La historia natural del Paraguay

El Museo de Historia Natural, con más de 30 años de vida, se encuentra luchando con el fin de preservar las muestras de la fauna, flora y paleontológicas de nuestro país, mientras espera el inicio de las obras de una nueva sede con mejores condiciones.

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En el año 1980, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del extinto Servicio Forestal Nacional (SFN), en conjunto con el Cuerpo de Paz y el Servicio de Peces y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS), inició el proceso de recopilación de informaciones sobre el patrimonio natural del país. El proyecto se llamó Inventario Biológico Nacional.

Este fue el inicio de la Dirección de Investigación Biológica/Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay (DIB/MNHN), dependiente de la Secretaría Nacional del Ambiente (Seam) desde 1999, que se encuentra en la ciudad de San Lorenzo, sobre la ruta Mariscal Estigarribia, donde el espacio físico ya es insuficiente para las miles de muestras colectadas durante más de tres décadas, que corren el riesgo de quedar seriamente deterioradas por falta de recursos.

La directora del museo, licenciada en biología Teresa Florentín Peña, acompañó el recorrido de ABC Color por los pasillos. Caminando por espacios muy reducidos, uno atraviesa lugares en donde se guardan muestras, funcionan laboratorios, bibliotecas y trabajan especialistas.

El licenciado en zoología Luis Amarilla, responsable de la División Ornitología, explicó que existen alrededor de 2.205 muestras de aves, que pertenecen a 400 especies.

Entre ellas, destacó al “Martín Pescador” y sus cinco especies. Las primeras muestras fueron colectadas en el año 2000. “El primero en colectarse fue en Bahía Negra. Son importantes porque su área de distribución llega hasta el norte del Paraguay”, relató el especialista.

Frederick Bauer, máster en Ciencias de la Conservación y responsable de la investigación íctica, manifestó que actualmente cuentan con muestras de 40 de las 41 familias de peces que existen en el país.

De entre los más raros, por la dificultad que conlleva conseguir el espécimen, se encuentran los “peces parásito”, temidos en el amazonas -explica Frederick Bauer- por las leyendas que dicen que pueden ingresar al organismo humano por las vías urinarias.

Otra de las especies que sobresale es el “Mbusú Capitán” (Lepidosiren paradoxus Fitzinger), pez que tiene pulmones. “El famoso Mbusu Capitán es un pez pulmonado, digámosle más evolucionado. En la teoría evolutiva es como el intermediario entre los peces y los animales y anfibios que habitan en tierra. Es como un antecesor de los cuadrúpedos”, explicó Bauer.

Las muestras de la flora nacional son recolectadas en forma fértil, es decir, con flor y frutos. Posteriormente se envuelven en papel diario, para luego ser introducidas a una secadora. Luego se realiza el proceso de catalogación para que pasen a formar parte de la colección del museo.

La doctora en botánica Reinilda Dure Rodas y la ingeniera agrónoma Marizza Quintana son las encargadas del Departamento de Flora del Museo, quienes detallaron el trabajo hecho con las muestras.

Aproximadamente 20.000 ejemplares de la flora nacional forman parte de la colección, a falta de muchas más por descubrir, señalaron las responsables.

Las muestras de este grupo son conservadas tanto en medio seco (pieles y huesos) como en líquidos.

“Hasta el momento existen 82 especies de anfibios, 158 de reptiles y fueron catalogados 11.496 especímenes que ya forman parte de la base de datos”, aseguró Martha Motte, máster en Manejo de Vida Silvestre e investigadora de la División de Herpetología (anfibios y reptiles).

La investigadora de la División Mastozoología (Mamíferos), Isabel Gamarra de Fox, máster en Ciencias Ambientales y Políticas Públicas, destacó la gran cantidad de muestras de quirópteros (murciélagos): más de 3.000 de las 55 especies que habitan en el Paraguay.

“De las 55 especies, solo dos son hematófagas (que se alimentan de sangre): la Diaemus Youngui, que se alimenta de la sangre de aves, y la Desmodus Rotundus, que prefiere la sangre de mamíferos”, detalló la especialista.

Días atrás, la Cámara de Diputados declaró de Interés Nacional el proyecto Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay, impulsado por la Seam.

Este proyecto se encuentra en etapa de elaboración y la nueva sede del Museo de Historia Natural sentará su base en un terreno de 6 hectáreas cedido por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, dentro del Parque Guasu Metropolitano.

Este paso fue catalogado como un “gran avance” para el sector ambiental por la investigadora Isabel Gamarra de Fox.

“Estoy muy esperanzada, porque estas colecciones son únicas, y las muestras van teniendo problemas con la proliferación de hongos, a causa de la forma en que están depositadas. Ya hicimos varios tratamientos, pero hasta que no salgamos de este ambiente, continuarán los problemas”, argumentó.

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