La importancia de vivir el presente está plasmada en “Con la mano levanta’”, donde canta: “Oye, mi hermano, disfruta el camino”. El amor, por supuesto, no queda fuera de su mensaje. En “Love is the only way” descifra en ‘espanglish’ su visión más pura del amor.

El reggae de “La memoria de mis pulgares” pone al cantante en un estado melancólico, donde escapa la frase: “Hoy te apareciste por algún lugar lejano de la memoria de mis pulgares”. El ritmo, de pronto, vuelve a levantar los ánimos con la enérgica “Sol”, donde el español recuerda que “aunque la tormenta suene, detrás siempre estará el sol”.

Una animada “Brindo por ti” sigue la línea optimista, a modo de celebración; para dar lugar a un tema que refleja la importancia de mantener la fe… y no perder los sueños: “Si dicen perdido, yo digo buscando; si dicen ‘no llegas’, de puntillas alcanzamos”.

El disfrute del camino trazado se refleja en “One step”, para seguir después con “Moving”, el primer hit del cantante que sonara con fuerza en los spots institucionales del canal internacional de cable, National Geographic, allá por 2009. “Volver al origen no es retroceder, quizás sea andar hacia el saber”, canta Macaco.

Una misteriosa relación de amor se da a conocer con “Las llaves robadas” (“Yo fui el bandido de las llaves de tu barco”), para dar paso a una letra cargada de conciencia ecologista, en “Mamá tierra”: “Si la miras como a tu mamá, quizás nos cambie la mirada y actuemos como el que defiende a los suyos y a los que vienen con él”.

Para el final del disco, el cantante se guarda una mística “Lágrimas secas”, donde define un estado emocional que quiso guardar para siempre: “Tanta gente a mi alrededor, y la soledad se vino a vivir junto a mí”, confiesa.

La universalidad de su sonido no atenta con su alma de una rumba tan española. Sus permanentes viajes y el contacto con músicos de Brasil, Cuba, Venezuela y Camérun, entre varios otros, tiene mucho que ver con eso, menciona.

¿Qué espera Macaco con este álbum que edita en nuevos países de Sudamérica, nunca antes explorados por él? “Compartir el más tiempo posible con nueva gente, que descubran mis canciones y, de ser posible, ir a tocar en vivo en países como Paraguay”, asegura. Mientras lo esperamos, invitamos a descubrir ese universo ‘macaco’, tan auténtico como fresco y liberador.

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